/ miércoles 6 de noviembre de 2024

Nada Personal / A una semana

Este miércoles se cumple una semana de la tragedia en la empresa acerera Grupo Simec y hasta hoy no hay un dictamen oficial para saber con precisión qué fue lo que ahí sucedió.

Lo ocurrido la madrugada del 30 de octubre en la Planta 1 de la factoría ubicada en San Cosme Xaloztoc quedó marcado no sólo para los seres queridos de las 12 víctimas fatales, sino también para los trabajadores que con temor continúan sus labores en esa siderúrgica.

Así lo expresaron ayer al participar en una singular misa en el interior de la industria para orar por el alma de los fallecidos en condiciones por demás trágicas al perecer calcinados.

Y aunque de momento las autoridades federales y estatales respondieron al llamado de auxilio al ofrecer todo tipo de ayuda, además de mostrar su solidaridad, a siete días de los hechos que se convirtieron en noticia nacional e internacional, pareciera que ahora le apuestan al olvido al no hablar más del tema.

Mientras tanto, la industria acerera trasnacional mantiene su normal operación en el resto de sus naves para evitar pérdidas millonarias.

No sé usted, pero así como se ven las cosas pareciera que muchas de las promesas surgidas en la efervescencia del momento quedarán en eso, en promesas que difícilmente serán cumplidas.

Obligado por las circunstancias, Rufino Vigil González, mejor conocido en la industria siderúrgica como “El rey del acero”, arribó a Tlaxcala la tarde del miércoles 30 para sostener una reunión con la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros en el Salón Rojo de Palacio de Gobierno.

El dueño de Grupo Simec es uno de los empresarios más poderosos del país y de los pocos que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador incrementó su fortuna personal en 142 %, cuya riqueza se calcula en 3 mil 400 millones de dólares con cifras a este año, lo que le ha valido para colocarse en la posición número 9 de la lista de Millonarios 2024 de la revista Forbes México.

En ese cónclave, Vigil González puso sobre la mesa dos principales temas: el primero de ellos fue fijar responsabilidades con la empresa que Simec contrató en 2021 para hacer las actualizaciones de los equipos de trabajo, con el objetivo de saber lo que pudo originar el siniestro; es decir, se lavó parcialmente las manos para ceder esa responsabilidad a un tercero.

El segundo compromiso fue brindar apoyo económico a las familias de los 12 trabajadores fallecidos para que sus hijos continúen sus estudios básicos, de nivel medio superior y superior, aunado a la negociación para el pago de los respectivos seguros.

A su vez, la gobernadora Cuéllar Cisneros difundió un video 40 horas después de la tragedia en el que detalló que además de las indemnizaciones sociales, la industria también daría respaldo a las viudas y familiares dependientes de los fallecidos, para asegurar la cobertura médica y oportunidades laborales.

Asimismo, anunció la conformación de dos equipos interdisciplinarios de médicos, trabajadores sociales y psicólogos para brindar apoyo emocional y social a las familias, mientras que el Sistema Estatal DIF otorgará apoyos destinados a la creación de emprendimientos familiares para garantizar el sustento y la reactivación económica de las familias.

En el caso de Mauricio N., el único sobreviviente, se mantiene atendido en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, en la vecina ciudad de Puebla con quemaduras en rostro y manos, y derivado de los acuerdos logrados con la empresa, se comprometió a cubrir cualquier atención adicional que necesite, ya sea en un hospital del país o en el extranjero.

Todo ello suena bien, pero únicamente resta que se concrete porque ayer mismo, cuando familiares recurrieron a la oración, expresaron que a la par de que no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que ocurrió, tampoco hay nada claro de todos esos apoyos anunciados.

De hecho, para ellos no se trató de un accidente, como lo admitió Grupo Simec, sino que fue un homicidio por negligencia de la empresa, debido a que en las últimas semanas los obreros habían advertido que la estructura que soporta la olla en la que se funde el acero estaba dañada y los directivos de la empresa no actuaron ante la alerta, lo que a la postre le habría costado la vida a los 12 trabajadores.

FRIALDAD NUMÉRICA

Ya lo dijeron los expertos: los números son fríos, la muerte es definitiva y la enfermedad es un lapso de tiempo en que la vida se detiene y el cuerpo lucha por seguir en el planeta.

Sólo así se entiende la frialdad numérica de las autoridades gubernamentales que un día sí, y al otro también, afirman que vivimos en el estado más seguro de México.

Al difundirse esta semana el informe oficial “Incidencia Estatal de Violencia Feminicida” del Gobierno Federal, Tlaxcala se ubicó entre las entidades federativas con menor número de delitos contra las mujeres.

El reporte elaborado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana indica que el territorio tlaxcalteca registra las cifras más bajas, especialmente, respecto a ilícitos como feminicidio y homicidio doloso de mujeres.

Las estadísticas a cargo del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que, en materia de feminicidio, Tlaxcala se ubica en el lugar 27 a nivel nacional, con 56 casos, correspondientes al periodo de diciembre de 2018 a septiembre de 2024.

Por su parte, los datos del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia colocan a Tlaxcala en la posición 25 a nivel nacional en homicidio doloso de mujeres, con 54 casos, de enero de 2021 a septiembre de 2024.

Aunque eso indica que tales delitos se presentan en menor medida en el estado de Tlaxcala, que además ocupa el último lugar nacional en violación, lesiones dolosas y violencia familiar, con 131, 961 y 425 casos, respectivamente, de diciembre de 2018 a septiembre de 2024, la indignación social dice lo contrario.

El caso de Fernanda N., la joven de 23 años de edad asesinada en Totolac la semana pasada a manos de su esposo Cristian N. frente a su menor hijo de cuatro años de edad, es la mejor muestra.

Cómo decirle a los seres queridos de Fernanda N. que Tlaxcala tiene menor índice de feminicidios, según las estadísticas, cuando ellos no quieren saber de números, sino de castigo para el responsable de esta tragedia que nunca tuvo que haber ocurrido.

¿Acaso hablar de números no es normalizar la violencia feminicida? Es Pregunta que parece a afirmación.

ADIVINA ADIVINADOR…

- ¿A qué presidenta municipal se le fue la lengua al grado de tildar de ignorantes a sus gobernados?

Un dato: su nombre empieza con B de Blanca y su apellido con A de Angulo, quien por los hechos ocurridos el sábado 2 de noviembre en Tlalcuapan, por el rescate de un presunto ladrón en medio de gases lacrimógenos y agresiones físicas, dijo que la ignorancia de la ley no exime de responsabilidades a quienes linchen a una persona.