/ jueves 27 de junio de 2024

Espacio INE / El Proceso electoral 2023-2024

ANDRÉS CORONA HERNÁNDEZ


El proceso electoral de 2023-2024 terminó para los Consejos Locales y Distritales, para cuando este artículo se publiqué se habrá realizado la última sesión de los consejos distritales en todo el país. Nuevamente el INE lo volvió hacer, quienes pertenecemos al Servicio Profesional Electoral Nacional tenemos que replantearnos la organización de las elecciones en escenarios complejos. Sí, se volvió a hacer la elección más grande la historia por el número de cargos que se eligieron, pero a qué costo.

Van tres reflexiones, incluso de bote pronto, al término del proceso electoral:

Primero: Es innegable que la polarización de la sociedad llevada a cabo desde Palacio Nacional tuvo sus efectos, la clasificación entre chairos y fifís, liberales y conservadores, buenos y malos se vio reflejado en las urnas y este mismo discurso y narrativa pegó en la ciudadanía que hoy, como pocas veces, se negó a formar parte de las Mesas Directivas de Casilla, siendo Tlaxcala la entidad con el mayor número de sustituciones a nivel nacional. Lo bueno que nosotros sí pudimos hacer sustituciones porque había lista de reserva, pero otras entidades ni siquiera pudieron hacer sustituciones, porque se agotó la reserva y hasta la lista nominal, por lo que hubo algunas casillas con ciudadanos tomados de la fila; aun cuando la ley electoral lo contempla y permite. El hecho fue que, hubo mucha negativa de la ciudadanía porque dijeron que ya sabían quién iba a ganar y para qué participaban.

Segundo: A qué costos. Fue un proceso desgastante para todos los que participamos. Los sueldos del INE dejaron de ser competitivos, en específico para Supervisores y Capacitadores-Asistentes-Electorales que tuvieron que visitar al 13 por ciento de cada sección electoral durante la primera etapa; entregar nombramientos; hacer prácticas y simulacros de la jornada electoral, del SIJE del Conteo Rápido y del PREP; atender las renuncias del funcionariado con nombramiento y solicitar las sustituciones; entrega de paquetes a las presidencias de Mesas Directivas de Casilla; operar los mecanismos de recolección al término de la jornada electoral; entregar el apoyo a las personas que integraron las casillas y a quienes hicieron limpieza de los lugares donde se instalaron; participar en los cómputos distritales y entregar reconocimientos a funcionarios y propietarios o responsables de inmuebles, todo esto en la segunda etapa. Espero que con todo lo que sucedió y el número de convocatorias para completar el personal de campo, en la Junta y Consejo General valoren todo el trabajo que hace el ejército del INE en el campo a lo largo y ancho del país, para que el sueldo vuelva a ser competitivo y que todas las personas quieran participar, porque es un trabajo de mucha presión.

Desde este espacio un reconocimiento y agradecimiento a quienes fueron SE y CAES en la entidad y también a la ciudadanía que soportó estoicamente desde la instalación de la casilla hasta la entrega del paquete. Quienes participaron en esta importante labor, muchas gracias por hacer posible la renovación periódica y pacífica del poder público que contribuye a mantener la paz social.

Tercero: El modelo electoral se agotó. No es posible que por la desconfianza de los partidos políticos sigamos utilizando los mismos medios y métodos del siglo pasado, cada vez son más casillas, se requieren más funcionarios de casillas, más lugares donde se instalarán. El costo de las elecciones es del tamaño de la desconfianza.

¿Por qué no utilizar las urnas electrónicas que se usaron en la CDMX y en Nuevo León? Además de simplificar el trabajo, disminuye el número de funcionarios, los resultados se obtienen al cierre de la casilla y los votos pueden contarse uno por uno en caso de duda. No pueden ser hackeados, porque la urna no se conecta a Internet, por lo que se descarta el argumento de que puede ser hackeada y alterar los resultados. Otra propuesta es la instalación de centros de votación, como se hizo en la consulta popular y revocación de mandato, en lugar de instalar 580 casillas que fueron las aprobadas e instaladas en el distrito electoral federal 01, se pueden instalar sólo 97 o 102 centros de votación, lo que también disminuye, sin lugar a duda, costos con la misma certeza y legalidad en los resultados. Por supuesto que se requiere mayor análisis para ver todas las áreas que se pueden mejorar sin disminuir calidad en el trabajo, son estas tres que salieron por la primera impresión y los efectos de este proceso electoral atípico en muchos sentidos. Espero que la próxima Legislatura haga un estudio serio con la participación de quien conoce el funcionamiento del sistema electoral, para reducir costos-producto de su propia desconfianza. Si es que no desaparecen al INE o lo cambian de como hoy lo conocemos.


*Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva INE en Tlaxcala





ANDRÉS CORONA HERNÁNDEZ


El proceso electoral de 2023-2024 terminó para los Consejos Locales y Distritales, para cuando este artículo se publiqué se habrá realizado la última sesión de los consejos distritales en todo el país. Nuevamente el INE lo volvió hacer, quienes pertenecemos al Servicio Profesional Electoral Nacional tenemos que replantearnos la organización de las elecciones en escenarios complejos. Sí, se volvió a hacer la elección más grande la historia por el número de cargos que se eligieron, pero a qué costo.

Van tres reflexiones, incluso de bote pronto, al término del proceso electoral:

Primero: Es innegable que la polarización de la sociedad llevada a cabo desde Palacio Nacional tuvo sus efectos, la clasificación entre chairos y fifís, liberales y conservadores, buenos y malos se vio reflejado en las urnas y este mismo discurso y narrativa pegó en la ciudadanía que hoy, como pocas veces, se negó a formar parte de las Mesas Directivas de Casilla, siendo Tlaxcala la entidad con el mayor número de sustituciones a nivel nacional. Lo bueno que nosotros sí pudimos hacer sustituciones porque había lista de reserva, pero otras entidades ni siquiera pudieron hacer sustituciones, porque se agotó la reserva y hasta la lista nominal, por lo que hubo algunas casillas con ciudadanos tomados de la fila; aun cuando la ley electoral lo contempla y permite. El hecho fue que, hubo mucha negativa de la ciudadanía porque dijeron que ya sabían quién iba a ganar y para qué participaban.

Segundo: A qué costos. Fue un proceso desgastante para todos los que participamos. Los sueldos del INE dejaron de ser competitivos, en específico para Supervisores y Capacitadores-Asistentes-Electorales que tuvieron que visitar al 13 por ciento de cada sección electoral durante la primera etapa; entregar nombramientos; hacer prácticas y simulacros de la jornada electoral, del SIJE del Conteo Rápido y del PREP; atender las renuncias del funcionariado con nombramiento y solicitar las sustituciones; entrega de paquetes a las presidencias de Mesas Directivas de Casilla; operar los mecanismos de recolección al término de la jornada electoral; entregar el apoyo a las personas que integraron las casillas y a quienes hicieron limpieza de los lugares donde se instalaron; participar en los cómputos distritales y entregar reconocimientos a funcionarios y propietarios o responsables de inmuebles, todo esto en la segunda etapa. Espero que con todo lo que sucedió y el número de convocatorias para completar el personal de campo, en la Junta y Consejo General valoren todo el trabajo que hace el ejército del INE en el campo a lo largo y ancho del país, para que el sueldo vuelva a ser competitivo y que todas las personas quieran participar, porque es un trabajo de mucha presión.

Desde este espacio un reconocimiento y agradecimiento a quienes fueron SE y CAES en la entidad y también a la ciudadanía que soportó estoicamente desde la instalación de la casilla hasta la entrega del paquete. Quienes participaron en esta importante labor, muchas gracias por hacer posible la renovación periódica y pacífica del poder público que contribuye a mantener la paz social.

Tercero: El modelo electoral se agotó. No es posible que por la desconfianza de los partidos políticos sigamos utilizando los mismos medios y métodos del siglo pasado, cada vez son más casillas, se requieren más funcionarios de casillas, más lugares donde se instalarán. El costo de las elecciones es del tamaño de la desconfianza.

¿Por qué no utilizar las urnas electrónicas que se usaron en la CDMX y en Nuevo León? Además de simplificar el trabajo, disminuye el número de funcionarios, los resultados se obtienen al cierre de la casilla y los votos pueden contarse uno por uno en caso de duda. No pueden ser hackeados, porque la urna no se conecta a Internet, por lo que se descarta el argumento de que puede ser hackeada y alterar los resultados. Otra propuesta es la instalación de centros de votación, como se hizo en la consulta popular y revocación de mandato, en lugar de instalar 580 casillas que fueron las aprobadas e instaladas en el distrito electoral federal 01, se pueden instalar sólo 97 o 102 centros de votación, lo que también disminuye, sin lugar a duda, costos con la misma certeza y legalidad en los resultados. Por supuesto que se requiere mayor análisis para ver todas las áreas que se pueden mejorar sin disminuir calidad en el trabajo, son estas tres que salieron por la primera impresión y los efectos de este proceso electoral atípico en muchos sentidos. Espero que la próxima Legislatura haga un estudio serio con la participación de quien conoce el funcionamiento del sistema electoral, para reducir costos-producto de su propia desconfianza. Si es que no desaparecen al INE o lo cambian de como hoy lo conocemos.


*Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva INE en Tlaxcala