Después de un par de años conociéndose como novios, Carlos Alberto Cilia Mireles y Arlette Torres García decidieron sellar su amor por el tiempo de esta vida y por toda la eternidad en el Templo de la Ciudad de México, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde el sellador les refirió lo importante del matrimonio, que implica respeto y estar en las buenas y en las malas, apoyándose como lo que ya son, una pareja para toda la vida.
Durante la ceremonia, estuvieron acompañados por su amigos y familiares que llegaron gustosos a ser testigos de este sello de amor y de la nueva vida que emprenderán juntos los desposados.
Al término de tan hermosa y elegante ceremonia para unir en matrimonio a estos dos jóvenes que decidieron compartir sus vidas, los invitados les desearon todo tipo de parabienes, las porras y aplausos se vieron con mucho cariño, las fotos del recuerdo se hicieron presentes, junto con los buenos deseos para los nuevos esposos.
En un vehículo elegante y adornado con flores blancas se trasladaron a la ciudad de Cuernavaca, a su recepción, donde ya los esperaban sus demás invitados que viajaron de Tlaxcala y otros estados para estar a su lado en ese memorable día.
Cynthia Alesco, su prometida, también es parte del cast de esta historia en la que buscan atrapar a un traficante de drogas.
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