Ridículamente divertida y excepcionalmente adictiva resulta la ópera prima de Luis Gerardo Méndez “Technoboys”, misma que recién vio la luz en pantalla chica a través de Netflix y ya se ha convertido en una joya del catálogo de streaming.
La cinta, que desde los primeros minutos evidencia su método simplón de entretenimiento, sigue el regreso de los Technoboys, una boy band noventera que, después de la tradición de su disquera y el desprecio de sus fans, quedó en el olvido del nuevo público.
Sin cabello, con varios kilos extra y significativos cambios en su personalidad, los hombres que alguna vez fueron la sensación pop en México ahora deben enfrentarse a sus viejos rivales: Los Saborígenes, una banda caribeña dispuesta a sacarlos del estrellato a como dé lugar. No obstante, para el líder techno Alan (Luis Gerardo Méndez) hay un objeto aún más preciado por el cual dar batalla en este retorno musical, el amor de la preciosa cantante Melena (Karla Souza).
A través de un guion lleno de vueltas de tuerca, esta película nos lleva por un viaje inspirado en la industria musical de los años noventa en nuestro país, donde las coreografías y playeras de tirante eran más que simple utilería sobre el escenario.
Del filme destaca su cuidado a cada detalle tanto auditivo como visual, pues el viaje al que nos lleva está lleno de nostalgia. Sin embargo, de la producción también se agradece la inmersión a una nueva manera de hacer cine.
Por poner un ejemplo, los videos musicales de la banda ficticia Technoboys forman parte de listas de reproducción en YouTube como si de un proyecto real se hubiera tratado. Además, las constantes referencias a artistas como Mercurio, Uff y OV7 dejan en el inconsciente colectivo más de una sonrisa.
Por otra parte, el discurso de la cinta está perfectamente diseñado para un siglo en el que la identidad sexual y racial han dejado de ser conversaciones incómodas para ahora ser parte de una transformación ideológica.
Si bien el cuestionamiento a los estereotipos nació en las redes sociales, ahora permea el panorama social, educativo y lingüístico en el que los mismos actores se han visto involucrados en proyectos anteriores.
Por su metadiscurso y adaptación a las nuevas formas de hacer cine, “Technoboys” es la película ideal para distraerse un rato mientras se desempolvan las camisas de brillo y los piercings de argolla.
A través de un guion lleno de vueltas de tuerca, esta película nos lleva por un viaje inspirado en la industria musical de los años noventa en nuestro país.