MIGUEL NAVA XOCHITIOTZI*

Tras la conmemoración de los 70 años de la promulgación de las reformas constitucionales para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena, no quiero dejar pasar esta oportunidad para expresar que el derecho al voto de la mujer es un hito crucial en la historia de la democracia y un paso necesario hacia la igualdad de género en cualquier sociedad. En mi opinión, este derecho debería ser reconocido, respetado y protegido en todo el mundo.

Históricamente, las mujeres han luchado incansablemente por el reconocimiento de su voz en la toma de decisiones políticas. La lucha por el sufragio femenino fue un proceso largo y arduo en México, al igual que en muchas otras partes del mundo, pero finalmente, en 1953, se logró un paso significativo hacia la igualdad de género con la aprobación del voto para las mujeres en el ámbito federal.

Permitir que las mujeres voten es esencial para garantizar que las políticas y leyes reflejen las necesidades y perspectivas de toda la población. Contrario sensu, el excluir a la mitad de la población de la toma de decisiones políticas, implica el riesgo de que las políticas sean parciales y no aborden adecuadamente cuestiones importantes que afectan a las mujeres. Además, el voto de la mujer fomenta la diversidad de ideas y perspectivas en el proceso político, enriqueciendo así el debate democrático.

En los últimos 70 años, el voto de la mujer en México ha contribuido de manera significativa al avance de la igualdad de género y al fortalecimiento de la democracia, y en la actualidad, las mujeres mexicanas se encuentran ocupando cargos en todos los niveles de gobierno y participando activamente en la promoción de políticas que abordan temas como la igualdad salarial, la violencia de género y la igualdad de oportunidades.

Sin embargo, a pesar de estos avances, aún existen desafíos importantes en el camino hacia la igualdad de género en México y en todo el mundo. La lucha contra la discriminación y la violencia de género continúa, y es esencial que las mujeres tengan la oportunidad de influir en las políticas y leyes que afectan sus vidas.

En el aniversario de los 70 años de la aprobación del voto para las mujeres en México, debemos reflexionar sobre el progreso logrado y reafirmar nuestro compromiso con la igualdad de género y la participación activa de las mujeres en la política. También debemos recordar que el voto de la mujer es un derecho fundamental que debe ser celebrado y protegido en todo el mundo, y debemos seguir trabajando para eliminar cualquier barrera que aún exista para el pleno ejercicio de este derecho.

*Magistrado del Tribunal Electoral de Tlaxcala