Por increíble que parezca, no hace mucho celebramos conjuntamente la felicidad. Esto empezó en 2013 cuando la ONU decidió promover el 20 de marzo como una fecha concreta para festejar el día internacional de la felicidad, cuyo objetivo es el “reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”.
A pesar de las adversidades mundiales como la pandemia y la avaricia humana, está claro que la felicidad es una circunstancia humana irreprimible. Los seres humanos somos felices por condición.
En este contexto, el Índice Mundial de la Felicidad 2021 estableció que los países más felices son Finlandia, Islandia, Dinamarca, Suiza, Países Bajos, Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Austria, Israel, Australia, Irlanda, Canadá, Estados Unidos, Costa Rica, hasta ubicar a México en el lugar número 36 a nivel planeta, superados también en felicidad por Guatemala, Uruguay y Brasil; países de la región que son más felices que nosotros.
Y esto viene a cuento porque precisamente en esta semana el INEGI publicó la Encuesta Nacional de Bienestar Autoreportado (ENBIARE 2021), donde se informa “la visión del bienestar cuyo punto de partida es la perspectiva de la persona, vinculando distintas dimensiones de su vida y de su existencia social”.
En otras palabras, la encuesta responde ¿Qué tan felices somos los mexicanos? Y si usted es de los que piensa que a pesar de todos los infortunios que vive nuestro país no se puede ser feliz, se equivoca.
Los datos del INEGI demuestran que México está feliz feliz feliz: en una escala de 0 a 10, los mexicanos en general respondimos que nos encontramos en un 8.4 de felicidad. Pero cabe precisar que esto no es una condición que esté asociada a la política o las condiciones socioeconómicas que prevalecen en el país.
Justamente el INEGI midió qué es lo que nos hace felices a los mexicanos, y encontró que, la vida privada es la condición que más nos hace felices. En contraste, la vida pública es lo que más nos da tristeza, siendo la inseguridad y los servicios públicos los dos grandes dilemas que nos impactan en el estado de ánimo.
- A diferencia de otras ediciones, en esta ocasión el INEGI hizo el esfuerzo por desagregar los datos para ubicar las entidades de la república mexicana que son más felices que otras; ahí los punteros en el ranking de felicidad más alta son Nuevo León, seguido de Colima, Coahuila, Baja California, Chihuahua y Sinaloa.
Contrario a este pico de felicidad, se encuentran en el fondo del ranking Tlaxcala, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Puebla y, en el último lugar, la Ciudad de México.
A la pregunta ¿Qué es lo que necesita un mexicano para ser feliz en México? La respuesta es relativamente “sencilla” y contundente con los datos del INEGI: se necesita un hogar, una relación de pareja, una familia, la libertad de decidir por uno mismo, reconocimiento hacia nuestra persona y una mascota.
Sobre este último punto, destaca que los datos del INEGI demuestran que el 87.5% de los mexicanos ha practicado la empatía con la vida no humana. Lo que se traduce en que 73.4% de la población cohabita con mascotas. Ergo, en 25 millones de hogares viven casi 80 millones de mascotas; siendo la especie canina la que prevalece en los hogares con 43.8 millones, seguido de los gatos con 16.2 millones, y los 20 millones restantes de fauna diversa, donde destacan aves, peces y reptiles.
Si alguien tiene la curiosidad de saber ¿Quiénes son menos felices, los hombres o las mujeres? “El Inegi resaltó que existe una brecha de género en la medición del bienestar nacional, ya que las mujeres son menos felices debido a sus experiencias personales y sociales”: en otras palabras, a la violencia de género, lo cual está directamente ligado a la ansiedad, la inseguridad y la depresión.
Finalmente, del análisis de la encuesta se puede concluir que la vida privada (lo que sucede en nuestro ámbito familiar y de pareja) es lo que más nos hace felices como población. Siendo el ámbito público lo que más tristeza nos provoca, al grado que, un dato contundente es aquel que muestra que, en participación comunitaria, en una escala de 0 a 100, solo 16.5% de la población participa en tanto que el restante 83.5 se muestra apático o no participa en los asuntos públicos o comunitarios. Pues la participación no es un asunto que le provea al mexicano de reconocimiento o satisfacción alguna. Y eso si que es una tristeza cumplida.
- Vladimir Juárez. Analista Político
- Colaborador de Integridad Ciudadana A.C. @Integridad_AC @VJ1204