El verano es una de las temporadas más esperadas por muchos, incluyendo a las familias reales de Europa, que suelen abandonar sus residencias oficiales, para pasar unos días y hasta meses (el caso de la reina Isabel II) en sus casas de verano que en su mayoría están ubicadas en lugares boscosos y alejadas del ajetreo de la ciudad.

Pero el hecho que sean casas de descanso, no significa que carezcan de comodidades, al contrario, son igual de lujosas que sus palacios, y con amenidades muy ad hoc a la época.

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Familia real británica: Castillo de Balmoral en Escocia

Anualmente, la reina Isabel II viaja a las tierras altas de Escocia entre julio y agosto para pasar alrededor de 10 semanas en el Castillo de Balmoral, su residencia de verano durante décadas, y en la que acostumbraba refugiarse con su esposo, el fallecido duque de Edimburgo, sus tres hijos y sus queridos corgis.

Balmoral es una propiedad privada, a diferencia del Palacio de Buckingham que forma parte del Crown Estate. Está situado en Aberdeenshire y cuenta con más de 70 habitaciones, de las cuales 52 son dormitorios.

Aquí es donde recibe a sus familiares y amigos, para que juntos pasen agradables días, es como una tradición veraniega de la realeza británica.

Pero no cualquiera es bienvenido, para pasar unos días de verano con la soberana más longeva del Reino Unido. La reina somete a sus invitados a una serie de pruebas con las que se evalúa si son capaces de adaptarse a su rutina escocesa, que incluye días de cacería, noches de juegos de mesa, actividades al aire libre y una que otra regla. Dicho “examen” es conocido como el test de Balmoral.

Familia real sueca: Castillo de Solliden en Suecia

Ubicada en la isla de Öland, desde principios de 1930, la familia real sueca pasa sus veranos en el castillo de Solliden. La historia de residencia de descanso se remonta a la época de la princesa Victoria en 1903, quien padecía varios problemas de salud, y por recomendaciones medicas, para recuperarse favorablemente, tenía que vivir en un lugar con buen clima, alejada de los problemas de la ciudad.

A su muerte, fue la herencia de su esposo Gustavo V, quien decidió abrirla para que los locatarios y turistas la visitaran.

Es una vivienda de tres pisos, la decoración es de mármol y demás materiales de lujo. Cuenta con enormes jardines divididos en distintas áreas y de acuerdo a los tipos de árboles, y flores que hay en cada uno.

Por ejemplo, el jardín inglés tiene grandes árboles y césped. El jardín de las rosas, o el holandés que se dice fue un regalo de la reina Guillermina de los Países Bajos a Victoria por su 60 cumpleaños.

Actualmente es visitada por, el rey Carlos Gustavo, y sus hijos, la princesa Victoria, Magdalena y Carlos Felipe.

Familia real española: Palacio de Marivent en Palma de Mallorca

El Palacio de Marivent, que en español significa Palacio de Mar y viento, es una construcción moderna situada en el núcleo turístico de Cala Mayor, en Palma de Mallorca, España, donde la familia real española acostumbra pasar unos días de vacaciones.

Fue construido en 1925 por el arquitecto Guillem Forteza en un terreno de 33 mil metros cuadrados. Está rodeado de frondosos jardines y pinares. El atractivo de la residencia es que cuenta con vistas dignas de una postal de la costa de Cala Major.

En la planta baja se encuentran el comedor, la biblioteca, el dormitorio principal, la cocina y un salón con una terraza. Mientras que en la planta superior se ubican más dormitorios. En total, el castillo está compuesto por cuatro edificios, que son el palacio principal y tres casas anexas.

En esta casa de verano, la familia real española ha recibido importantes huéspedes como el príncipe Carlos y Diana de Gales, los emperadores de Japón Akihito y Michiko, Bill y Hillary Clinton, Mijail Gorbachov, Hugo Chávez y hasta a Michele Obama.

Familia real danesa: Château de Cayx en Francia

Mejor conocido como el Cayx Palace, es una residencia de la familia real danesa ubicada en el distrito vinícola de Cahors en el sur de Francia. En la época medieval, el castillo formaba parte de las defensas de la ciudad de Luzech debido a su dominio del río Lot.

El príncipe Enrique y la reina Margarita la compraron en 1974 y el motivo de que sea en tierras francesas es por que el esposo de la monarca, pasó su infancia muy cerca de aquí, lo que tiene un significado muy especial.

A lo largo de los años, la reina y el príncipe restauraron y transformaron el castillo, además de restablecer una prestigiosa bodega que se extiende por cerca de 24 hectáreas de terreno.