/ martes 16 de agosto de 2022

La popularidad del presidente Vs. los números de su gobierno

Hoy los mexicanos enfrentan una contradicción, un alto porcentaje aprueba al presidente y por otro lado no confían en la presidencia como institución. En democracia la confianza institucional sirve para medir la percepción de los ciudadanos que tienen frente a sus gobernantes, de ahí que la cifras demuestran un comportamiento atípico respecto de quien los gobierna y sus políticas implementadas.

A casi cuatro años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, llega con una aprobación del más de 63% de los mexicanos, es decir 3 puntos menos que con la que llegó al tomar posesión del cargo, sin embargo, aún sigue siendo alta, y eso se debe sin lugar a duda al carisma del mandatario y no necesariamente a su plan de gobierno.

Algunos teóricos relacionan el carisma político con el liderazgo. En materia electoral esta se relaciona con la simpatía que tiene el candidato con sus electores; ya en el gobierno, se traduce a la aprobación de los jefes de estado con sus gobernados. En ambos casos se refiere a la persuasión que poseen las personas frente a otras.

En este sentido, el carisma del presidente es innegable, así quedó demostrado con más del 53% de la preferencia electoral en las urnas, lo que representó más de 30 puntos de diferencia con el candidato que obtuvo el segundo lugar. Estos resultados se obtuvieron gracias a las promesas de campaña de “primero los pobres”, gobernar con el principio de austeridad y combatir la corrupción. El discurso propagado por el entonces candidato alcanzó para que Morena, el partido al que él representa, no sólo ganará la presidencia, sino la mayoría en las demás elecciones en juego. Lo ocurrido en 2018 y que se ha venido replicando en elecciones posteriores se debe en gran medida gracias a la figura del presidente.

AMLO llegó a la presidencia con el 66% de aprobación, misma que creció hasta cuatro puntos porcentuales por quienes creían que durante su gobierno mejoraría la economía. Su máxima aprobación la obtuvo en los primeros meses de su gobierno, en febrero del 2019 de acuerdo con la encuesta levantada por El Financiero el 86% de los mexicanos aprobaba al presidente. Desde entonces no ha tenido una cifra igual, la peor evaluación la obtuvo en 2020 en la primera ola de la pandemia que oscilaba entre el 50% y 54% dependiendo la casa encuestadora.

Sin embargo, esta aprobación del presidente no coincide con la percepción de los mexicanos respecto a los principales problemas que aquejan a la sociedad y que acabar con ellos fueron promesas de campaña. De acuerdo con datos recientes de El Economista el 50 % de los ciudadanos considera que la seguridad ha empeorado; el 84% consideran que la corrupción es mucha y, el 36% que la situación económica ha decaído.

Asimismo, de acuerdo con el Reporte de México Elige el 69% considera que sí hay desabasto en medicinas; el 40% está en desacuerdo con la militarización del país, el 65% considera que los productos han subido mucho. Respecto a la confianza institucional, el 47% de los mexicanos no confían en la Presidencia de la República y el 60% considera que sí hay corrupción en el gobierno de AMLO, sin embargo, pese a esas cifras, ante una posible revocación de mandato, más del 60% expresó que votaría por la permanencia del presidente.

Las cifras demuestran que la esperanza de la gente respecto a un cambio es mayor que la realidad en la que viven y que la popularidad del presidente no significa la aprobación a su gobierno.

*Colaboradora de Integridad Ciudadana Consejera Local del INE Estado de México