/ lunes 26 de agosto de 2024

Punto Ciego / Nuevo amanecer en municipios

¡Menos días, Tlaxcala! Otra vez por aquí dando, que es gerundio, mi visión de lo que desde mi atalaya veo sobre aconteceres que a diario son comidilla social.

Así es. Les decía al inicio que ya son menos días los que faltan a los ayuntamientos para dejar sus correspondientes cargos, con excepción de los que buscaron y lograron la reelección. Por eso andan crispados quienes en unos días verán suspendidos sus ingresos. Pero así es esto, lo que empieza termina.

Por otro lado, quienes llegarán o ya tienen promesa de entrar a la nómina del señor, en muchos casos de la señora, ocupan las horas en afilar sus espadas para llegar con ellas desenfundadas y listas para cualquier “desaigre”. No pocos y pocas han pedido un prestamito para mercar su ajuar y estar a la altura de sus nuevos puestos.

Ignoro si me lean, o tal vez me lean pero no harán el menor caso. Aun así me atreveré a dar una sencilla recomendación a los nuevos titulares de las 60 alcaldías: No dejen de leer el capítulo 22 de El Príncipe, centenaria obra de Nicolás Maquiavelo:

“No es de poca importancia para un príncipe la buena elección de sus ministros, los cuales son buenos o malos según la prudencia de que él usó en ella (…) Cuando ellos son de una suficiente capacidad, y se manifiestan fieles podemos tenerle por prudente a él mismo, porque ha sabido conocerlos bastante bien y sabe mantenerlos fieles a su persona”.

La elección de funcionarios y empleados en un ayuntamiento habla del buen o mal juicio de la autoridad municipal. Todos los presidentes (as) municipales, junto con sus respectivos cabildos, fueron electos por los ciudadanos y a ellos deben responder, pero la designación de sus colaboradores es responsabilidad de quien los nombra, así que también es causante de sus buenas o malas acciones. No se vale que, si las cosas salen mal, le echen la culpa al funcionario o trabajador. Insisto: por los nombramientos los conoceréis.

CICLO ESCOLAR

A veces hay que voltear a conocer las ideas de los otros para comprender las nuestras. Con respecto a la educación, en algún lugar escuché decir al destacado académico europeo, Luis Fernando Vilchez Martín que: “Una sociedad que no respeta, no tiene consideración y no ama a sus maestros, es una sociedad sin futuro. Las sociedades que más aman a sus maestros, son las que más han crecido”.

Hoy lunes inician las clases presenciales en las aulas de educación básica y muchos números se harán públicos. Cuántos maestros, cuántos alumnos hombres y mujeres, cuánto se ha invertido en educación, cuántas escuelas tenemos, etcétera.

En Tlaxcala contamos con una histórica y destacada vocación magisterial, tan es así que en todas partes del país ejerce su profesión un profesor de origen tlaxcalteca, o que se preparó académicamente en una de las escuelas establecidas en nuestro territorio.

Como sociedad debemos recuperar el respeto que no hace mucho se le tenía a los profesores. Como padres de familia no les exijamos que sustituyan el hogar, eso nos toca a nosotros como parte de la educación de nuestros descendientes. Por ello, si observa que alguno de sus hijos muestra actitudes fuera de lo común, no tenga temor y platíquelo con su maestro, tal vez tiene un problema en la escuela o en el hogar, que pueda atenderse a tiempo por padres y maestros, no por padres o maestros.

Si bien es importante dotar al profesorado de los elementos materiales necesarios para que ejerzan su noble profesión, es más importante sumarnos a ellos en lo que nos corresponde, no como inspectores de su trabajo sino como coadyuvantes de las tareas educativas que exige esta etapa de la humanidad tan rebosante de tecnología.

¿Alguna vez le ha expresado un “gracias” al maestro de sus hijos? No es necesario mandarle diario su manzana, a veces una sola sonrisa es suficiente. La pandemia, que no acaba de irse, nos enseñó lo difícil que es cuidar de los menores en los hogares; póngase en sus zapatos, pues a diario deben atender varias decenas de ellos.

Sumemos esfuerzos, no multipliquemos problemas en la educación. Es verdad que en todo sistema educativo se presentan diferencias de opinión, pero son mucho más las coincidencias que nos identifican. Si en lo que nos corresponde no apoyamos a nuestros maestros, ¿cómo les echaremos en cara su falta de trabajo?

PUYAZO

No hay vuelta de hoja. Al parecer, gracias al error de una sola persona la frecuencia 99.5 de Radio Universidad está perdida. Lo que sigue es la posibilidad de adquirir otra frecuencia radial que desde hace varios meses puso el gobierno federal a licitación.

La historia completa del desaguisado universitario sería un buen caso para Perry Mason y ya se las contaré a detalle. Para quien no lo vio o no lo recuerda, allá en los sesentas Perry Mason fue un personaje de las series televisivas de la época que ejercía la abogacía y luchaba duramente por sus clientes; gustaba de atender casos poco comunes o sin alguna esperanza. ¡Lástima sea un personaje de ficción!

Mientras tanto, ¿qué pasará con el personal que ahí laboraba, o labora por aquello de que “Radio Universidad está en mantenimiento”? ¿Seguirá la Universidad pagando su salario? ¿Mientras se resuelve el tema, se quedarán a la deriva? ¿Alguien o alguna dependencia los captará? Ya lo sabremos. Mientras tanto, el Rector recién designó a Arnulfo Diazcasales Zapata como su secretario particular y regresó a Laura García Espinoza como directora de comunicación. Ahora esperemos que las actividades de Diazcasales no se contrapongan con las del Dr. Pimi, a quien de consuelo le crearon el cargo de coordinador general del Staff de Rectoría.


¡Menos días, Tlaxcala! Otra vez por aquí dando, que es gerundio, mi visión de lo que desde mi atalaya veo sobre aconteceres que a diario son comidilla social.

Así es. Les decía al inicio que ya son menos días los que faltan a los ayuntamientos para dejar sus correspondientes cargos, con excepción de los que buscaron y lograron la reelección. Por eso andan crispados quienes en unos días verán suspendidos sus ingresos. Pero así es esto, lo que empieza termina.

Por otro lado, quienes llegarán o ya tienen promesa de entrar a la nómina del señor, en muchos casos de la señora, ocupan las horas en afilar sus espadas para llegar con ellas desenfundadas y listas para cualquier “desaigre”. No pocos y pocas han pedido un prestamito para mercar su ajuar y estar a la altura de sus nuevos puestos.

Ignoro si me lean, o tal vez me lean pero no harán el menor caso. Aun así me atreveré a dar una sencilla recomendación a los nuevos titulares de las 60 alcaldías: No dejen de leer el capítulo 22 de El Príncipe, centenaria obra de Nicolás Maquiavelo:

“No es de poca importancia para un príncipe la buena elección de sus ministros, los cuales son buenos o malos según la prudencia de que él usó en ella (…) Cuando ellos son de una suficiente capacidad, y se manifiestan fieles podemos tenerle por prudente a él mismo, porque ha sabido conocerlos bastante bien y sabe mantenerlos fieles a su persona”.

La elección de funcionarios y empleados en un ayuntamiento habla del buen o mal juicio de la autoridad municipal. Todos los presidentes (as) municipales, junto con sus respectivos cabildos, fueron electos por los ciudadanos y a ellos deben responder, pero la designación de sus colaboradores es responsabilidad de quien los nombra, así que también es causante de sus buenas o malas acciones. No se vale que, si las cosas salen mal, le echen la culpa al funcionario o trabajador. Insisto: por los nombramientos los conoceréis.

CICLO ESCOLAR

A veces hay que voltear a conocer las ideas de los otros para comprender las nuestras. Con respecto a la educación, en algún lugar escuché decir al destacado académico europeo, Luis Fernando Vilchez Martín que: “Una sociedad que no respeta, no tiene consideración y no ama a sus maestros, es una sociedad sin futuro. Las sociedades que más aman a sus maestros, son las que más han crecido”.

Hoy lunes inician las clases presenciales en las aulas de educación básica y muchos números se harán públicos. Cuántos maestros, cuántos alumnos hombres y mujeres, cuánto se ha invertido en educación, cuántas escuelas tenemos, etcétera.

En Tlaxcala contamos con una histórica y destacada vocación magisterial, tan es así que en todas partes del país ejerce su profesión un profesor de origen tlaxcalteca, o que se preparó académicamente en una de las escuelas establecidas en nuestro territorio.

Como sociedad debemos recuperar el respeto que no hace mucho se le tenía a los profesores. Como padres de familia no les exijamos que sustituyan el hogar, eso nos toca a nosotros como parte de la educación de nuestros descendientes. Por ello, si observa que alguno de sus hijos muestra actitudes fuera de lo común, no tenga temor y platíquelo con su maestro, tal vez tiene un problema en la escuela o en el hogar, que pueda atenderse a tiempo por padres y maestros, no por padres o maestros.

Si bien es importante dotar al profesorado de los elementos materiales necesarios para que ejerzan su noble profesión, es más importante sumarnos a ellos en lo que nos corresponde, no como inspectores de su trabajo sino como coadyuvantes de las tareas educativas que exige esta etapa de la humanidad tan rebosante de tecnología.

¿Alguna vez le ha expresado un “gracias” al maestro de sus hijos? No es necesario mandarle diario su manzana, a veces una sola sonrisa es suficiente. La pandemia, que no acaba de irse, nos enseñó lo difícil que es cuidar de los menores en los hogares; póngase en sus zapatos, pues a diario deben atender varias decenas de ellos.

Sumemos esfuerzos, no multipliquemos problemas en la educación. Es verdad que en todo sistema educativo se presentan diferencias de opinión, pero son mucho más las coincidencias que nos identifican. Si en lo que nos corresponde no apoyamos a nuestros maestros, ¿cómo les echaremos en cara su falta de trabajo?

PUYAZO

No hay vuelta de hoja. Al parecer, gracias al error de una sola persona la frecuencia 99.5 de Radio Universidad está perdida. Lo que sigue es la posibilidad de adquirir otra frecuencia radial que desde hace varios meses puso el gobierno federal a licitación.

La historia completa del desaguisado universitario sería un buen caso para Perry Mason y ya se las contaré a detalle. Para quien no lo vio o no lo recuerda, allá en los sesentas Perry Mason fue un personaje de las series televisivas de la época que ejercía la abogacía y luchaba duramente por sus clientes; gustaba de atender casos poco comunes o sin alguna esperanza. ¡Lástima sea un personaje de ficción!

Mientras tanto, ¿qué pasará con el personal que ahí laboraba, o labora por aquello de que “Radio Universidad está en mantenimiento”? ¿Seguirá la Universidad pagando su salario? ¿Mientras se resuelve el tema, se quedarán a la deriva? ¿Alguien o alguna dependencia los captará? Ya lo sabremos. Mientras tanto, el Rector recién designó a Arnulfo Diazcasales Zapata como su secretario particular y regresó a Laura García Espinoza como directora de comunicación. Ahora esperemos que las actividades de Diazcasales no se contrapongan con las del Dr. Pimi, a quien de consuelo le crearon el cargo de coordinador general del Staff de Rectoría.