Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. El mes pasado, sostuvimos una reunión en Palacio de Gobierno con autoridades estatales y federales para dar atención urgente a la plaga de gusano descortezador que está afectando al bosque del Parque Nacional La Malinche.
En esa ocasión, asumimos una serie de acuerdos para contener y remediar el deterioro que sufre esta zona forestal, cuya montaña es emblema de todos los tlaxcaltecas.
Por esa razón, hace unos días, propusimos reformas y adiciones a los artículos 418 y 419 del Código Penal Federal en Materia de Delitos contra el Ambiente, Gestión Ambiental y Biodiversidad para incrementar la pena de 5 a 20 años de prisión, y la sanción económica, de mil a 10 mil días de salario mínimo, a fin de fortalecer la protección de los bosques y el Estado de Derecho, no solo en Tlaxcala, sino en todo México.
A título personal, consideramos necesario federalizar los delitos ambientales con una tipificación única, que sea aplicable en todo el país, pues delitos como la deforestación, por tala clandestina, afecta a más de 60 mil hectáreas por año, según un estudio de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
En el caso del Parque Nacional La Malinche, que comparten los estados de Tlaxcala y Puebla, a diario se observan actividades ilegales relacionadas con la deforestación, a pesar de que esta zona cuenta con casetas de vigilancia, lo que significa que no son un filtro eficaz para la protección del bosque.
Datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) han ubicado 108 zonas críticas forestales, aun cuando en la década pasada se crearon los Programa Cero Tolerancia a la Tala Clandestina y el Programa de Combate a la Tala Clandestina, los cuales, al paso de los años, demostraron ser ineficaces para enfrentar este grave problema que afecta a todos los bosques, no sólo a parques nacionales o áreas naturales protegidas.
De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se calcula que un 70 por ciento de la madera que se consume en el país es de origen ilegal, lo que nos permite imaginar la cantidad de árboles que son cortados sin restricciones ni medidas de remediación para mantener el cuidado del bosque.
Estimados tlaxcaltecas: como lo ofrecimos, estamos dando seguimiento a diversas peticiones ciudadanas en materia ambiental, entre ellas, solucionar el deterioro de los bosques, y por eso demandamos justicia ambiental integral, para que quienes saqueen nuestros recursos naturales merezcan cárcel y sin derecho a fianza.
Recientemente, caminando por la Laguna de Acuitlapilco, coincidimos con un grupo de jóvenes e intercambiamos puntos de vista sobre nuestra preocupación por La Malinche. Les comenté que hemos estado presentes en esa región, escuchando las propuestas de la población para trabajar en el rescate de este importante icono tlaxcalteca.
Hace algunas semanas, me reuní con personal de instituciones federales del sector medioambiental para analizar la situación de La Malinche, y es preocupante conocer que existen al menos 500 hectáreas afectadas por el gusano descortezador. Hablamos de miles de árboles tan dañados que deben ser retirados pronto, pues de lo contrario, en poco tiempo, esa extensión afectada podría duplicarse.
Y a pesar de que las instancias federales han solicitado el apoyo del gobierno estatal, su actuación ha sido insuficiente. Se necesita que aumente el número de brigadas para monitorear La Malinche, y que destine más presupuesto para contrarrestar sus problemas. También se requiere que los presidentes municipales de los 11 municipios con injerencia en esta área natural se involucren y regularicen los predios de los campesinos que lo soliciten para poner más orden y darles certeza jurídica.
Es lamentable que, por falta de interés, perdamos poco a poco nuestro patrimonio natural. Necesitamos solidarizarnos, como lo piden los ciudadanos que se esfuerzan por cuidar nuestros bosques. Esperemos que las autoridades estatales y municipales atiendan este llamado. No perdamos tiempo. ¡Rescatemos La Malinche ya!
Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.