/ jueves 5 de septiembre de 2024

Espacio INE / Volver al futuro

Andrés Corona Hernández*

Quienes nacimos en la década de los 70´s recordamos la película de “Volver al futuro” como una que podía mostrarnos el porvenir, protagonizada por Michael J. Fox (Marty Mcfly) y Christopher Lloyd (Emmett Brown), sin embargo, ofrece también vaivenes en el tiempo hacía el pasado y hacía el futuro hasta el año 2015. Ya que, la película primera se exhibió en 1985 y la última en 1990, traigo a colación la película anterior, porque en la locura del Doc. Emmet pasaba del pasado al futuro, pero el futuro termina siendo el pasado.

Así vamos con las reformas propuestas por el Ejecutivo federal, parece que el futuro del llamado Plan C, no es ir al futuro, sino a un pasado del que venimos y ya vivimos. Me explico.

Con la sobrerrepresentación otorgada a los partidos de la coalición MORENA, PT y PVEM con 364 diputaciones, podrán modificar sin debate y sin consensos con los otros partidos representados en el Congreso; este capítulo de la historia ya lo habíamos vivido en la época “dorada” del PRI, llena de autoritarismo y oídos sordos hacia las otras fuerzas políticas, el poder concentrado en la persona del titular del Poder Ejecutivo, quien otorga cargos en todos los niveles y el partido se confundía con el gobiernos.

El Plan C propone eso y más, ahora viene recargado. El futuro que propone el presidente, en realidad es un regreso al pasado del tiempo en que se formó como líder político y del cual añora se regrese. Ahora la película no está ambientada en la década de los 70 y 80 del siglo pasado, sino en el primer cuarto del siglo XXI, con condiciones diferentes en el contexto mundial como tener un tratado comercial con los vecinos del norte y que pone ciertas restricciones a los gobiernos para que formen parte del bloque comercial.

El futuro al que aspira el plan del presidente con rumbo al segundo cuarto del siglo XXI tiene las siguientes características: Eliminar los organismos autónomos, porque no sirven al pueblo con el argumento pueril de que habrá ahorros estratosféricos; eliminar las diputaciones de representación proporcional, porque nadie vota por ellos. Cuando son la voz de las minorías que también importan; invoca la soberanía del país cuando critican sus decisiones los socios comerciales, por lo tanto, debe defenderse incluso con la vida; el Ejecutivo somete a los otros dos Poderes para ejercer el poder una sola persona. Esto ya lo vivimos y fue precisamente la lucha de muchas personas, que ahora están en el poder, quienes propiciaron la apertura del sistema político al modificar la ley electoral y que las minorías tuvieran representación en el Congreso para que no se continuara con la dictadura de las mayorías.

Como lo escribí líneas arriba, ahora viene recargado y seguramente en la visión del presidente el futuro será más promisorio para el pueblo, aunque el pueblo es esa masa amorfa con intereses distintos.

Que el Banco de México pase nuevamente al control del gobierno; que la elección de jueces sea por voto popular independientemente de que tengan la preparación experiencia para juzgar, la popularidad por encima de la capacidad. Como cuando uno era estudiante, el más bravucón y fiestero era el más popular, pero más malo como estudiante. Los argumentos de quienes promueven esta reforma dicen que al ser electos por voto popular dejarán de ser corruptos, como si el método de ocupar un cargo determina la integridad y honestidad de quien lo desempeña.

También serán motivo de elección las consejerías del Consejo General del INE, para el presidente todo gira en torno a elecciones y se sabe ganador por el dinero que entrega como dádivas, no a quien más lo necesita porque sus programas no tienen guía de operación son universales y tampoco sabe cómo han ayudado a salir de la pobreza a quien lo recibe y con la eliminación del CONEVAL ni idea de cómo evoluciona el combate a la pobreza.

Centralizar las funciones que corresponden a las entidades federativas y municipios en un poder central en manos del Ejecutivo, se parece cada vez más a una República centralista que a una federalista, desde el centro en la reforma electoral se propone cuántas diputaciones tendrá cada entidad federativa y municipios, cuando esa es facultad exclusiva de los estados.

No sé si esa haya sido la voluntad de quienes votaron por el partido en el gobierno, que desaparezcan la división de poderes, los órganos autónomos, la representación proporcional y un largo etcétera. Si lo hicieron, tenemos el gobierno que nos merecemos y elegimos y no se puede decir que es una sorpresa. Estamos volviendo al futuro que ya se fue.

*Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva, Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala



Andrés Corona Hernández*

Quienes nacimos en la década de los 70´s recordamos la película de “Volver al futuro” como una que podía mostrarnos el porvenir, protagonizada por Michael J. Fox (Marty Mcfly) y Christopher Lloyd (Emmett Brown), sin embargo, ofrece también vaivenes en el tiempo hacía el pasado y hacía el futuro hasta el año 2015. Ya que, la película primera se exhibió en 1985 y la última en 1990, traigo a colación la película anterior, porque en la locura del Doc. Emmet pasaba del pasado al futuro, pero el futuro termina siendo el pasado.

Así vamos con las reformas propuestas por el Ejecutivo federal, parece que el futuro del llamado Plan C, no es ir al futuro, sino a un pasado del que venimos y ya vivimos. Me explico.

Con la sobrerrepresentación otorgada a los partidos de la coalición MORENA, PT y PVEM con 364 diputaciones, podrán modificar sin debate y sin consensos con los otros partidos representados en el Congreso; este capítulo de la historia ya lo habíamos vivido en la época “dorada” del PRI, llena de autoritarismo y oídos sordos hacia las otras fuerzas políticas, el poder concentrado en la persona del titular del Poder Ejecutivo, quien otorga cargos en todos los niveles y el partido se confundía con el gobiernos.

El Plan C propone eso y más, ahora viene recargado. El futuro que propone el presidente, en realidad es un regreso al pasado del tiempo en que se formó como líder político y del cual añora se regrese. Ahora la película no está ambientada en la década de los 70 y 80 del siglo pasado, sino en el primer cuarto del siglo XXI, con condiciones diferentes en el contexto mundial como tener un tratado comercial con los vecinos del norte y que pone ciertas restricciones a los gobiernos para que formen parte del bloque comercial.

El futuro al que aspira el plan del presidente con rumbo al segundo cuarto del siglo XXI tiene las siguientes características: Eliminar los organismos autónomos, porque no sirven al pueblo con el argumento pueril de que habrá ahorros estratosféricos; eliminar las diputaciones de representación proporcional, porque nadie vota por ellos. Cuando son la voz de las minorías que también importan; invoca la soberanía del país cuando critican sus decisiones los socios comerciales, por lo tanto, debe defenderse incluso con la vida; el Ejecutivo somete a los otros dos Poderes para ejercer el poder una sola persona. Esto ya lo vivimos y fue precisamente la lucha de muchas personas, que ahora están en el poder, quienes propiciaron la apertura del sistema político al modificar la ley electoral y que las minorías tuvieran representación en el Congreso para que no se continuara con la dictadura de las mayorías.

Como lo escribí líneas arriba, ahora viene recargado y seguramente en la visión del presidente el futuro será más promisorio para el pueblo, aunque el pueblo es esa masa amorfa con intereses distintos.

Que el Banco de México pase nuevamente al control del gobierno; que la elección de jueces sea por voto popular independientemente de que tengan la preparación experiencia para juzgar, la popularidad por encima de la capacidad. Como cuando uno era estudiante, el más bravucón y fiestero era el más popular, pero más malo como estudiante. Los argumentos de quienes promueven esta reforma dicen que al ser electos por voto popular dejarán de ser corruptos, como si el método de ocupar un cargo determina la integridad y honestidad de quien lo desempeña.

También serán motivo de elección las consejerías del Consejo General del INE, para el presidente todo gira en torno a elecciones y se sabe ganador por el dinero que entrega como dádivas, no a quien más lo necesita porque sus programas no tienen guía de operación son universales y tampoco sabe cómo han ayudado a salir de la pobreza a quien lo recibe y con la eliminación del CONEVAL ni idea de cómo evoluciona el combate a la pobreza.

Centralizar las funciones que corresponden a las entidades federativas y municipios en un poder central en manos del Ejecutivo, se parece cada vez más a una República centralista que a una federalista, desde el centro en la reforma electoral se propone cuántas diputaciones tendrá cada entidad federativa y municipios, cuando esa es facultad exclusiva de los estados.

No sé si esa haya sido la voluntad de quienes votaron por el partido en el gobierno, que desaparezcan la división de poderes, los órganos autónomos, la representación proporcional y un largo etcétera. Si lo hicieron, tenemos el gobierno que nos merecemos y elegimos y no se puede decir que es una sorpresa. Estamos volviendo al futuro que ya se fue.

*Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva, Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala