/ jueves 27 de junio de 2024

¡Y giró la ruleta!...

Pasaron las elecciones y el gritón de la lotería, “cantó” a todo pulmón a los triunfadores y a los decepcionados… ¡sorpresas tiene la vida, la vida te da sorpresas!... ¡me quiere mucho, poquito… nada!... la margarita se deshojó. Quienes se sentían dueños de la pista y de la orquesta, les pasó lo que en los bailes de pueblo… ¡Aquellos que en la otra bailaron, en esta se sientan!..., y ahora con el frío de las primeras intensas lluvias, en la soledad se lamen sus heridas y curan sus dolores… ¡salud, salud! ¡Porque la burra no era arisca, fueron los palos que le dieron!... la inversión fue grande, las ilusiones más… se cayeron de la cama y despertaron tanto “líderes” como “matraqueros”.

¡Algunas pueblerinas dinastías deberán esperar el momento propicio (nueve años ordeñaron a la vaca y trasquilaron al borrego) y el pueblo dijo … ¡ya basta!... y sacaron la “tarjeta roja”; algunos ignorantes suertudos (de aquellos que a diario se ven en el espejo), su pueblo les dio la oportunidad, pero puras decepciones; aunque sus “cochinitos” están bien mantecositos; pero no duermen porque saben que deberán rendir cuentas… “¡hay Dios mío!” ... Mas, cuando hay varios exmunícipes que “ya calientan cemento” y otros están prófugos junto con sus tesoreros; gastaron, dilapidaron, malversaron, creyeron que el estado les taparía sus pilladas, pero ¡qué sorpresa!, hay nuevo contralor estatal.

Algunas gelatinas no cuajaron, en su pretensión cínica y descarada de querer acomodar en el sillón municipal a su parentela. Hete aquí que el electorado confió en la “marca partidista” requemadita por el sol. Algunos que se van “locos de contentos con su cargamento” están sufriendo porque en el morral cargan sus “pecados”; en cambio, quienes llegaron en el segundo tsunami del “cabecita de nieve”, y de la futura mera mera, ahora si deberán cumplirle a sus pueblos.

Sus antecesores nunca entendieron de qué se trataba y llegando y llegando echaron su “gato a retozar”; en muchos cabildos hubo desavenencias y pleitos, incontables síndicos no han firmado ni firmarán, porque no les “convidaron” y de “grapa” no quieren echarse “el trompo a la uña”.

El mandato de la votación en general es para reflexionar. La conciencia ciudadana ha evolucionado, a pesar de que lleva toda una vida bombardeada por los meteoritos de la mentira, esas que se dicen con voz engolada por los figurones de la pantalla y el micrófono. Hay quienes diseminaron miles de millones, creyendo que el dinero todo lo cambiaría. Pero se comprobó que la intriga ya no funciona.

Los que se creían dueños del país y que hoy están en la banca, no atinan a entender que pasó… ¡si se equivocaron de candidata!... ¡si el pueblo adora a sus cadenas!... ¡o si este pueblo no sabe votar!... aunque los dirigentes nacionales están compungidos porque… ¡perdimos todos ustedes!..., ellos plurinominales resultaron, y por ello gozarán de fuero, dinero y tribuna.

¿Qué pasa con los partidos en Tlaxcala? Porque los enanos del circo crecieron y los gigantes se achaparraron. Esta morena tierra quiere seguir así. Los demagogos chuchos se están borrando de la fotografía… ¡Y ahora quién podrá salvarlos!...

Hay capitostes de la riqueza que desesperadamente buscan la simpatía de quien ocupará la silla de Moctezuma; son potentados que ahora políticamente no valen ni un hueso de aguacate.

De los volcanes hacia los valles, bajan y soplan vientos nuevos. Algún junior que ganó la silla municipal de Xicohténcatl, el huehuetl, ya pregona que será gobernador. Ojalá y no, “porque si ya vimos la muestra, mejor que no destapen el huacal” … ¡no se confundan triunfadores!, no tienen un cheque en blanco en la mano. La sociedad espera que resuelvan la inseguridad, que maten la corrupción, que ya no se roben el presupuesto y hagan entender a sus regidores que no llegaron para enriquecerse. Pero, sobre todo, que prediquen con el ejemplo y que trabajen intensamente; esa es su tarea.

Con inteligencia “lean” el “mandato social” expresado en las urnas; es un mensaje muy claro: no ganaron por ser muy guapos o porque están bordados con seda; ganaron sí, porque casuísticamente en ustedes se detuvo la flecha de la ruleta. Pero no deben olvidar que no es el juego de la “pirinola”, para que les caiga el “toma todo” y, por cierto, no cometan tonterías como las de aquel “iluminado” que gastó en “jardines rivereños” en el cauce Zahuapan y las primeras lluvias torrenciales los borraron. Esta torpeza debiera ser denunciada por malversar el dinero del pueblo. ¡ABUR!...



Pasaron las elecciones y el gritón de la lotería, “cantó” a todo pulmón a los triunfadores y a los decepcionados… ¡sorpresas tiene la vida, la vida te da sorpresas!... ¡me quiere mucho, poquito… nada!... la margarita se deshojó. Quienes se sentían dueños de la pista y de la orquesta, les pasó lo que en los bailes de pueblo… ¡Aquellos que en la otra bailaron, en esta se sientan!..., y ahora con el frío de las primeras intensas lluvias, en la soledad se lamen sus heridas y curan sus dolores… ¡salud, salud! ¡Porque la burra no era arisca, fueron los palos que le dieron!... la inversión fue grande, las ilusiones más… se cayeron de la cama y despertaron tanto “líderes” como “matraqueros”.

¡Algunas pueblerinas dinastías deberán esperar el momento propicio (nueve años ordeñaron a la vaca y trasquilaron al borrego) y el pueblo dijo … ¡ya basta!... y sacaron la “tarjeta roja”; algunos ignorantes suertudos (de aquellos que a diario se ven en el espejo), su pueblo les dio la oportunidad, pero puras decepciones; aunque sus “cochinitos” están bien mantecositos; pero no duermen porque saben que deberán rendir cuentas… “¡hay Dios mío!” ... Mas, cuando hay varios exmunícipes que “ya calientan cemento” y otros están prófugos junto con sus tesoreros; gastaron, dilapidaron, malversaron, creyeron que el estado les taparía sus pilladas, pero ¡qué sorpresa!, hay nuevo contralor estatal.

Algunas gelatinas no cuajaron, en su pretensión cínica y descarada de querer acomodar en el sillón municipal a su parentela. Hete aquí que el electorado confió en la “marca partidista” requemadita por el sol. Algunos que se van “locos de contentos con su cargamento” están sufriendo porque en el morral cargan sus “pecados”; en cambio, quienes llegaron en el segundo tsunami del “cabecita de nieve”, y de la futura mera mera, ahora si deberán cumplirle a sus pueblos.

Sus antecesores nunca entendieron de qué se trataba y llegando y llegando echaron su “gato a retozar”; en muchos cabildos hubo desavenencias y pleitos, incontables síndicos no han firmado ni firmarán, porque no les “convidaron” y de “grapa” no quieren echarse “el trompo a la uña”.

El mandato de la votación en general es para reflexionar. La conciencia ciudadana ha evolucionado, a pesar de que lleva toda una vida bombardeada por los meteoritos de la mentira, esas que se dicen con voz engolada por los figurones de la pantalla y el micrófono. Hay quienes diseminaron miles de millones, creyendo que el dinero todo lo cambiaría. Pero se comprobó que la intriga ya no funciona.

Los que se creían dueños del país y que hoy están en la banca, no atinan a entender que pasó… ¡si se equivocaron de candidata!... ¡si el pueblo adora a sus cadenas!... ¡o si este pueblo no sabe votar!... aunque los dirigentes nacionales están compungidos porque… ¡perdimos todos ustedes!..., ellos plurinominales resultaron, y por ello gozarán de fuero, dinero y tribuna.

¿Qué pasa con los partidos en Tlaxcala? Porque los enanos del circo crecieron y los gigantes se achaparraron. Esta morena tierra quiere seguir así. Los demagogos chuchos se están borrando de la fotografía… ¡Y ahora quién podrá salvarlos!...

Hay capitostes de la riqueza que desesperadamente buscan la simpatía de quien ocupará la silla de Moctezuma; son potentados que ahora políticamente no valen ni un hueso de aguacate.

De los volcanes hacia los valles, bajan y soplan vientos nuevos. Algún junior que ganó la silla municipal de Xicohténcatl, el huehuetl, ya pregona que será gobernador. Ojalá y no, “porque si ya vimos la muestra, mejor que no destapen el huacal” … ¡no se confundan triunfadores!, no tienen un cheque en blanco en la mano. La sociedad espera que resuelvan la inseguridad, que maten la corrupción, que ya no se roben el presupuesto y hagan entender a sus regidores que no llegaron para enriquecerse. Pero, sobre todo, que prediquen con el ejemplo y que trabajen intensamente; esa es su tarea.

Con inteligencia “lean” el “mandato social” expresado en las urnas; es un mensaje muy claro: no ganaron por ser muy guapos o porque están bordados con seda; ganaron sí, porque casuísticamente en ustedes se detuvo la flecha de la ruleta. Pero no deben olvidar que no es el juego de la “pirinola”, para que les caiga el “toma todo” y, por cierto, no cometan tonterías como las de aquel “iluminado” que gastó en “jardines rivereños” en el cauce Zahuapan y las primeras lluvias torrenciales los borraron. Esta torpeza debiera ser denunciada por malversar el dinero del pueblo. ¡ABUR!...