/ miércoles 12 de junio de 2024

Nada Personal / Ganones

A toro pasado, una vez más queda demostrado que en una elección el que gana no siempre gana todo y el que pierde no siempre pierde todo.

Como muestra la salvación de registro de los partidos locales: Redes Sociales Progresistas, Nueva Alianza Tlaxcala y Fuerza por México, pero además la primera minoría de la priista Anabell Ávalos Zempoalteca, quien logró colarse al Senado de la República pese a su estrepitosa caída en votos de la elección de 2021 a la de 2024 y qué decir de la diputación plurinominal para la panista Miriam Martínez Sánchez, pese a sus vergonzosos resultados como dirigente del albiazul.

Si hablamos de que perdiendo también se gana, ahí está el diputado con licencia Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, quien pese a su tropiezo en el Distrito 12, su madre, la expresidenta municipal de Texoloc, Maribel Cervantes Hernández, logró entrar por la vía plurinominal y, desde ahí, el “clan Covarrubias” se convertirá en seria oposición al pintar su raya con el partido en el gobierno a nivel local, aunque en lo nacional PT y Morena sean aliados.

Otras que ganaron en la derrota son la representante de Movimiento Ciudadano, Sandra Aguilar Vega; la priista Blanca Águila Lima y la perredista Laura Yamili Flores Lozano, de quienes resta ver su actuar desde el Poder Legislativo para saber si se convertirán en verdadera oposición o la simulación será su carta de presentación.

El Partido Alianza Ciudadana, propiedad de Héctor Ortiz Ortiz, también ganó una enésima diputación al postularse el exgobernador en su calidad de presidente del Consejo Mayor, cuyo ingreso se antoja sugestivo ante el papel que asumirá en este escenario visto únicamente cuando el otrora poderoso PRI ganaba todo para su causa y le daba una pequeña oxigenación a la oposición vía las “pluris”.

Impugnación

Pero si de ganar y perder se trata, la mejor muestra es el cada vez más polémico caso de la diputada con licencia, Marcela González Castillo, quien buscaba la reelección por la vía plurinominal (por la que ingresó en 2021), pero ayer tuvo que recurrir a una impugnación al ganar Morena -en un escenario no previsto- los 15 distritos locales y con ello momentáneamente quedar fuera ante la sobrerrepresentación.

El tema es por demás atractivo no solo porque se trata de una morenista que ha demostrado a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros su eficiencia como operadora política, sino porque previo al 2 de junio existían proyectos para ella y el grupo político que encabeza su suegro, el exgobernador Alfonso Sánchez Anaya.

Tan es así que el nombre de Marcela González llegó a sonar como posible candidata al Senado de la República, en caso de no favorecerle la preferencia a su esposo, Alfonso Sánchez García.

El resto de la historia es conocida, Alfonso Sánchez García fue postulado a la alcaldía capitalina por Morena y obtuvo el triunfo con un holgado margen sobre Minerva Hernández Ramos, candidata de la coalición PRI-PAN.

Lo que la madrugada del tres de junio Marcela González Castillo no imaginó es que, a la par de festejar el triunfo de su esposo, la reelección se le estaba yendo como agua entre las manos al conocerse más tarde los cómputos finales.

Movimiento Regeneración Nacional (Morena) arrasó en las diputaciones locales y, salvo en el Distrito 15, donde Ana Bertha Mastranzo Corona superó por menos de 20 votos a Guillermo Jorge Hueyotlipan Barrón, de Movimiento Ciudadano, en el resto la diferencia entre el primer y segundo lugar es brutal.

Aunque algunos aventurados se han adelantado a decir que la estrategia es sacrificar la diputación que democráticamente ganó Ana Bertha Mastranzo, lo cierto es que en la impugnación presentada la tarde de ayer ante el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), lo que Marcela González principalmente pide es un recuento de votos en el Distrito 10, donde al ganador, Miguel Ángel Caballero Yonca, presumiblemente le quitaron votos asentados en actas, lo que afectaría sustancialmente la votación validada a nivel estatal.

González Castillo aduce que el Programa de Resultados Electorales Preliminares refleja una evidente discrepancia de votos obtenidos de forma individual en el Distrito 10, con cabecera en Huamantla, toda vez que Morena obtuvo 12 mil 598 votos, pero el acuerdo ITE-CG 223/2024 marca únicamente 10 mil 986, es decir, una diferencia de mil 612 sufragios.

No hay que perder de vista la impugnación de Marcela González porque de confirmarse que hay votos mal contados dentro de las urnas del Distrito 10, se comprobaría que “de forma arbitraria y sin justificación alguna”, como lo refiere su impugnación, se le quitaron votos a la ciudadanía, lo cual genera incertidumbre ante la diferencia del cómputo preliminar y el cómputo distrital, lo que violentaría los principios de certeza y seguridad jurídica, así como el de transparencia que debe prevalecer en los procesos electorales.

Lo anterior pondría en jaque tanto al TET como al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones al definir si esos argumentos son determinantes para los resultados y proceder a modificar la fórmula de representación proporcional, aprobada el pasado domingo nueve de junio.

Ya sea en un escenario u otro, es decir, si le quitan un legítimo triunfo en el Distrito 15 a Ana Bertha Mastranzo o bien se vuelven a contar los votos en el Distrito 10, la perversa idea del secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez, es muy arriesgada y, sin duda, dejará heridas muy marcadas.

De momento, resulta curioso el silencio guardado por el partido en el gobierno ante los rumores de que, sí o sí, Marcela González debe formar parte de la próxima legislatura local, pues evidenciaría una cultura totalmente antidemocrática, pese a los mayoritarios triunfos para la presidencia de la República, las gubernaturas, las senadurías, la Cámara de Diputados, el Congreso local y la mayoría de alcaldías.

De las impugnaciones que presentó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito 04, con cabecera en Apizaco y del Partido del Trabajo en el 08, de Contla, por presumibles delitos electorales, mejor ni hablamos, pues seguramente las volverán a perder en la mesa al carecer de pruebas fehacientes de sus dichos.