Nuestro personaje fue nieto del juez y autor de un libro muy importante llamada “Manual de jurisprudencia”, él fue juez mayor de Sevilla y luego de Córdoba porque prefirió ejercer en su tierra natal. De acuerdo a sus biógrafos tradicionales, la educación de Averroes fue “excelente”, comenzando sus estudios en jurisprudencia, medicina, teología y filosofía.
Su padre también le proporcionó conocimientos de jurisprudencia. El campo de la medicina le fue instruido gracias a Abu Jafar Jarim al-Tajail, quien seguramente le enseñara además filosofía. Conocía las escrituras del filósofo Ibn Bajjah, más conocido como Avempace, y quizás incluso lo conoció.
Acudía a reuniones regulares de filósofos, médicos y poetas en Sevilla, concurridos por filósofos como Ibn Tufayl, Ibn Zuhr o el futuro califa Abu Yusuf Yaqub. Asimismo, estudió la teología kalam de la escuela Ashariyyah, que más adelante él mismo criticará.
Su biógrafo del siglo XIII, Ibn al-Abbar, escribió que estaba más interesado en el estudio de las leyes y sus principios que en el hadiz, especialmente el khilaf, disputas y controversias de la jurisprudencia islámica.
Ibn al-Abbar también menciona su dedicación a las “ciencias de los antiguos”, en referencia a la filosofía y ciencia de la antigua Grecia, fue médico de cámara del Kalifa entre otras especialidades. Abogado, médico y filósofo. Durante el Imperio almorávide, nace el 14 de abril de 1126 y muere en Marrakech, Imperio almohade, 11 de diciembre de 1198.
Tenía una biblioteca. La mayor en todo Europa de 400 mil volúmenes, fue protegido de los “almohades” al final de su vida cae en desgracia pues lo destierran por año y medio por sus ideas, así, la oligarquía cordobesa, los jueces conservadores consideraron que cultivar la filosofía era adverso a la religión, estudio todos los días de su vida con excepción del día de su boda y el día que murió su padre.
Escribió el libro el “Culiyat” en el cual destaca que, los españoles comían todo, incluyendo hierbas con pan y ensalzaba las bondades de cocinar con aceite de oliva.
Es uno de los filósofos árabes cuyo pensamiento impactó notablemente en el medioevo cristiano. Por su labor como fiel intérprete de Aristóteles se le llamó “El Comentador” y se volvió, para bien o para mal, uno de los interlocutores más importantes de los filósofos y los teólogos cristianos.
Sobre Dios pensaba que era un “Ser Necesario”, en el que son idénticas esencia y existencia. No tiene causa, pero es causa de todo, es único y nada se le asemeja. Además (latinización del nombre árabe Ibn Rushd) es el nombre por el que se conoce en la tradición occidental a Abū l-Walīd Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd, médico y filósofo hispano-árabe. Para algunos es el filósofo más importante de la edad media, Verdad, Intelecto, Generosidad y Vida.
En su obre Nico Maquiz plantea fundamentalmente, la moral LAICA, novedad para esa época, los hermanos Yunta publican en su imprenta en Venecia obras de Aristóteles y de Averroes varios siglos después, de los cuales se publicaron 50 ediciones. Destaca que el proceso de conocimiento tiene una base material, refiriéndose al sistema nervioso central, debido a la recomendación del consejero Iventifai consejero médico granadino recomienda que es él, Averroes, quien traduzca del griego al árabe las obras de Aristóteles, argumentando que la filosofía y la religión tienen caminos distintos.
Criticó el poder absoluto del Papa, en el terreno religioso como en el mundo terrenal. Cuando afirma que el intelecto está en nuestra alma, esta idea la retomará Santo Tomás de Aquino, Averroes reconocía que la educación tenía dos tipos; la receptiva como la que actualmente se maneja en la educación oficial y la creativa.
Lo que hace avanzar el conocimiento es lo creativo y se encuentra adentro de nosotros, la defensa de un sistema democrático lo maneja Santo Tomás tomado de Averroes en plena Edad Media.
Denuncia el papel de inferioridad de la mujer frente al hombre en el mundo árabe, así como la explotación de las clases poderosas a las masas.
Reivindica el papel social de la mujer, orillada solo a la procreación, crianza y atención de la casa, pero no permiten que se preparen las mujeres, decía Averroes, pues debería compartir todos los deberes sociales de los hombres.
Averroes decía que para los matrimonios se debe tomar en cuenta la decisión de las mujeres, incluso en los casos de adopción y, podrá plantear de la mujer la exigencia de que el marido no se case con otras mujeres.
En caso de abuso del hombre con la mujer, tendrá el derecho de demandar al hombre aun contra la voluntad del marido.
A finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico invadió Al-Ándalus después de la conquista de los almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y Cabra, cerca de Córdoba, y se prohibieron sus obras.
Meses antes de su muerte, sin embargo, fue reivindicado y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y metafísica se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra solo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no en su árabe original. Su principal discípulo fue Ibn Tumlus, quien le había sucedido como médico de cámara del quinto califa almohade Al-Nasir.
En Occidente fue conocido por sus extensos comentarios sobre Aristóteles. Sus pensamientos generaron controversias en la cristiandad latina y desencadenaron un movimiento filosófico llamado averroísmo basado en sus escritos.
La teoría de Averroes sobre la unidad del intelecto se convirtió en una de las doctrinas averroístas más conocidas y controvertidas, El filósofo cordobés se distancia de Aristóteles al subrayar la función sensorial de los nervios y al reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginación, memoria, etc.).
Sus obras fueron condenadas por la Iglesia católica en 1270 y 1277. Aunque debilitado por las refutaciones de Santo Tomás de Aquino, el averroísmo latino continuó atrayendo seguidores hasta el siglo XVI.
Estos valores toman doble relevancia si consideramos que fueron realizados por Averroes al interior de la sociedad árabe en Córdoba, España, en el siglo XII.
