Mientras todos estaban viendo al Gobierno Federal hacer todo para lograr pasar su reforma constitucional en electricidad, hundir sus barcos y lo de otros, no reparamos en lo que ocurría en la CFE, del abogado Manuel Bartlett, y la Comisión Reguladora de Energía, de Vicente Melchi, que se metieron en todo y contra todos en la industria eléctrica.
El tamaño de la bronca generada en este sector en poco más de dos años son pleitos enormes que van a terminar en juzgados internacionales y que, según calculan los especialistas, pueden generar un daño a las finanzas públicas por 12 mil millones de dólares.
Y, por si fuera poco, los errores enormes en la operación del regulador del Estado dañan aún más una industria que pretenden “rescatar de las manos de los empresarios extranjeros”. El mercado calcula que se podrían alcanzar precios récord en el mercado de gas natural del sur de Texas, precios inimaginables como de 12 dólares por millón de BTU`s y entonces sí, la tormenta perfecta en el sector eléctrico porque hoy, como nunca, dependemos de los combustibles fósiles y la CFE no agregó nada nuevo a su capacidad de generación.
Los proyectos de la CFE, con la bendición de la CRE, son 11 ciclos combinados que no se licitaron, se adjudicaron directamente, prácticamente son plantas de emergencia que se le dieron a dos empresas que se dedican a vender equipos: Siemens y Mitsubishi y por ahí se coló otra a unos empresarios que nunca habían ganado nada, los de Wärtsilä.
Todos estos proyectos son a cuenta y riesgo de la CFE que se hará cargo de todos sus costos, independientemente del tamaño que sean y las tarifas no van a ser problema, la CFE las puede aumentar cuando quiera porque el 28 de diciembre de 2018, ya con la 4T en el gobierno, se tomó la decisión de ajustarlas a la inflación, independientemente del costo de los combustibles, eso parecía buena idea cuando era de entre 2 y 5%, nada más que ahora la perspectiva es que sea de al menos 8 a 8.5% y en energía podría ser aún más, de hasta el 12%.
Los apagones que hemos visto desde el 2019 son cada vez más constantes, la pandemia con el encierro y el parón económico los frenó un poco, sin embargo, con el regreso de las actividades económicas cada vez se hacen más comunes y los mayores riesgos se corren en las zonas industriales como el Bajío, la cuenca norte del Golfo de México, Monterrey, una parte importante del Edomex y Puebla-Tlaxcala. CFE se mantiene como monopolio en distribución, que es donde está el negocio, y puede cobrar lo que se le de la gana por el decreto mencionado, podría ser menos, pero no pueden porque rechazaron y bloquearon los proyectos eólicos y solares. Ojo, las tarifas, eléctricas ya aseguraron un aumento de por lo menos 7.5%.
En fin. El tema de fondo es que todo este desastre generó pleitos por todos lados y hasta ahora se tienen al menos 21 juicios o arbitrajes de la CFE por operaciones que hizo su personal en el momento de comprar, transportar o entregar gas natural.
Pensar que los poderes del presidente pueden ir más allá de las fronteras es un error y el personal de la CRE lo sabe, estuvieron enterados todo el tiempo de las operaciones que se hacían y las avalaron o, de plano, voltearon la mirada.
Nos explican que las broncas se las va a tener que comer CFE Internacional, pero el problema es que esa empresa depende directamente de la dirección de Finanzas de la empresas estatal y de su Consejo de Administración.
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