/ lunes 7 de octubre de 2024

La otra cara de la moneda / La preocupante omisión de los municipios

Resulta preocupante que muchos ayuntamientos incumplan sus obligaciones en materia de seguridad. Los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) indican que varios alcaldes están desatendiendo la normatividad relacionada con la adecuada integración de sus policías.

La contratación de elementos y de titulares de sus Direcciones de Seguridad Pública no está cumpliendo con las disposiciones vigentes, lo que implica infracciones a la legislación de seguridad pública; incluso, a las reglas de operación de fondos y presupuestos correspondientes a este rubro.

Es lamentable que las nuevas autoridades municipales hayan perdido tiempo para planear la integración de estas áreas estratégicas, pues durante el periodo de transición el gobierno estatal no únicamente les anticipó la importancia de esta tarea, sino que los capacitó para que la llevaran a cabo en tiempo y forma.

Con ello, no solamente pasaron por alto el llamado que les hizo la gobernadora del estado, sino que desaprovecharon la oportunidad de conformar oportunamente cuerpos de seguridad debidamente regulados para brindar a la población certeza en torno a su actuación.

Al apreciar que los escenarios de seguridad dentro y fuera del estado se vuelven complejos, es sumamente cuestionable que los municipios no estén asumiendo con responsabilidad la parte que les toca para cerrar filas contra la delincuencia.

Y mientras los alcaldes trabajan sobre las rodillas este tema prioritario, las autoridades estatales se siguen echando para adelante para acercar tecnología a las comunas, a fin de responder a la exigencia de la sociedad de contar con ambientes seguros.

Justamente, la semana pasada, la gobernadora Lorena Cuéllar inauguró los Centro de Control y Comando (C2) de los municipios de Panotla y Teolocholco. La mandataria estatal tiene el objetivo de convertir a Tlaxcala en el único estado del país con un C2 en cada uno de sus municipios.

Esta meta implica que, al final de su administración, pueda dejar un estado con mil 800 nuevos Puntos de Monitoreo Inteligente para lograr una cobertura de videovigilancia sin precedente, necesaria para elevar la eficiencia las labores de inteligencia, así como de prevención y atención del delito.

Luego de dos décadas de rezago en infraestructura y equipamiento en seguridad, la actual administración estatal ha concretado, en solo tres años, una inversión histórica para abatirlo.

Con la aplicación de 5 mil 200 millones de pesos en obras, se ha conseguido la creación del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i), al que están conectados los C2 municipales, que este año sumarán 34. Además, se edifica la Ciudad de la Seguridad, que albergará las nuevas Fiscalías, tras el cambio de Procuraduría a Fiscalía General de Justicia del Estado, así como la Escuela de Policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Actualmente, Tlaxcala cuenta con equipo y tecnología de vanguardia que ayuda a que la entidad sea una de las más seguras del país, al acumular ya 25 meses con la menor incidencia delictiva en México. Sin embargo, sigue faltando el compromiso firme de los gobiernos municipales para desempeñar a cabalidad la estrategia integral de seguridad para mantener la paz y el orden social desde sus demarcaciones.

Es urgente que los presidentes municipales atiendan este gran pendiente, y respondan institucionalmente a los esfuerzos que emprende el gabinete de seguridad para trabajar con todo el interés y el empeño en este tema prioritario. No tiene excusas para atender su deber, mucho menos cuando el Ejecutivo estatal pone el ejemplo, al privilegiar la inversión en tecnología, infraestructura y equipo, así como en estímulos y salarios a elementos policiacos, para consumar ésta que es una de las principales demandas de la ciudadanía. ¡Ya basta de omisiones!


Resulta preocupante que muchos ayuntamientos incumplan sus obligaciones en materia de seguridad. Los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) indican que varios alcaldes están desatendiendo la normatividad relacionada con la adecuada integración de sus policías.

La contratación de elementos y de titulares de sus Direcciones de Seguridad Pública no está cumpliendo con las disposiciones vigentes, lo que implica infracciones a la legislación de seguridad pública; incluso, a las reglas de operación de fondos y presupuestos correspondientes a este rubro.

Es lamentable que las nuevas autoridades municipales hayan perdido tiempo para planear la integración de estas áreas estratégicas, pues durante el periodo de transición el gobierno estatal no únicamente les anticipó la importancia de esta tarea, sino que los capacitó para que la llevaran a cabo en tiempo y forma.

Con ello, no solamente pasaron por alto el llamado que les hizo la gobernadora del estado, sino que desaprovecharon la oportunidad de conformar oportunamente cuerpos de seguridad debidamente regulados para brindar a la población certeza en torno a su actuación.

Al apreciar que los escenarios de seguridad dentro y fuera del estado se vuelven complejos, es sumamente cuestionable que los municipios no estén asumiendo con responsabilidad la parte que les toca para cerrar filas contra la delincuencia.

Y mientras los alcaldes trabajan sobre las rodillas este tema prioritario, las autoridades estatales se siguen echando para adelante para acercar tecnología a las comunas, a fin de responder a la exigencia de la sociedad de contar con ambientes seguros.

Justamente, la semana pasada, la gobernadora Lorena Cuéllar inauguró los Centro de Control y Comando (C2) de los municipios de Panotla y Teolocholco. La mandataria estatal tiene el objetivo de convertir a Tlaxcala en el único estado del país con un C2 en cada uno de sus municipios.

Esta meta implica que, al final de su administración, pueda dejar un estado con mil 800 nuevos Puntos de Monitoreo Inteligente para lograr una cobertura de videovigilancia sin precedente, necesaria para elevar la eficiencia las labores de inteligencia, así como de prevención y atención del delito.

Luego de dos décadas de rezago en infraestructura y equipamiento en seguridad, la actual administración estatal ha concretado, en solo tres años, una inversión histórica para abatirlo.

Con la aplicación de 5 mil 200 millones de pesos en obras, se ha conseguido la creación del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i), al que están conectados los C2 municipales, que este año sumarán 34. Además, se edifica la Ciudad de la Seguridad, que albergará las nuevas Fiscalías, tras el cambio de Procuraduría a Fiscalía General de Justicia del Estado, así como la Escuela de Policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Actualmente, Tlaxcala cuenta con equipo y tecnología de vanguardia que ayuda a que la entidad sea una de las más seguras del país, al acumular ya 25 meses con la menor incidencia delictiva en México. Sin embargo, sigue faltando el compromiso firme de los gobiernos municipales para desempeñar a cabalidad la estrategia integral de seguridad para mantener la paz y el orden social desde sus demarcaciones.

Es urgente que los presidentes municipales atiendan este gran pendiente, y respondan institucionalmente a los esfuerzos que emprende el gabinete de seguridad para trabajar con todo el interés y el empeño en este tema prioritario. No tiene excusas para atender su deber, mucho menos cuando el Ejecutivo estatal pone el ejemplo, al privilegiar la inversión en tecnología, infraestructura y equipo, así como en estímulos y salarios a elementos policiacos, para consumar ésta que es una de las principales demandas de la ciudadanía. ¡Ya basta de omisiones!