A raíz de la pandemia del SARS-CoV-2 en 2020, muchas tlaxcaltecas se han incorporado a la actividad física como un nuevo hábito de vida, con el fin de cuidar su salud y, de paso, disfrutar de espacios naturales.
Esta nueva cultura del deporte en Tlaxcala tiene un gran valor, ya que de esta manera se podrán dejar atrás los problemas de salud provocados por el sedentarismo.
Observamos que han aumentado las carreras de atletismo en diferentes municipios, así como las organizadas por las autoridades estatales. En estos eventos, el número de participantes ha crecido, incluyendo a quienes compiten por ubicarse en los primeros lugares y a la gran mayoría que corre, trota o camina con el objetivo de concluir la prueba, lo que les aporta beneficios físicos y mentales. Así como el deporte pedestre ha crecido en sus practicantes, también lo vemos en la bicicleta, con la incorporación de jóvenes, adultos y hasta personas de la tercera edad.
ESCUELAS LUCRATIVAS
Dentro de las bondades que hay alrededor del futbol en Tlaxcala, muchos padres de familia pagan entre 200 a 500 pesos mensuales para que sus hijos sean integrados a escuelas o academias, pero sin darse cuenta que crean condiciones para el lucro de quienes están al frente de esas agrupaciones.
En la entidad se ve que llegan a conformar hasta 150 futbolistas infantiles, entre los cinco a 16 años de edad y con los pagos abonan para que quienes dirigen esos espacios logren ingresos que alcanzan hasta los 70 mil pesos mensuales. Lo delicado del tema es que algunas de esas agrupaciones hacen uso de espacios públicos, de canchas con pasto sintético o natural en buenas condiciones, pero no aportan ningún peso a la sociedad por lucrar con el fomento. En algunos casos, los encargados de esas áreas deportivas de gobiernos municipales o estatal hacen convenios por debajo del agua y reciben dádivas de quienes hacen negocio con el futbol.
OTRO ÁNGULO
Pero en otra óptica vemos que para los padres de familia el mantener activos a sus hijos, integrados en el deporte, es un punto favorable en su formación, por lo que el tema económico pasa a segundo término. Pocos o casi ningún padre hace referencia en redes sociales o medios de comunicación del dinero que paga para que su hijo o hijos participen en proyectos futbolísticos. Tiene más valor que se desarrollen en un entorno con infantes o jóvenes de su edad, y que a través del deporte encuentren una forma de aprender a vivir entre la justicia, la disciplina, la perseverancia, la alegría y la lucha por ser mejor día a día.