/ viernes 26 de enero de 2024

La otra cara de la moneda | El extraño caso del incendio en “Tonsil”

Criminal, es el único adjetivo que se puede usar en el caso del incendio en el relleno sanitario “Tonsil”, en Panotla, de confirmarse que fue provocado, pero no es casual que el gobierno del estado haya presentado sendas denuncias ante la Fiscalía General de la República y la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Y más aún si analizamos que estamos en pleno proceso electoral. Pareciera que las casualidades no existen. La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros reflexionó sobre el caso. Enfatizó que fue una situación atípica y fue más allá: en menos de un mes van cinco incendios, en pleno invierno, cuando durante todo 2023 fueron sólo cuatro. ¿Casualidad? Con el tiempo podremos saber qué hubo detrás y para ello será necesario confiar en las investigaciones de las autoridades estatales y federales.

No sería descabellado pensar que la insistencia de la mandataria en calificar de atípico el hecho, se debe a que hay grupos con fines políticos que pretenden distraer la atención para dañar la imagen del gobierno. Aunque no midieron, de ser así, que el mayor daño no es para la administración, sino para la población y el medio ambiente, de ahí que se utilice el término criminal, pues además de que expusieron la salud de los pepenadores y de los habitantes de las zonas aledañas, el daño ecológico podría ser irremediable, y qué decir de que dejaron sin fuente de empleo a cientos de personas que trabajan y viven de separar la basura; de lo que rescatan y venden comen y les sirve para otros gastos.

Uno de los puntos débiles en este caso es que ese sitio tiene más de 30 años, tres décadas en que los gobiernos locales no actuaron; que si bien en ese tiempo apenas se hablaba de protocolos para poderlo llamar relleno sanitario, no contó con una estrategia clara para el manejo adecuado, como es la compactación de residuos sólidos y el recubrimiento con tierra.

Si analizamos todas esas capas de basura que ahí se encuentran, tal vez podríamos ver que son una bomba de tiempo, como bien lo dijo la gobernadora, porque no hay geomembranas en las zonas más profundas y sí mucha basura mezclada con los famosos lixiaviados y los gases que se generan. Sería un gran trabajo de análisis para los expertos, en el que no sólo el gobierno aprendería, si no también nosotros como ciudadanos, para tener un consumo más responsable para dejar de generar tanta basura y aprender a separarla, así como a reciclarla.

Llegó el momento de afianzar estrategias, que si bien en dos años de gobierno se han comenzado a realizar y ver, se puedan dirigir a una mejor gestión para el destino final de los residuos.

Valdría la pena que además de la seguridad que ahora hay en Panotla, ésta se extienda a los rellenos sanitarios de Nanacamilpa, Huamantla y Morelos, por lo que no nos debe causar sorpresa que en breve se dé a conocer la estrategia estatal para atender este tema ambiental.


Criminal, es el único adjetivo que se puede usar en el caso del incendio en el relleno sanitario “Tonsil”, en Panotla, de confirmarse que fue provocado, pero no es casual que el gobierno del estado haya presentado sendas denuncias ante la Fiscalía General de la República y la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Y más aún si analizamos que estamos en pleno proceso electoral. Pareciera que las casualidades no existen. La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros reflexionó sobre el caso. Enfatizó que fue una situación atípica y fue más allá: en menos de un mes van cinco incendios, en pleno invierno, cuando durante todo 2023 fueron sólo cuatro. ¿Casualidad? Con el tiempo podremos saber qué hubo detrás y para ello será necesario confiar en las investigaciones de las autoridades estatales y federales.

No sería descabellado pensar que la insistencia de la mandataria en calificar de atípico el hecho, se debe a que hay grupos con fines políticos que pretenden distraer la atención para dañar la imagen del gobierno. Aunque no midieron, de ser así, que el mayor daño no es para la administración, sino para la población y el medio ambiente, de ahí que se utilice el término criminal, pues además de que expusieron la salud de los pepenadores y de los habitantes de las zonas aledañas, el daño ecológico podría ser irremediable, y qué decir de que dejaron sin fuente de empleo a cientos de personas que trabajan y viven de separar la basura; de lo que rescatan y venden comen y les sirve para otros gastos.

Uno de los puntos débiles en este caso es que ese sitio tiene más de 30 años, tres décadas en que los gobiernos locales no actuaron; que si bien en ese tiempo apenas se hablaba de protocolos para poderlo llamar relleno sanitario, no contó con una estrategia clara para el manejo adecuado, como es la compactación de residuos sólidos y el recubrimiento con tierra.

Si analizamos todas esas capas de basura que ahí se encuentran, tal vez podríamos ver que son una bomba de tiempo, como bien lo dijo la gobernadora, porque no hay geomembranas en las zonas más profundas y sí mucha basura mezclada con los famosos lixiaviados y los gases que se generan. Sería un gran trabajo de análisis para los expertos, en el que no sólo el gobierno aprendería, si no también nosotros como ciudadanos, para tener un consumo más responsable para dejar de generar tanta basura y aprender a separarla, así como a reciclarla.

Llegó el momento de afianzar estrategias, que si bien en dos años de gobierno se han comenzado a realizar y ver, se puedan dirigir a una mejor gestión para el destino final de los residuos.

Valdría la pena que además de la seguridad que ahora hay en Panotla, ésta se extienda a los rellenos sanitarios de Nanacamilpa, Huamantla y Morelos, por lo que no nos debe causar sorpresa que en breve se dé a conocer la estrategia estatal para atender este tema ambiental.