Un grupo de amigos interesados en conocer sitios de interés turístico, que ofrezcan una estadía agradable y divertida en el estado, visitaron algunos lugares de Españita.
Como punto de partida visitaron el santuario, donde cada 26 de marzo veneran a la Virgen de Loreto, y según cuenta la leyenda, se apareció a Simón de Mesa en 1612 en el lugar que los habitantes conocen como “Las Pilas”, ubicado a diez minutos del centro del poblado, donde veneran a la santa patrona de Españita; ahí se encuentran varias posas labradas sobre el cerro, para retener el agua de las filtraciones pluviales; además la zona está rodeada de enormes arboles cubiertos de paxtle, otorgando un hermoso paisaje boscoso a la vista de propios y extraños, transmitiendo gran tranquilidad a los visitantes.
También ingresaron a la presidencia municipal, para observar los coloridos murales que decoran su interior, donde encontraron plasmada la historia y personajes sobresalientes del lugar, obra de un artista local.
Uno de los sitios obligados a visitar es el taller de Cornelio García, destacado artesano de la comunidad, quien elabora piezas de barro vidriado y que ha dado renombre a al población, por varios reconocimientos recibidos.
Ahí, el señor Cornelio les mostró el barro perfectamente molido y libre de alguna impureza que pudiera impedir la impecable fabricación de las piezas y luego acudieron a los hornos de leña, donde coloca todas las figuras para la primera quema o cocción.
De este modo, ingresaron al taller donde los turistas conocieron y experimentaron el procedimiento de las piezas de barro; cada uno de ellos manufacturó una pequeña olla de este material y esa sensación inexplicable de tener la maleable mezcla de tierra y agua entre sus manos para moldear, con el torno manual, la figura deseada.
El siguiente paso fue poner la pieza al sol hasta tener el punto cuero e inmediatamente les colocaron las orejas o cualquier otro tipo de sujetador, dependiendo de la pieza elaborada, acomodándolas en el horno de leña para cocerlas durante dos horas aproximadamente.
Transcurrido el tiempo indicado por el alfarero, todos sacaron cuidadosamente del horno las piezas, reflejándose en ellos una sonrisa de orgullo por lo realizado. El siguiente paso era el esmaltado; cada uno de ellos eligió su color favorito para pintar su obra maestra, dejaron que escurriera el excedente de esmalte y la volvieron a ingresar al horno para darle el toque final.
Transcurridas dos horas más de cocción y después de que enfriara tanto el horno como las piezas ingresadas, los jóvenes sacaron cuidadosamente todas las piezas, para que éstas fueran admiradas por sus creadores.
PARA SABER
Antiguamente Españita era conocido como San Andrés Atzatzacuala, que significa “Lugar donde mana el agua”.
HISTÓRICO
En 1941 se realizó la primera fiesta en “Las pilas” para venerar a la virgen de Loreto.
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