Si lo que la Procuradora Ernestina Carro Roldán pretendía con su reciente video era desviar la atención y opacar el Primer Informe de Gobierno de su jefa, lo hizo muy bien.

Pero si lo que quería era destacar el trabajo de la dependencia que encabeza al capturar a cuatro elementos del Ejército Mexicano por presuntamente cometer el delito de secuestro, lo hizo mal.

Ya lo dijo el viejo y conocido refrán: “zapatero a tus zapatos” y, una vez más, queda demostrado que la titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no debería salir a medios de comunicación a declarar.

Nadie duda de la capacidad que en materia de leyes tiene la profesional del Derecho, pero de eso a asumir la función de vocera en materia de seguridad de un Gobierno del Estado, hay un mundo de distancia.

Tiene toda la razón Enrique “El Perro” Bermúdez ahora que está en el mundial #Qatar2022: “la tenía, era suya… y la dejó ir”.

O lo que es lo mismo: la dependencia encargada de procurar justicia “quiso hacerla de sexto año... y la terminó de kindergarten”.

De quién habrá sido la idea grandota de que Ernestina Carro Roldán anunciara la captura de cuatro integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional por el secuestro de una familia a través de un video con cuatro hombres detrás de ella portando armas largas y flanqueándola.

El cuadro visual de inmediato provocó todo tipo de reacciones, desde quienes pensaron que se trataba de un montaje que hicieron los “conservadores” para manchar la imagen del gobierno, sin dejar pasar las banderas mal acomodadas en el escritorio, su mala postura y los divertidos memes.

Pero pongámonos serios y vayamos más allá para preguntarnos: ¿acaso no hay quien -o no deja- que le orienten en materia de comunicación?

Para cerrar el tema, solo agrego que un mensaje tan poderoso y positivo como es la detención de una presunta banda de secuestradores no fue aprovechado por la procuradora y la narrativa de que en Tlaxcala no hay impunidad y que aquí se aplica la ley sin distingo alguno, se perdió en el aire.

Lo he dicho en anteriores ocasiones y hoy lo ratifico: la buena imagen y aceptación que tiene la gobernadora del Estado, Lorena Cuéllar Cisneros, se ve empañada por los errores de sus subordinados.

Para fortuna de los subordinados del gobierno en turno, la mandataria tlaxcalteca tiene una preparación de décadas que la hace sortear errores a través de un poderoso discurso.

Otro tema que resulta cuestionable es que, en el secuestro de la familia de Tlaxco, la PGJE quiso vanagloriarse al dar a conocer la pronta detención con bombo y platillo y, como vimos, en ese intento cometió varios errores. No obstante, en otros casos que han estremecido a la opinión pública, la dependencia se ha mantenido hermética y le apuesta al olvido. No hay que omitir que de enero a octubre de 2022 se han registrado en Tlaxcala 113 homicidios dolosos y dos secuestros, la gran mayoría sin aclarar.