/ martes 21 de febrero de 2023

Tintero | Estupro, riesgo latente

Los temas de diversión amorosa y fantasía sexual de los alumnos menores de edad con sus profesoras y profesores en las escuelas públicas y particulares, y que no es impedido por la Secretaría de Educación, principalmente en básica, deben ser aplicados como debe ser: un delito grave pues así lo marca la ley. Solo que no es así por la indiferencia oficial. Los mentores acusados deben ser destituidos en forma inmediata.

Estupro es tener una relación sexual con alguien menor de edad valiéndose del engaño o de la superioridad que se tiene sobre ella o él. Al responsable deben aplicar de uno a cinco años de prisión y de 25 a 75 días multa y al pago total de la reparación de los daños. ¡Ah bien! ¿Y cómo reparar el daño? Esa es la ley que no les preocupa a los legisladores. Ni lo saben los de Movimiento Regeneración Nacional, la mayoría en el Congreso de la Unión que solo trabaja para beneficio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero no son temas esenciales, qué pena.

Explico por qué: Lo sucedido en una escuela de San Luis Potosí, donde un niño de 13 años, impulsado por sus “supuestos” amigos de mayor edad, pidió a su profesora de 45 años ser su novia, es lo que no debió permitirse. Fue ridículo.

La autoridad tuvo que actuar en consecuencia porque cuando la mentora, en lugar de molestarse y ponerlo en orden, recibió sus regalos (aunque después los regresó), solo que todavía, abordo de su automóvil, por otro alumno burlón que la estaba cuestionando, respondió que estaba “muy chiquito” para ser su novio.

Y según su juego de sus palabras, ¿Qué habría sucedido si no estuviera “chiquito”? ¡Qué barbaridad! ¿En manos de quien las familias dejan a sus hijos en las escuelas?

Es evidente que el estudiante, manipulado por sus compañeros, entregó a la docente un ramo de rosas y otros objetos, pero la responsable de las clases, quien primero no tiene por qué dar abrazos y besos a sus estudiantes, que no es su función, y no es un tema moralista, debió poner un alto inmediato a lo que ella ya sabía y que era una estúpida broma, lo permitió y solapó.

¿Y si no es “chiquito” como lo llamó? ¿Qué habría pasado si fuera “grande”?, en su mismo juego de palabras, sus cometarios estuvieron fuera de lugar.

Quien organizó esa tontería, el supuesto “reportero” estudiantil que habla como si jamás habría cursado una escuela (que pasó wey, te bateó wey..sic), ya debería estar expulsado. Espero que sí.

Más que violencia escolar o “bullying”, como dicen en Estados Unidos de América, es una alerta de estupro.

A ver, vamos por partes, la docente abrió la posibilidad de estupro cuando permitió a un menor de edad estar fuera de control y por qué lo primero que preguntó: “si es una broma te repruebo” y ¿Si no fue una broma?

Inmediatamente después, por qué aceptó, que el otro alumno, la estuviera cuestionando y ella contestara con risas.

El asunto no es menor, fue complacencia de una profesora a un juego que más bien de “enamoramiento”, fue sexual impulsado por quienes todavía practican la manipulación y la agresión en las escuelas públicas y privadas.

En Tlaxcala existen varios casos de acoso sexual de maestros a alumnas y alumnos y a los que la autoridad no da seguimiento, no le interesa. El problema es que solo son exhibidos públicamente, pero, a la fecha, ningún miembro del magisterio ha sido denunciado penalmente ante la Procuraduría General de Justicia y suspendido del cargo por ello.

No tiene que ver con todo el magisterio, pero sí hay desviados sexuales. Este tipo de asuntos no interesa al gobierno estatal, menos al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación.

Cierto. no es exclusivo de los trabajadores de la educación. Los riesgos están en todos lados, por ejemplo, en la Iglesia católica, ¿Cuántas personas quieren dejar a sus hijos solos con un sacerdote para que estudien el catecismo y puedan realizar su “Primera Comunión”, si muchos religiosos han sido denunciados por incurrir en abuso sexual,

Luego entonces, por qué el tema de la maestra a muchas personas provoca tanta risa en las redes sociales. ¿Tuvo el infante la culpa?

¿Hasta dónde las escuelas privilegian los sistemas de trabajo social psicológico con los alumnos? Si bien, es obligación de los padres de familia, también de las instituciones educativas.

Lo sucedido en realidad fue aberrante. Al tiempo.

Los temas de diversión amorosa y fantasía sexual de los alumnos menores de edad con sus profesoras y profesores en las escuelas públicas y particulares, y que no es impedido por la Secretaría de Educación, principalmente en básica, deben ser aplicados como debe ser: un delito grave pues así lo marca la ley. Solo que no es así por la indiferencia oficial. Los mentores acusados deben ser destituidos en forma inmediata.

Estupro es tener una relación sexual con alguien menor de edad valiéndose del engaño o de la superioridad que se tiene sobre ella o él. Al responsable deben aplicar de uno a cinco años de prisión y de 25 a 75 días multa y al pago total de la reparación de los daños. ¡Ah bien! ¿Y cómo reparar el daño? Esa es la ley que no les preocupa a los legisladores. Ni lo saben los de Movimiento Regeneración Nacional, la mayoría en el Congreso de la Unión que solo trabaja para beneficio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero no son temas esenciales, qué pena.

Explico por qué: Lo sucedido en una escuela de San Luis Potosí, donde un niño de 13 años, impulsado por sus “supuestos” amigos de mayor edad, pidió a su profesora de 45 años ser su novia, es lo que no debió permitirse. Fue ridículo.

La autoridad tuvo que actuar en consecuencia porque cuando la mentora, en lugar de molestarse y ponerlo en orden, recibió sus regalos (aunque después los regresó), solo que todavía, abordo de su automóvil, por otro alumno burlón que la estaba cuestionando, respondió que estaba “muy chiquito” para ser su novio.

Y según su juego de sus palabras, ¿Qué habría sucedido si no estuviera “chiquito”? ¡Qué barbaridad! ¿En manos de quien las familias dejan a sus hijos en las escuelas?

Es evidente que el estudiante, manipulado por sus compañeros, entregó a la docente un ramo de rosas y otros objetos, pero la responsable de las clases, quien primero no tiene por qué dar abrazos y besos a sus estudiantes, que no es su función, y no es un tema moralista, debió poner un alto inmediato a lo que ella ya sabía y que era una estúpida broma, lo permitió y solapó.

¿Y si no es “chiquito” como lo llamó? ¿Qué habría pasado si fuera “grande”?, en su mismo juego de palabras, sus cometarios estuvieron fuera de lugar.

Quien organizó esa tontería, el supuesto “reportero” estudiantil que habla como si jamás habría cursado una escuela (que pasó wey, te bateó wey..sic), ya debería estar expulsado. Espero que sí.

Más que violencia escolar o “bullying”, como dicen en Estados Unidos de América, es una alerta de estupro.

A ver, vamos por partes, la docente abrió la posibilidad de estupro cuando permitió a un menor de edad estar fuera de control y por qué lo primero que preguntó: “si es una broma te repruebo” y ¿Si no fue una broma?

Inmediatamente después, por qué aceptó, que el otro alumno, la estuviera cuestionando y ella contestara con risas.

El asunto no es menor, fue complacencia de una profesora a un juego que más bien de “enamoramiento”, fue sexual impulsado por quienes todavía practican la manipulación y la agresión en las escuelas públicas y privadas.

En Tlaxcala existen varios casos de acoso sexual de maestros a alumnas y alumnos y a los que la autoridad no da seguimiento, no le interesa. El problema es que solo son exhibidos públicamente, pero, a la fecha, ningún miembro del magisterio ha sido denunciado penalmente ante la Procuraduría General de Justicia y suspendido del cargo por ello.

No tiene que ver con todo el magisterio, pero sí hay desviados sexuales. Este tipo de asuntos no interesa al gobierno estatal, menos al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación.

Cierto. no es exclusivo de los trabajadores de la educación. Los riesgos están en todos lados, por ejemplo, en la Iglesia católica, ¿Cuántas personas quieren dejar a sus hijos solos con un sacerdote para que estudien el catecismo y puedan realizar su “Primera Comunión”, si muchos religiosos han sido denunciados por incurrir en abuso sexual,

Luego entonces, por qué el tema de la maestra a muchas personas provoca tanta risa en las redes sociales. ¿Tuvo el infante la culpa?

¿Hasta dónde las escuelas privilegian los sistemas de trabajo social psicológico con los alumnos? Si bien, es obligación de los padres de familia, también de las instituciones educativas.

Lo sucedido en realidad fue aberrante. Al tiempo.