/ miércoles 6 de noviembre de 2024

Resiliencia / Día Internacional de la Física Médica: ciencia al servicio de la salud

Cada 7 de noviembre, el mundo celebra el Día Internacional de la Física Médica en honor al nacimiento de Marie Curie, pionera en la investigación de la radiactividad y ganadora de dos premios Nobel. Este día reconoce la importancia de una disciplina científica que, aunque poco conocida, juega un rol esencial en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

La física médica es la aplicación de los principios de la física en el ámbito de la medicina, especialmente en la radiología, la oncología y la medicina nuclear. Desde los rayos X hasta la radioterapia, los avances en física médica han revolucionado la manera en que entendemos y tratamos enfermedades complejas, como el cáncer. Gracias a esta especialidad, los médicos pueden detectar tumores en etapas tempranas, medir con precisión la dosis de radiación en tratamientos y asegurar que los pacientes reciban intervenciones más seguras y efectivas.

Los físicos médicos no solo trabajan con máquinas, también calculan dosis de radiación para cada paciente en tratamientos de radioterapia. Esto es fundamental para que el tratamiento sea efectivo y seguro, evitando daños en tejidos sanos. Aunque los pacientes no suelen ver a estos especialistas, su trabajo detrás de escena es esencial para garantizar que cada procedimiento sea seguro y exitoso.

En México, la física médica es una profesión en crecimiento, y los hospitales cuentan con físicos médicos capacitados para supervisar y ajustar equipos de alta tecnología, como los escáneres de tomografía y las máquinas de radioterapia. Estos especialistas, aunque suelen estar detrás de escena, son fundamentales para el éxito de los tratamientos. Su conocimiento técnico permite calibrar y mantener el equipo necesario para obtener imágenes de alta calidad, mientras minimizan los riesgos asociados con la radiación.

A pesar de su importancia, la física médica enfrenta varios retos. Uno de los mayores desafíos es la falta de profesionales especializados, ya que la formación en esta área es larga y exige una sólida base en física y medicina. Además, la inversión en tecnología de punta es costosa, y no todos los hospitales pueden permitírselo, especialmente en zonas rurales o de bajos recursos. Esto plantea un problema de equidad en el acceso a tratamientos avanzados y diagnósticos precisos, limitando las posibilidades de muchas personas de recibir atención médica adecuada.

Otro desafío es la poca visibilidad de esta disciplina. Muchos pacientes desconocen el rol de los físicos médicos en sus tratamientos y diagnósticos, y esto puede llevar a que no se valore suficientemente su trabajo. Este desconocimiento también se refleja en la falta de financiamiento y apoyo para proyectos de investigación en física médica, lo que limita el avance de la disciplina.

El Día Internacional de la Física Médica es una oportunidad para visibilizar el papel crucial que juegan estos profesionales en el sistema de salud. En un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados, contar con físicos médicos capacitados es esencial para garantizar que estos avances se implementen de manera segura y efectiva.

Además, esta celebración es una llamada a invertir en educación y capacitación en física médica. México y el mundo necesitan más físicos médicos para cubrir la creciente demanda de servicios de salud que involucran tecnología avanzada. Es una profesión que no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuye a salvar vidas.

En conclusión, el Día Internacional de la Física Médica es un recordatorio de cómo la ciencia y la tecnología se ponen al servicio de la salud. Reconocer y apoyar a los físicos médicos es fundamental para avanzar hacia un sistema de salud más preciso, seguro y equitativo, donde todos los pacientes tengan acceso a diagnósticos y tratamientos de alta calidad.




Cada 7 de noviembre, el mundo celebra el Día Internacional de la Física Médica en honor al nacimiento de Marie Curie, pionera en la investigación de la radiactividad y ganadora de dos premios Nobel. Este día reconoce la importancia de una disciplina científica que, aunque poco conocida, juega un rol esencial en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

La física médica es la aplicación de los principios de la física en el ámbito de la medicina, especialmente en la radiología, la oncología y la medicina nuclear. Desde los rayos X hasta la radioterapia, los avances en física médica han revolucionado la manera en que entendemos y tratamos enfermedades complejas, como el cáncer. Gracias a esta especialidad, los médicos pueden detectar tumores en etapas tempranas, medir con precisión la dosis de radiación en tratamientos y asegurar que los pacientes reciban intervenciones más seguras y efectivas.

Los físicos médicos no solo trabajan con máquinas, también calculan dosis de radiación para cada paciente en tratamientos de radioterapia. Esto es fundamental para que el tratamiento sea efectivo y seguro, evitando daños en tejidos sanos. Aunque los pacientes no suelen ver a estos especialistas, su trabajo detrás de escena es esencial para garantizar que cada procedimiento sea seguro y exitoso.

En México, la física médica es una profesión en crecimiento, y los hospitales cuentan con físicos médicos capacitados para supervisar y ajustar equipos de alta tecnología, como los escáneres de tomografía y las máquinas de radioterapia. Estos especialistas, aunque suelen estar detrás de escena, son fundamentales para el éxito de los tratamientos. Su conocimiento técnico permite calibrar y mantener el equipo necesario para obtener imágenes de alta calidad, mientras minimizan los riesgos asociados con la radiación.

A pesar de su importancia, la física médica enfrenta varios retos. Uno de los mayores desafíos es la falta de profesionales especializados, ya que la formación en esta área es larga y exige una sólida base en física y medicina. Además, la inversión en tecnología de punta es costosa, y no todos los hospitales pueden permitírselo, especialmente en zonas rurales o de bajos recursos. Esto plantea un problema de equidad en el acceso a tratamientos avanzados y diagnósticos precisos, limitando las posibilidades de muchas personas de recibir atención médica adecuada.

Otro desafío es la poca visibilidad de esta disciplina. Muchos pacientes desconocen el rol de los físicos médicos en sus tratamientos y diagnósticos, y esto puede llevar a que no se valore suficientemente su trabajo. Este desconocimiento también se refleja en la falta de financiamiento y apoyo para proyectos de investigación en física médica, lo que limita el avance de la disciplina.

El Día Internacional de la Física Médica es una oportunidad para visibilizar el papel crucial que juegan estos profesionales en el sistema de salud. En un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados, contar con físicos médicos capacitados es esencial para garantizar que estos avances se implementen de manera segura y efectiva.

Además, esta celebración es una llamada a invertir en educación y capacitación en física médica. México y el mundo necesitan más físicos médicos para cubrir la creciente demanda de servicios de salud que involucran tecnología avanzada. Es una profesión que no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuye a salvar vidas.

En conclusión, el Día Internacional de la Física Médica es un recordatorio de cómo la ciencia y la tecnología se ponen al servicio de la salud. Reconocer y apoyar a los físicos médicos es fundamental para avanzar hacia un sistema de salud más preciso, seguro y equitativo, donde todos los pacientes tengan acceso a diagnósticos y tratamientos de alta calidad.