Manuel Tolsá, el sobresaliente arquitecto, ingeniero y escultor español, adoptó a México como su patria y sus construcciones se han vuelto un referente de la capital del país, tanto como la calzada México-Tacuba (ahora México-Tenochtitlán), una de las cuatro vías originales construidas por los mexicas que conectaban tierra firme con el islote en medio del lago de Texcoco, donde asentaron su gran ciudad.
“La Calzada de Tlacopan estaba sana (…) hasta la tierra firme, aunque hasta llegar a ella había ocho puentes muy grandes y hondos”, escribió el conquistador español Hernán Cortés en sus Cartas de relación sobre esta avenida por donde él y sus hombres, en malas condiciones, tuvieron que salir huyendo de los belicosos e iracundos mexicas.
Sitiados en el Palacio de Axayácatl, ubicado en donde es ahora el Nacional Monte de Piedad, los conquistadores lograron salir del islote y huir rumbo a Popotla el 30 de junio de 1520, pasando por el árbol de la noche triste, después de la matanza de indígenas en el Tempo Mayor perpetrada por Pedro de Alvarado días antes.
El trazo de la calzada se mantiene en general hasta nuestros días, y en su ruta podemos encontrar muestras de la gran obra que nos legó Tolsá y que se mantienen abiertas a los visitantes para admirar el tránsito histórico y artístico de México de la tradición barroca a la neoclásica, de la inspiración religiosa de la época a la modernidad que se abría en el mundo.
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Tolsá llegó la Nueva España en 1790 para dirigir la escuela de escultura de la Academia de San Carlos, donde dedicó su vida al trabajo de arquitecto, escultor y docente y desde donde dirigió tres de las construcciones más emblemáticas de la ciudad a lo largo de la calzada México-Tacuba: la Catedral Metropolitana, el Palacio de Minería y el Museo Nacional de San Carlos.
CATEDRAL METROPOLITANA
Plaza de la Constitución s/n, Centro Histórico. La construcción de la Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María a los cielos de Ciudad de México inició en 1525 y tardó casi tres siglos en concluirse, por lo que en su fachada e interiores podemos ver las diferentes modas artísticas de todo ese periodo de Tiempo.
En 1792 Tolsá fue contratado para esculpir unas estatuas para la Catedral, pero a raíz de la muerte del encargado de las obras, el valenciano fue nombrado director de los trabajos de conclusión, convirtiéndose en una de sus obras más reconocidas.
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Entre el gótico al plateresco, barroco y neoclásico, Tolsá unificó la mezcla de estilos para generar una nueva organización arquitectónica, que incluyó la decoración de las torres y la fachada con las esculturas la Fe, la Esperanza y la Caridad; el diseño de la cúpula, las balaustradas y los zócalos de las cruces del atrio. Concluyó la obra en 1813.
PALACIO DE MINERÍA
Tacuba 7, colonia Centro. A un costado de la Catedral Metropolitana inicia la bulliciosa calle de Tacuba que conecta con la avenida Hidalgo, parte de la calzada de origen prehispánico. Caminando por esta calle, antes del Eje Central, nos encontramos con otra construcción emblemática de Tolsá: el Palacio de Minería, considerada la obra cumbre del arte neoclásico en nuestro país y uno de los edificios más apreciados por visitantes nacionales y extranjeros.
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Actualmente parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Palacio de Minería se ubica frente al Museo Nacional de Arte y la Plaza Tolsá, en cuya explanada se encuentra el famoso Caballito, escultura del valenciano inaugurada en 1796, dedicada a Carlos IV y polémica por las discusiones sobre su calidad, las veces que ha sido cambiada de lugar (estuvo en el Zócalo, en Paseo de la Reforma y en Bucareli antes de su última ubicación en 1979) y por la última restauración que dañó sus acabados de bronce.
Actualmente, el edificio es parte de la facultad de Ingeniería de la UNAM, donde se formaron especialistas en la explotación de minas, alberga cada año la Feria Internacional del Libro y se ubica el Museo Manuel Tolsá, en homenaje al gran arquitecto.
MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS
Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera. Al salir de la colonia Centro, pasando por la orilla de la Alameda Central y sobre la avenida Puente de Alvarado -uno de los muchos nombres en que se dividió la calzada México-Tacuba y ahora renombrada México-Tenochtitlán-, llegamos a otra emblemática colonia capitalina: la Tabacalera.
Aquí nos detenemos en la última parada de esta “ruta de Tolsá” para entrar al Museo Nacional de San Carlos, antiguo Palacio de Buenavista.
La construcción del recinto fue encargada a Manuel Tolsá por la marquesa de Selva Nevada, Doña María Josefa Rodríguez de Pinillos y Gómez de Bárcena para su hijo, el Conde de Buenavista. Sin embargo, éste murió y no pudo ver la terminación de la obra, que se llevó a cabo entre 1798 y 1805.
Los terrenos del palacio abarcaban desde su actual fachada hasta la zona donde hoy se encuentra la Plaza de la República y el Monumento a la Revolución, donde se ubicaban los jardines que dicen que fueron disfrutados por las familias personajes como Antonio López de Santa Ana, José María Romero de Terreros y el Conde de Regla.
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Con una fusión de los estilos barroco y neoclásico ya reconocidos de Tolsá para la época, el edificio tuvo varios usos a lo largo de su historia: fábrica de cigarros de la Tabacalera Mexicana, sede de la Lotería Nacional y sede de la Escuela Nacional Preparatoria Número 4, antes de ser cedido al Instituto Nacional de Bellas Artes en 1968 para albergar la colección de arte europeo resguardada por la Escuela Nacional de Bellas Artes y la Antigua Academia de San Carlos, fundada por Carlos III en la Nueva España, convirtiéndose así en Museo de San Carlos y después, por decreto presidencial, en Museo Nacional de San Carlos en 1994.
En sus 10 salas podemos apreciar las obras de algunos de los grandes maestros de la pintura europea, además de sus biblioteca, librería y cafetería. Ofrece talleres, cursos, visitas guiadas y actividades culturales.
JOYAS
Puedes hacer un breve desvío de la ruta para visitar el Museo Nacional de Arte y la Plaza Tolsá, en cuya explanada se encuentra el famoso Caballito y está frente al Palacio de Minería.