Se dice que la mayor muestra de solidaridad que pueden expresar las mujeres que ocupan espacios públicos es encaminar el bienestar social para más mujeres.
Este 2024, como sabemos, llegó una mujer a la Presidencia de México, y se espera que las políticas de género tengan un gran auge, porque, adicionalmente, a partir del próximo año, sumarán 13 mujeres gobernadoras en el país, hecho inédito que verá marcada la calidad de las acciones y los programas implementados con perspectiva de género.
En el caso de Tlaxcala, la gobernadora Lorena Cuéllar ya lleva tres años implementándolos, por lo cual Tlaxcala registra el mayor número de mujeres beneficiadas, ya que su administración ha destinado un presupuesto histórico al combate de la desigualdad social, en beneficio principal de las mujeres como sector prioritario, como podemos revisar a continuación.
Hoy, poco más de seis de cada 10 programas gubernamentales están dirigidos a mujeres, y la lógica de esta decisión es clara. Por un lado, garantizar a las mujeres el goce de sus derechos y generar escenarios de equidad que les brinden oportunidades de desarrollo y crecimiento, y por otro, fortalecer los núcleos familiares para abatir los rezagos sociales.
Lorena Cuéllar lo ha expresado en una frase: “apoyar a una mujer, es ayudar a una familia entera”, y bajo esa visión, su gobierno ha establecido líneas de acción que atienden los problemas de las mujeres.
Para favorecer su autonomía financiera, más del 65 % de los créditos otorgados por el FOMTLAX y por la Secretaría de Desarrollo Económico se destinan a mujeres emprendedoras para hacer crecer sus negocios. También, la Secretaría de Impulso Agropecuario respalda los proyectos productivos de mujeres en el ámbito agropecuario, contribuyendo así a su autonomía económica y bienestar familiar.
A través del DIF Estatal, el Programa Jefas de Familia brinda un apoyo sin precedente a las madres solteras que se animan a iniciar su primer negocio, y la Secretaría de Bienestar Estatal logró triplicar el presupuesto asignado a proyectos de mujeres de origen indígena.
La mandataria estatal ha constatado en los últimos meses el impacto del trabajo que su administración desarrollo en favor de las mujeres, mediante las giras que encabeza periódicamente por los municipios.
Las acciones de equipamiento para vivienda, como calentadores, electrodomésticos, puertas y ventanas, tinacos, y estufas ecológicas, inciden en la vida cotidiana de mujeres en situación vulnerable, al igual que los subsidios económicos para adquirir despensas o comidas calientes, en favor de madres solteras en situación de pobreza y sus hijos.
Como nunca, se fomenta ahora la alimentación materna mediante la adecuación espacios de lactancia en oficinas estatales abiertas al público; el número de ultrasonidos y mastografías para la prevención del cáncer de mama en los municipios es el más alto del que se tenga reporte, y el trabajo preventivo en salud para niñas y mujeres incide en las tasas de mortalidad.
Además, para avanzar en la atención y combate a la violencia de género, el trabajo transversal de las dependencias estatales permite la proximidad con las víctimas y su protección, y facilita su denuncia.
El DIF Estatal creó un refugio para mujeres víctimas de violencia y sus hijos; la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y Ofendidos, prácticamente, cuadruplicó los módulos en los que acompañan y orientan a las usuarias en todo su proceso; el Centro de Justicia para las Mujeres fue equipado; y se puso en marcha la Policía de Género, para mitigar la violencia doméstica, el acoso callejero y otros delitos contra las mujeres.
Definitivamente, la tarea no está completa, pero es relevante reconocer que hay una actitud distinta y trabajo constatable que beneficia a las mujeres en la entidad. Y con la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de México, se espera un fortalecimiento al impulso de las políticas en favor de las mujeres que, con seguridad, propiciará incluso una base amplia para dignificar los hogares y brindar bienestar a las familias.