El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) nació para buscar la transformación democrática en México y Tlaxcala. Esta transformación significa un cambio en lo político, lo económico, lo social y lo cultural, pero a partir de la participación política decidida y libre de los ciudadanos, quienes en las elecciones presidenciales de 2018 no solo votaron por un cambio, sino que eligieron la Cuarta Transformación del país, como un cambio diferente, que es el que hoy exige a los militantes y simpatizantes de nuestro partido, además de una vocación de servicio a los demás, una genuina ética democrática.
Morena surgió para acabar con el sistema de oprobio que tanto lastimó a los mexicanos, para defender sus derechos y libertades, y para buscar la justicia y la dignidad de todos.
Tal y como lo ha expresado el presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes nos dedicamos a la política “tenemos que actuar poniendo por delante los ideales y principios, y profesar un profundo amor al pueblo”.
Esta reflexión es importante, porque nos motiva a recordar que son principios éticos y valores humanos los que deben regir nuestra conducta personal y colectiva como miembros de Morena.
El próximo 20 de octubre se celebrarán tres congresos distritales donde elegiremos democráticamente 30 consejeros, 15 mujeres y 15 hombres; 10 consejeros por distrito. En estos congresos solamente participarán los afiliados que formalmente se registraron hasta el 20 de noviembre de 2017. Posteriormente, el 10 de noviembre, los 30 consejeros constituidos en Consejo Estatal, eligirán entre ellos al Comité Directivo Estatal del partido, con base en los lineamientos establecidos en la convocatoria avalada por nuestra dirigencia nacional.
Esta elección será la culminación de un proceso democrático de definición de nuestra estructura política en la entidad, además de una importante prueba de nuestras convicciones, porque en la convocatoria quedó establecido que quienes ocupen algún cargo público no podrán ser dirigentes estatales, a menos que renuncien o soliciten licencia, para garantizar, justamente, un proceso electivo limpio, en condiciones de equidad y certeza, que fortalezca al partido.
Hoy, la militancia tlaxcalteca tiene la valiosa oportunidad de demostrar que es capaz de organizar una renovación ordenada de sus cuadros dirigentes, y de hacerlo en condiciones distintas a las que se estilan en otros institutos políticos, sin influencias externas ni predilecciones.
Por supuesto, hay muchas expectativas en torno a esta renovación, y es por ello que debemos estar a la altura de esta nueva circunstancia política, poniendo por delante los intereses de Morena y del proyecto de gobierno que encabeza el presidente López Obrador.
Es tiempo de unidad y fortaleza, de decisión libre y responsable. Es tiempo de Morena, no de individualismos ni proyectos de grupo.
Hay que dale la vuelta a la página de las estrategias perversas, basadas en ataques y rumores, que erosionan las convicciones y la confianza; hay que dejar atrás el oportunismo y la politiquería que dan de sí los intentos de sacar provecho sectario a esta coyuntura.
Estimados paisanos: Vivimos momentos de reacomodo político y social que nos colocan en el punto de apreciar que nuestra coincidencia principal, como políticos y ciudadanos, es recuperar y entregarnos de manera total a la causa pública, y transformar a México y Tlaxcala como una nación y una entidad democráticas, justas y libres.
En Morena tenemos que trabajar para consolidar la Cuarta Transformación social, y para ello debemos superar toda forma de imposición y autoritarismo, así como cualquier acto que pretenda usurpar la libre voluntad de nuestra militancia y de nuestro pueblo.
Retomemos la mística de nuestro líder moral para entender de buena vez que lo que más importa no es nuestra posibilidad de alcanzar cargos, sino de contribuir a lograr cambios, porque “la política es transformar, es hacer historia, y para ello se requieren ideales y principios”.
Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.