Esta semana se dieron a conocer los resultados de la incidencia delictiva nacional correspondientes al mes de julio de este año.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reveló que en el país se cometieron 176 mil 413 presuntos delitos, lo que indica un ligero aumento de 0.8% respecto al mes previo, cuando se reportaron 175 mil 036.
En el caso de Tlaxcala, se cuantificaron 274 presuntos delitos, esto es, 1% menos respecto a junio, que cerró en 277.
La importancia de las estadísticas radica, precisamente, en la posibilidad de cuantificar situaciones concretas y de disponer de elementos que permitan hacer análisis, lo cual, sin duda, es importante cuando se trata de políticas gubernamentales y determinaciones administrativas.
En Tlaxcala, el dato duro, la cifra fría, permite establecer dos premisas.
La primera es que, en julio, fue el estado con la menor incidencia del país, como se puede verificar en los datos públicos difundidos por el gobierno federal; y la segunda, que la entidad sumó ya 24 meses con ese estatus, es decir, como el estado con menos delitos en México.
Sin embargo, el análisis no termina ahí. Si se observa con cuidado, Tlaxcala se ha despegado de Yucatán, que en su momento se consideró el estado más seguro. En junio reportó 302 presuntos delitos, y en julio, 336, lo que indica un aumento de 11.3%, situación alejada a la de nuestra entidad.
Además, la situación geográfica de ambas entidades hace más meritorio los esfuerzos que se realizan en Tlaxcala para llevar al mínimo los niveles de inseguridad.
Yucatán colinda con Campeche, el tercer estado más seguro, con 748 delitos; y con Quintana Roo, que reportó 4 mil 611 en el mes de julio.
En cambio, Tlaxcala tiene vecindad con el Estado de México, la entidad federativa con más delitos, con 30 mil 696; con Puebla, el octavo estado más inseguro, con 7 mil 179; y con Hidalgo, que, con 3 mil 798 delitos, tiene una incidencia delictiva 13 veces superior a la de nuestro estado.
Estas valoraciones resultan oportunas para identificar que el trabajo que se emprende en Tlaxcala en materia de seguridad pública, le permiten contar con condiciones de tranquilidad y paz social muy superiores a las del resto de las entidades federativas.
Mientras Tlaxcala mantiene la incidencia delictiva más baja de México, pese a estar rodeado de estados que, en conjunto, acumularon 41 mil 673 delitos en julio, Yucatán cuenta con la segunda menor incidencia delictiva del país, rodeado por el Golfo de México y entidades que sumaron el mes pasado 5 mil 359 delitos.
La información difundida por el órgano operativo encargado de ejecutar y dar seguimiento a los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) permite advertir que la decisión del gobierno estatal de abatir el rezago en infraestructura, equipamiento, tecnología y capacitación en materia de seguridad, le ha permitido a Tlaxcala recuperar condiciones para fomentar el desarrollo económico y turístico.
El estado ha hecho de nuevo de la seguridad una ventaja competitiva, como lo han reconocido líderes empresariales, presidentes de organismos deportivos internacionales y, recientemente, el embajador de Estados Unidos en México.
Todo lo anterior permite darles valor estratégico a las inversiones que, en temas de seguridad, ha autorizado el gobierno estatal, que ascienden a más de mil millones de pesos en casi tres años, cifra inédita que expresa el grado de prioridad que esta materia tiene para la actual administración estatal.
Evidentemente, Tlaxcala no es una isla; sin embargo, el blindaje desarrollado a partir de las estrategias de seguridad se aprecia, a primera vista, en el mapa de la incidencia delictiva nacional, y lo perciben desde el exterior aquellos que ven en el estado oportunidades de desarrollo.
El estado ha hecho de nuevo de la seguridad una ventaja competitiva, como lo han reconocido líderes empresariales, presidentes de organismos deportivos internacionales y, recientemente, el embajador de Estados Unidos en México.