Pachuca, Hidalgo.- El kilogramo de escamoles con comerciantes se adquiere entre los mil y mil 500 pesos, hay quien cobra menos, hay quien cobra más. Su alto costo (por eso se le llama caviar), se deriva del esfuerzo que implica sacarlos de “su nido”.
Se preparan de muchas formas, la más común: a la mantequilla, que en restaurantes cuesta entre los 190 y 300 pesos, apenas unos cuantos, con cebolla, chile y epazote. Igual en mixiote. Los precios son variados, dependiendo cuánto se compre, y dónde.
Los escamoles, palabra proveniente del náhuatl: azcatl, hormiga, y mol, guiso, tienen un significativo valor nutritivo.
LLEGAN DEL ALTIPLANO
Son una de las 247 especies de insectos comestibles en México. Es un producto rico en proteínas (40 y 70 por ciento superior a la res y al pollo), además: vitaminas, grasas y minerales.
Quienes los comercian llegan del Altiplano, a tramos carreteros de Tulancingo.
Pero además, posicionan el producto en tianguis y mercados. Los ofrecen, principalmente, en vasitos. También proveen de manera directa los restauranteros, que en esta época del año los muestran entre sus platillos a altos costos, como ya se dijo.
ARDUA LABOR
Encontrar el nido de la hormiga que produce estos huevecillos, resulta toda una odisea, dicen entrevistados.
No solo se enfrentan a la marabunta, sino que el proceso de rastrear a estos insectos, cuesta trabajo no solo de horas, sino de días.
Los igualmente nombrados “huigues” no son más que la hueva de hormiga Liometopum.
Se encuentran en varios puntos de Hidalgo.
Las hormigas escamoleras son muy agresivas, atacan, defienden su nido varios metros bajo tierra —principalmente en la base del maguey o cerca de estos—, hecho a base de tierra y sus propias secreciones, hasta parecen piezas escultóricas.
En cada uno de los huecos que tiene el nido, ahí está la hueva blanca de la hormiga.
Hasta mayo, algunas personas incluyen a estos también llamados “maicitos” en su dieta, pero no en gran demanda, como ya se dijo por el alto costo y la difícil explotación.