/ martes 4 de julio de 2023

Tintero | Para el “pueblo”, “atole con el dedo”

La sucesión presidencial agitó a los tlaxcaltecas y están desatados para promover a sus favoritos, mientras que de parte de los “suspirantes”, es lo de cada seis años, dar al “pueblo” “atole con el dedo”. La euforia para ganar adeptos va en fila. Los primeros son quienes buscan cargos públicos o de elección popular, los segundos los que quieren repetir en el puesto para mantener canonjías y los terceros aquellos que todavía creen en los políticos y en lo que mentirosamente ofrecen.

El tema estriba en que, en campaña, son humildes, pero con cargos públicos son soberbios, prepotentes y onerosos. En el poder enloquecen y usan camionetas de lujo, disponen de personal las 24 horas del día, guardaespaldas, frecuentan restaurantes “fifis” y hacen compras en lugares de lujo.

Eso sí, cuando buscan votos, comen en fondas, dejan de lado los trajes de marca y hasta usan pantalones de mezclilla, tenis y playeras. Son falsos. Por ejemplo, Marcelo Ebrard recorre algunas zonas del país en un vocho eléctrico con aire acondicionado que tiene un costo de unos 500 mil pesos, mientras que Gerardo Fernández Noroña, hace lo propio con una combi restaurada con un costo de medio millón de pesos y en la que vende libros para sus recorridos proselitistas, como si fuera suficiente para su campaña.

Además, en un exceso, como si fuera imagen religiosa, cientos de tlaxcaltecas recibieron a Ebrard con una gran alfombra en la calle principal del zócalo capitalino que seguramente costó miles de pesos.

Ese no es el tema, quizá sus seguidores se pusieron de acuerdo para aportar el dinero y cubrir ese enorme gasto. Solo que es lo más ridículo visto, ni en los tiempos priistas.

Fue un abuso y sostengo lo que digo.

1.-Cerraron las principales calles de la ciudad capital para vitorear a una persona que solo es aspirante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a candidato a la Presidencia de la República. En Tlaxcala eso solo se ve cuando hay fiestas religiosas. ¿Acaso el morenista es un “santo” ? Por cierto, es quien ha sido acusado e investigado penalmente por dar concesiones de departamentos de lujo, en Santa Fe, en la Ciudad de México, a sus excónyuges y hermanos. Qué pena.

2.- Con su proselitismo patético, afectó a miles de personas, pues el transporte público perdió tiempo y dinero buscando rutas alternas para que la gente llegara a su destino y a muchos empleados, por no llegar a tiempo a sus centros de trabajo, les descontaron el día laboral. Qué vergüenza de hacer política de esta manera.

3.-¿Quién autorizó cerrar el centro de la ciudad capital para un evento de pre-campaña?. ¿El alcalde Jorge Corichi Fragoso? o ¿el gobierno estatal? Ambos son de Morena.

4.-Tampoco es difícil adivinar. Uno, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien tiene línea del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para apoyar a Claudia Sheinbaum, la corcholata favorita del tabasqueño (vaya apodo que les impuso su jefe y lo peor es que lo aceptan y hasta lo disfrutan) y quiso hacer sentir bien en la entidad a Ebrard y dos, el alcalde Corichi que enloqueció y todavía no sabe con quién jugar, primero porque quiere ser legislador federal y luego gobernador.

4..-Del otro lado, también se cuecen habas. Los de la Alianza va por México mostraron su fuerza sin tapetes y alfombras, para apoyar a Santiago Creel Miranda, uno de los aspirantes. La estrategia fue diferente, la lideresa estatal panista Míriam Martínez, se abrió de capa y espada en respaldo del presidente del Congreso de la Unión. Hasta su cónyuge, el alcalde de Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez publicó en sus horas laborales en su muro de Facebook eventos partidistas apoyando a Creel y luego, en la inauguración de la feria del municipio que gobierna, presumió fotografías con el legislador. Cada quien tiene su forma de hacer política, estrategia para alcanzar el poder. ¿Y la autoridad electoral? Bien gracias. Cada quien hace lo que se le pega en gana.

Ahora bien, los pobres qué tanto le ocupaban a López Obrador dejaron de ser prioridad, ahora es la sucesión presidencial, es lo mismo que hacían en el Partido Revolucionario Institucional, pero más barato.

En Tlaxcala, los grupos políticos no solo se mueven para la presidencial sino para la próxima renovación del Congreso y las alcaldías. Por ejemplo, uno de los cargos más codiciados es la alcaldía capitalina y hasta el momento hay dos visibles “tiradoras” y de la misma corriente política: Minerva Hernández Ramos y Claudia Pérez Rodríguez, la primera con más fuerza política y segunda que ya cree que lo merece, de plano hasta creó su propia “fundación social”. Los próximos cambios gubernamentales distraen de su trabajo a funcionarios públicos que están desesperados por “amarrar' otro puesto en lugar de cumplir con su responsabilidad. Los pobres o el “pueblo”, comentario de moda, dejaron de ser los primeros. Al tiempo.

La sucesión presidencial agitó a los tlaxcaltecas y están desatados para promover a sus favoritos, mientras que de parte de los “suspirantes”, es lo de cada seis años, dar al “pueblo” “atole con el dedo”. La euforia para ganar adeptos va en fila. Los primeros son quienes buscan cargos públicos o de elección popular, los segundos los que quieren repetir en el puesto para mantener canonjías y los terceros aquellos que todavía creen en los políticos y en lo que mentirosamente ofrecen.

El tema estriba en que, en campaña, son humildes, pero con cargos públicos son soberbios, prepotentes y onerosos. En el poder enloquecen y usan camionetas de lujo, disponen de personal las 24 horas del día, guardaespaldas, frecuentan restaurantes “fifis” y hacen compras en lugares de lujo.

Eso sí, cuando buscan votos, comen en fondas, dejan de lado los trajes de marca y hasta usan pantalones de mezclilla, tenis y playeras. Son falsos. Por ejemplo, Marcelo Ebrard recorre algunas zonas del país en un vocho eléctrico con aire acondicionado que tiene un costo de unos 500 mil pesos, mientras que Gerardo Fernández Noroña, hace lo propio con una combi restaurada con un costo de medio millón de pesos y en la que vende libros para sus recorridos proselitistas, como si fuera suficiente para su campaña.

Además, en un exceso, como si fuera imagen religiosa, cientos de tlaxcaltecas recibieron a Ebrard con una gran alfombra en la calle principal del zócalo capitalino que seguramente costó miles de pesos.

Ese no es el tema, quizá sus seguidores se pusieron de acuerdo para aportar el dinero y cubrir ese enorme gasto. Solo que es lo más ridículo visto, ni en los tiempos priistas.

Fue un abuso y sostengo lo que digo.

1.-Cerraron las principales calles de la ciudad capital para vitorear a una persona que solo es aspirante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a candidato a la Presidencia de la República. En Tlaxcala eso solo se ve cuando hay fiestas religiosas. ¿Acaso el morenista es un “santo” ? Por cierto, es quien ha sido acusado e investigado penalmente por dar concesiones de departamentos de lujo, en Santa Fe, en la Ciudad de México, a sus excónyuges y hermanos. Qué pena.

2.- Con su proselitismo patético, afectó a miles de personas, pues el transporte público perdió tiempo y dinero buscando rutas alternas para que la gente llegara a su destino y a muchos empleados, por no llegar a tiempo a sus centros de trabajo, les descontaron el día laboral. Qué vergüenza de hacer política de esta manera.

3.-¿Quién autorizó cerrar el centro de la ciudad capital para un evento de pre-campaña?. ¿El alcalde Jorge Corichi Fragoso? o ¿el gobierno estatal? Ambos son de Morena.

4.-Tampoco es difícil adivinar. Uno, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien tiene línea del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para apoyar a Claudia Sheinbaum, la corcholata favorita del tabasqueño (vaya apodo que les impuso su jefe y lo peor es que lo aceptan y hasta lo disfrutan) y quiso hacer sentir bien en la entidad a Ebrard y dos, el alcalde Corichi que enloqueció y todavía no sabe con quién jugar, primero porque quiere ser legislador federal y luego gobernador.

4..-Del otro lado, también se cuecen habas. Los de la Alianza va por México mostraron su fuerza sin tapetes y alfombras, para apoyar a Santiago Creel Miranda, uno de los aspirantes. La estrategia fue diferente, la lideresa estatal panista Míriam Martínez, se abrió de capa y espada en respaldo del presidente del Congreso de la Unión. Hasta su cónyuge, el alcalde de Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez publicó en sus horas laborales en su muro de Facebook eventos partidistas apoyando a Creel y luego, en la inauguración de la feria del municipio que gobierna, presumió fotografías con el legislador. Cada quien tiene su forma de hacer política, estrategia para alcanzar el poder. ¿Y la autoridad electoral? Bien gracias. Cada quien hace lo que se le pega en gana.

Ahora bien, los pobres qué tanto le ocupaban a López Obrador dejaron de ser prioridad, ahora es la sucesión presidencial, es lo mismo que hacían en el Partido Revolucionario Institucional, pero más barato.

En Tlaxcala, los grupos políticos no solo se mueven para la presidencial sino para la próxima renovación del Congreso y las alcaldías. Por ejemplo, uno de los cargos más codiciados es la alcaldía capitalina y hasta el momento hay dos visibles “tiradoras” y de la misma corriente política: Minerva Hernández Ramos y Claudia Pérez Rodríguez, la primera con más fuerza política y segunda que ya cree que lo merece, de plano hasta creó su propia “fundación social”. Los próximos cambios gubernamentales distraen de su trabajo a funcionarios públicos que están desesperados por “amarrar' otro puesto en lugar de cumplir con su responsabilidad. Los pobres o el “pueblo”, comentario de moda, dejaron de ser los primeros. Al tiempo.