EN "LA NOCHE QUE NADIE DUERME", EN "HUAMANTLA"
Fabiola VÁZQUEZ
Por primera vez en al menos 140 años coloridas flores bordadascon hilo de oro y plata serán incluidas en el vestido y manto de“La Virgen de la Caridad” que portará la “Noche que NadieDuerme”, celebración religiosa que atrae a miles de feligreses yturistas extranjeros.
Lo anterior se debe a un homenaje a Carolina HernándezCastillo, “Carito”, quien durante 52 años confeccionó elvestido en tonalidades blancas y doradas.
La confección del vestido, que se prolonga por 90 días, hasido catalogado como una obra artesanal que, en la mayoría de lasocasiones, ha incluido la incrustación de piedras preciosas comorubíes, esmeraldas y perlas.
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En esta ocasión el vestido incluirá 52 zirconias queluciránsu esplendor la noche del 14 de agosto, así como uncanutillo de oro de 24 quilates y coloridas flores de plata,materiales que hacen que el costo de la prenda rebase los 70 milpesos, solo en materiales sin tomar en cuenta la mano de obra.
Tras la muerte de “Carito”, este año la confección delatuendo está a cargo de sus sobrinas Elvira y Laura HernándezTorres, quienes cumplirán el deseo de su tía de bordar el vestidode la virgen a colores, con un diseño tomado de un manto sevillanoque admiraba mucho, pero que no habían podido realizar debido aque desconocían la existencia del canutillo a color.
La decisión de confeccionar un vestido de “colores” seoriginó porque era la canción favorita de doña “Carito”,quien pertenecía a los cursillistas, donde denotaba su aficiónpor la gama de tonalidades, incluso pidió que, cuando muriera, elmoño de luto no fuera negro sino de colores, por lo que susfamiliares le cumplieron su deseo con un moño que aún puedeapreciarse a la entrada de su casa.
Mantienen tradición pese al fallecimiento de doña“Carito”
Como cada año, desde hace más de dos meses, alrededor de 50personas son las que hacen posible que el vestido se termine en eltiempo indicado, pues cada uno de los detalles lleva hasta tresmeses para culminarlo.
Doña “Carito” ha sido la persona que le dedicó más tiempoa la confección, pues al menos durante 45 años realizó estalabor.
La familia Hernández Torres, así como amigos que cada año hancolaborado, coincidieron en que ha sido muy difícil trabajar enesta tarea con la ausencia de doña “Carito”, quien fallecióen diciembre de 2015 a sus 93 años, pero reconocieron que dejóforjada una escuela que continuará la tradición, pues lesinculcó la fe a la virgen.
Todas las personas que acuden a bordar, no reciben ningunaremuneración económica, “nadie recibe un sueldo, todo es poramor y devoción a la virgen, pues dicha labor requiere de tresmeses de anticipación, por lo que comienzan a mediados de mayopara concluir en agosto, antes de la fiesta”.
Diseño del vestido
La encargada del diseño, Graciela Espino, indicó quetradicionalmente se confeccionaba en color dorado, con bordados enhilo de oro, por lo que la decisión de reunir varios colores en eltraje generó un poco de miedo, ya que ni ellas sabían cuálsería el resultado final, pero con el transcurso de los días eldiseño fue tomando forma y les va agradando, por el realce de lasflores y otros detalles que lo harán completamente diferente a losotros años.
Explicó que el diseño consta de 52 estrellas, que representanel número de años que doña “Carito” dedicó a la confecciónde vestido, dos de ellas van colocadas en el cuello y representanla aureola de la virgen, las otras 50 forman una lluvia deestrellas.
El vestido incluirá una cenefa bordada con el año 1963, cuandocomenzó a bordar; el 2015, que fue el año de su muerte; así comolas iniciales de su nombre CHC.
Las dimensiones del atuendo son de 85 centímetros de alto,mientras que el manto mide cerca de cuatro metros de largo por tresy medio de ancho, tendrá un peso de 2.5 kilogramos debido alrelleno en los realces y los forros.
El vestido reúne elementos de la Iglesia, pues este 2016 seconmemora el “Año de la Misericordia”, por lo que se colocóun logotipo que tiene la forma de una almendra, donde Jesús llevaen sus hombros al hombre para sacarlo de la oscuridad, por ello, seaprecian tres círculos en diferentes tonalidades que se vanaclarando.
Se utilizan los más finos materiales
Telas francesas, alemanas o españolas, son las que se empleanpara el vestido, pues por el número de puntadas que deben dar,deben ser de la más alta calidad, pues un lienzo común serasgaría, por ello recurren a la adquisición de telas deexportación.
En esta ocasión, se compraron 2.5 metros de seda japonesa parael vestido en una tienda especializada de la Ciudad de México,para el manto se adquirieron 16 metros de shantung y dos metros deraso de seda para los forros y aplicaciones, cuyos costos enpromedio alcanzan los mil 500 pesos por metro.
“Se utiliza hilo resistente, abajo se coloca hilaza, conalgodón se realizan los realces y sobre éste se decora con elcanutillo y las piedras que se vayan utilizando y que este añoserán zirconias, además de unos angelitos en oro”,comentaron.
Precisaron que el canutillo es un material francés, aunque sepuede conseguir en la ciudad de México, prefieren importarlo,mientras que la plata fundida es un material español conseguido através de un contacto de la Aduana.
Los colores empleados son cobre, marrón, tres tonos de azul(cielo, medio y marino), morado, fiusha mate, fiusha brillante,rosa, verde, café y tres tipos de oro (briscado, liso mate y lisobrillante).
“Todos los detalles del vestido son realizados a mano, puntadapor puntada, en España muchos de los trabajos son aplicaciones,solo para ser fijadas en la tela, cosa que no ocurre en Huamantla,que cada detalle se realiza a mano”, revelaron.
Los donantes y el milagro de un vestido
Cada año se involucran alrededor de 10 familias para donar todala indumentaria de la Virgen de la Caridad, que son quienes aportanel recurso para que se puedan adquirir los costosos materiales,pero todos lo hacen con gusto, al grado de que hoy en día existeuna lista de donadores programada hasta el 2019, por lo que hayfamilias que deben esperar hasta ocho años para ser incluidas,tiempo que aprovechan para ahorrar la importante suma dedinero.
Para la festividad de este año, el vestido fue donado por laseñora María Magdalena de Fermín Gutiérrez; el manto por lafamilia Porras Portillo, quien ya había donado el vestido hacecomo 16 años y para el manto destinaron entre 18 y 20 milpesos.
La mantilla la dona la señora Blanquita Meléndez; los aretesson aportados por Laura y Julie Hernández; la cabellera es de laniña Vanessa Azpeitia; el perfume por Rosalba Neblina; la ropainterior por Camila Codis; mientras que los anillos por la familiaSoler.
La familia Hernández recordó que hace unos 10 años losdonadores desaparecieron repentinamente, no se comunicaron y ya setenía el tiempo encima, debido a que el pedido del canutillo debehacerse con anticipación, agregó que Huamantla es el lugar dondemás se consume el canutillo en todo México.
Ese año se pensaba que la virgen no estrenaría vestido, perode momento una persona proveniente de la Ciudad de México tocó lapuerta de doña “Carito”, dijo que quería donar todo lonecesario para aquella ocasión, “dejó pagado todo para realizarel vestido, lo curioso fue que al tratar de localizarlo, sus datosno existían, por lo que fue atribuido a un milagro de la Virgen deLa Caridad”.
