Contrario al PRI y sus frases como aquella que dice: “en política no hay sorpresas, sino sorprendidos”, en tiempos de la 4T eso ya cambió y ahora: “hay muchas sorpresas y más sorprendidos”.
Culminada la especulación sobre quiénes serán los candidatos para definir a los que serán los próximos representantes populares en el Congreso de la Unión, ahora viene el movimiento de las estructuras políticas y el ‘estire y afloje’ en los acuerdos por arriba y por debajo de la mesa de negociación.
Aunque algunos de los postulados no tendrán ningún inconveniente para conservar su curul, como es el caso de José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, precandidatos de Morena que van por la reelección en el Senado, la cosa no está fácil para los que pelearán la primera minoría.
Del lado del partido en el gobierno, la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros ya mueve sus piezas para que el exsecretario de Gobierno, Sergio González Hernández, quien se perfila para ser postulado por el Partido Verde Ecologista de México, le arrebate esa posición a Anabell Ávalos Zempoalteca, excandidata al gobierno estatal por los partidos PRI-PAN-PRD.
La jugada que el lorenismo ya maquina es dividir el voto de los fieles al presidente Andrés Manuel López Obrador para la dupla Álvarez-Rivera, mientras que toda la estructura del gobierno local sufrague de manera diferenciada y se incline por Sergio González, una táctica arriesgada, pero no imposible.
De Anabell Ávalos nadie regatea que cuenta con una carrera política destacada, pero todavía no sale a campaña y ya tiene en su contra a sus propios correligionarios que la critican por “agandallarse” la candidatura al Senado.
A eso hay que sumarle que los comités municipales del PRI están abandonados y cada vez son más los perfiles, como la diputada Diana Torrejón Rodríguez, que buscan cabida en Morena.
Ahora se entiende a qué se debe que el diputado federal, Mariano González Aguirre, rechazó la oferta no solo de ser dirigente estatal del PRI, sino también diputado plurinominal.
De las tres postulaciones a la Cámara Baja de Morena, la que generó mayor inconformidad es la de la petista oriunda de Nuevo León, Irma Garay Loredo, pues desde que asumió el cargo en 2021, no ha regresado a darle la cara a los tlaxcaltecas que le dieron el voto y se le ha visto muy poco, salvo cuando acude a reuniones políticas en restaurantes de la capital.
Por esa y muchas razones más, al perredista Manuel Cambrón Soria el cielo nublado que tenía le mandó un “rayito de esperanza” y si logra una efectiva campaña en el Distrito 3 tiene posibilidades de triunfo.
Si no hay cambios de última hora, todo indica que a Raymundo Vázquez Conchas le hizo justicia la revolución y será postulado en el Distrito II, cuando muchos pensaban que el diputado Vicente Morales sería el elegido o incluso la exmaratonista Madaí Pérez Carrillo, aunque los movimientos al interior de Morena no están concluidos.
En el Distrito I la cosa está pareja y aunque Alejandro Aguilar lleva mano, eso de ser diputado federal por tercera ocasión no es bien visto y por eso el empresario y exdiputado local Defino Suárez Piedras ya le pisa los talones al ganar simpatías, aunque Movimiento Ciudadano no sea una marca que le sume, eso, sin dejar de lado a la panista Mariana Jiménez Zamora, quien ya hace lo propio para posicionarse.
ADIÓS REELECCIÓN
No es por ser “ave de mal agüero” pero así como se ven las cosas, bastaron unos cuantos días para que se desvaneciera el proyecto reeleccionista del alcalde de Huamantla, Salvador Santos Cedillo.
Uno de los dichos populares de AMLO es aquel que dice: “cuando el río suena, agua lleva” y el tema que hoy está de boca en boca entre los huamantlecos es la muerte del empresario vendedor de autos y de bienes raíces Jorge N., secuestrado el 14 de enero pasado junto al hermano del alcalde, pero el primero fue cobardemente asesinado, mientras que el consanguíneo de Salvador Santos liberado sano y salvo.
En el Pueblo Mágico todos se conocen y saben no sólo la forman en que operan los grupos delincuenciales, sino a qué bando pertenece cada uno, sobre todo el de los llamados “jarochos”, avecindados en Huamantla hace poco más de dos años.
Es cuestión de que la Procuraduría escarbe un poco más para destejer toda esa maraña, claro, si es que existe voluntad de la titular Ernestina Carro Roldán.
