/ viernes 13 de septiembre de 2024

Anatomía de lo social / Fiestas patrias

La patria no es la tierra. Sin embargo, loshombres que la tierra nutre son la patria.

Rabindranath Tagore

Sin duda, la Independencia de México ha sido para los ciudadanos, en todo su devenir histórico, uno de los movimientos más importantes en esa búsqueda de la auténtica libertad, no solo por la separación del dominio de otro país sino por la esencia trasformadora que supone cualquier tipo de movimiento, en este caso, de lo económico, político y social, así se percibe esa parte sustantiva del festejo; a pesar de los más de doscientos años trascurridos, todavía se mantiene vigente el recuerdo de todos aquellos revolucionarios independentistas que dejaron un legado y ejemplo de lucha en contra de las perversiones de un sistema en el que no se está de acuerdo.


En la actualidad, esos pensamientos de inconformidad se han vigorizado. Hay quienes luchan por sus derechos, legítimos o no, a pesar de las circunstancias o condiciones del reclamo, así se entienden los movimientos de los campesinos al cerrar las vías de comunicación, y trabajadores de las instancias de gobierno, en particular en aquella donde se debe procurar la justicia, quizá los ejemplos no tengan las virtudes de aquellos, cuyos caudillos luchaban por intereses generales, sin menoscabo de su seguridad personal, dicho de otra manera, los líderes de entonces no se escondían en los enfrentamientos, también se mostraban en contra del enemigo; por supuesto, esto denigra las auténticas luchas por los derechos de la mayoría y no los privilegios de unos cuántos.


De alguna manera resulta gratificante que se renueve el impacto de los idearios revolucionarios, que la gente pueda, con toda libertad, expresarse para conseguir cualquier beneficio, que acuda a las instituciones de gobierno a solicitar sean escuchadas sus demandas y atendidas por quienes están obligados a hacerlo, esto puede suponer que, en efecto, la historia se replica bajo la exigencia y cumplimiento de las obligaciones.


Bajo estas consideraciones, se puede decir que el escenario está listo para revivir lo que por muchos años se ha convertido en una tradición, por ello, el próximo domingo por la noche será una presencia obligada al frente de Palacio de Gobierno, destacándose los simbolismos y el sentido de pertenencia a un país permeado de historia y de cultura; la fiesta tendrá un espacio diferente, se podrá disfrutar de la enorme bandera que cubre la fachada del Palacio de Gobierno, de las imágenes de los héroes que participaron en la gesta de independencia, entre las que se destacan, la del ciervo de la Nación, José Ma. Morelos, de Vicente Guerrero; y la presencia de la mujer con Josefa Ortiz de Domínguez, y otros tantos que están colocados alrededor de la Plaza de la Constitución. De los tres señalados, se puede recordar del primero, sus aportaciones en los Sentimientos de la Nación; del segundo sus frases “La Patria es primero” y “Muera el mal Gobierno” de la mujer su participación y ayuda al grupo de conspiradores del que formaba parte su esposo, en fin, hay otros que, cuya sangre derramada, nos dejaron una patria libre e igualitaria. Legado.


Para quienes aún mantienen esa pasión desbordada por la patria, así como por el legado de los precursores del movimiento independentista, sin duda, estarán presentes en la ceremonia cívica, desde los honores, la solemne entonación del himno nacional, la lectura del acta de Independencia, la declamatoria del credo, hasta la arenga para vitorear a los héroes y a la patria misma; terminando con los fuegos artificiales. Cuando menos, así se supone, será el programa de “la noche del grito”.


Por supuesto, en lo social, al parecer habrá algunas novedades, la presencia de una reconocida cantante de música ranchera y un grupo musical para los que gustan del baile. Además, habrá la vendimia de antojitos, el colorido de los globos y algodones, los gritos de los niños con sus aerosoles de espuma, los cascarones llenos de confeti o harina, los buñuelos, el café de la olla, los vestidos multicolores, los atrevidos por usar un vestuario adecuado para la fecha, los bigotes postizos, hasta la posibilidad de una lluvia, infaltable el día del grito, el tequila y los antros abiertos, en fin, toda una fiesta compartida entre la mayoría de quienes, seguramente, asistirán y participarán en este evento de trascendencia nacional.


Más allá de las celebraciones y conmemoraciones no se puede soslayar que, en el principal motivo de las fiestas, se encierra un interés colectivo sobre las aspiraciones de una vida igual para los mexicanos; en este sentido, se puede decir que el movimiento no ha terminado, en la vida real, no basta una ceremonia o festividad, mientras no se logre la auténtica justicia social; es decir, que mientras existan los reclamos de quienes más lo necesitan, que exista la indiferencia de las autoridades para atender esa demandas, luego entonces se estará repitiendo la historia, y quienes aparentan desconocerla, está claro que se seguirán cometiendo los mismos errores, peor aún cuando los conflictos en otros territorios, tal vez nos puedan trastocar afectando esta aparente calma y tranquilidad. Ante las circunstancias, es imperioso que se asuman las responsabilidades, que se distribuya la riqueza equitativamente, que el pueblo reciba lo justo para sus necesidades; aunque esto parezca una utopía; si se quiere se puede lograr, para entonces poder decir que realmente hemos alcanzado lo que se pretendía en la lucha por la Independencia y podamos festinar la fiestas patrias.

La patria no es la tierra. Sin embargo, loshombres que la tierra nutre son la patria.

Rabindranath Tagore

Sin duda, la Independencia de México ha sido para los ciudadanos, en todo su devenir histórico, uno de los movimientos más importantes en esa búsqueda de la auténtica libertad, no solo por la separación del dominio de otro país sino por la esencia trasformadora que supone cualquier tipo de movimiento, en este caso, de lo económico, político y social, así se percibe esa parte sustantiva del festejo; a pesar de los más de doscientos años trascurridos, todavía se mantiene vigente el recuerdo de todos aquellos revolucionarios independentistas que dejaron un legado y ejemplo de lucha en contra de las perversiones de un sistema en el que no se está de acuerdo.


En la actualidad, esos pensamientos de inconformidad se han vigorizado. Hay quienes luchan por sus derechos, legítimos o no, a pesar de las circunstancias o condiciones del reclamo, así se entienden los movimientos de los campesinos al cerrar las vías de comunicación, y trabajadores de las instancias de gobierno, en particular en aquella donde se debe procurar la justicia, quizá los ejemplos no tengan las virtudes de aquellos, cuyos caudillos luchaban por intereses generales, sin menoscabo de su seguridad personal, dicho de otra manera, los líderes de entonces no se escondían en los enfrentamientos, también se mostraban en contra del enemigo; por supuesto, esto denigra las auténticas luchas por los derechos de la mayoría y no los privilegios de unos cuántos.


De alguna manera resulta gratificante que se renueve el impacto de los idearios revolucionarios, que la gente pueda, con toda libertad, expresarse para conseguir cualquier beneficio, que acuda a las instituciones de gobierno a solicitar sean escuchadas sus demandas y atendidas por quienes están obligados a hacerlo, esto puede suponer que, en efecto, la historia se replica bajo la exigencia y cumplimiento de las obligaciones.


Bajo estas consideraciones, se puede decir que el escenario está listo para revivir lo que por muchos años se ha convertido en una tradición, por ello, el próximo domingo por la noche será una presencia obligada al frente de Palacio de Gobierno, destacándose los simbolismos y el sentido de pertenencia a un país permeado de historia y de cultura; la fiesta tendrá un espacio diferente, se podrá disfrutar de la enorme bandera que cubre la fachada del Palacio de Gobierno, de las imágenes de los héroes que participaron en la gesta de independencia, entre las que se destacan, la del ciervo de la Nación, José Ma. Morelos, de Vicente Guerrero; y la presencia de la mujer con Josefa Ortiz de Domínguez, y otros tantos que están colocados alrededor de la Plaza de la Constitución. De los tres señalados, se puede recordar del primero, sus aportaciones en los Sentimientos de la Nación; del segundo sus frases “La Patria es primero” y “Muera el mal Gobierno” de la mujer su participación y ayuda al grupo de conspiradores del que formaba parte su esposo, en fin, hay otros que, cuya sangre derramada, nos dejaron una patria libre e igualitaria. Legado.


Para quienes aún mantienen esa pasión desbordada por la patria, así como por el legado de los precursores del movimiento independentista, sin duda, estarán presentes en la ceremonia cívica, desde los honores, la solemne entonación del himno nacional, la lectura del acta de Independencia, la declamatoria del credo, hasta la arenga para vitorear a los héroes y a la patria misma; terminando con los fuegos artificiales. Cuando menos, así se supone, será el programa de “la noche del grito”.


Por supuesto, en lo social, al parecer habrá algunas novedades, la presencia de una reconocida cantante de música ranchera y un grupo musical para los que gustan del baile. Además, habrá la vendimia de antojitos, el colorido de los globos y algodones, los gritos de los niños con sus aerosoles de espuma, los cascarones llenos de confeti o harina, los buñuelos, el café de la olla, los vestidos multicolores, los atrevidos por usar un vestuario adecuado para la fecha, los bigotes postizos, hasta la posibilidad de una lluvia, infaltable el día del grito, el tequila y los antros abiertos, en fin, toda una fiesta compartida entre la mayoría de quienes, seguramente, asistirán y participarán en este evento de trascendencia nacional.


Más allá de las celebraciones y conmemoraciones no se puede soslayar que, en el principal motivo de las fiestas, se encierra un interés colectivo sobre las aspiraciones de una vida igual para los mexicanos; en este sentido, se puede decir que el movimiento no ha terminado, en la vida real, no basta una ceremonia o festividad, mientras no se logre la auténtica justicia social; es decir, que mientras existan los reclamos de quienes más lo necesitan, que exista la indiferencia de las autoridades para atender esa demandas, luego entonces se estará repitiendo la historia, y quienes aparentan desconocerla, está claro que se seguirán cometiendo los mismos errores, peor aún cuando los conflictos en otros territorios, tal vez nos puedan trastocar afectando esta aparente calma y tranquilidad. Ante las circunstancias, es imperioso que se asuman las responsabilidades, que se distribuya la riqueza equitativamente, que el pueblo reciba lo justo para sus necesidades; aunque esto parezca una utopía; si se quiere se puede lograr, para entonces poder decir que realmente hemos alcanzado lo que se pretendía en la lucha por la Independencia y podamos festinar la fiestas patrias.