El sur del estado tiene en funciones a dos alcaldes, Luis Ángel Barroso Ramírez en Xicohtzinco y Leandra Xicohténcatl Muñoz en Mazatecochco, que no saben lo que es la lealtad.

Y es que cambiaron este año fácilmente de partido, dejando las filas del Partido de la Revolución Democrática y del Revolucionario Institucional para arrimarse al Movimiento Regeneración Nacional, en una táctica que refleja que en la política la ingratitud va por encima de la ética y la dignidad.

Y en esto, abonan más a la pérdida de credibilidad de todos los partidos políticos; ninguno se salva, cuando las incoherencias son pan de todos los días, en el afán de controlar el poder, por arriba de los intereses del pueblo.

Sus presidencias están cerradas y la oposición a los gobiernos no está dispuesta a ceder, por lo que el panorama es opaco, en cuanto a alcanzar condiciones de gobernabilidad y de unidad entre sus habitantes.

Mientras tanto, podremos ver a Barroso y Muñoz como morenistas, lo que viene a crear un panorama confuso y nada claro, aunque finalmente ambos deben abonar con simpatizantes al proyecto del partido dominante del poder público en el país y el estado. Para eso fueron convencidos, de actuar ingratamente a sus orígenes. ¿A cambio de qué? Ellos lo sabrán.

Y en ese malestar ciudadano contra las autoridades de la región, quien no se salvó de un ataque a su integridad física es la presidenta Leandra Muñoz Xicohténcatl, quien en el desfile del 16 de septiembre fue golpeada por vecinos con huevos, además de que le fue arrojada agua.

Alrededor de esta autoridad se han conjuntado detalles que en nada le ayudan; entre ellos está el que no ha entregado la cuenta pública, de lo que avanza en su ejercicio fiscal, desde septiembre de 2021.

También está pendiente jurídicamente la denuncia en contra del cabildo de Mazatecochco, por tomar protesta en la ciudad de Tlaxcala, fuera de su jurisdicción, lo que algunos juristas han hecho ver, que el cuerpo edilicio no tiene validez oficial, por lo que el Congreso local debe ratificar su desconocimiento, y dar paso a un concejo municipal.

LOS BACHES

En Zacatelco y en el sur del estado hay molestia con el gobierno del llamado corazón del sur, por su desidia de tener en condiciones adecuadas la carretera federal Puebla-Tlaxcala.

Esta vía fue municipalizada y corresponde al ayuntamiento darle mantenimiento, pero la actual administración, envuelta en problemas económicos por laudos laborales y su dudosa gestión de recursos, no tiene fondos para rehabilitar integralmente el espacio.

La semana pasada, el alcalde Hildeberto Pérez Álvarez reparó uno de los carriles de la zona alta, que accede por Tepeyanco y Huactzinco, pero se le olvidó hacerlo con el otro carril, que está también debilitado.

El presidente municipal solicta la paciencia al pueblo, como si se tratara de un gobierno que no recibe ningún peso para mantener estable la comuna.