Con el inicio de la temporada vacacional, la afluencia de turistas a la entidad se ve incrementada de manera excepcional, lo que provoca que por doquier se observen a viajeros, tanto locales como foráneos recorriendo y admirando las magníficas construcciones coloniales que se encuentran en la cuidad capital, así como sus lugares emblemáticos como la plaza de toros “Jorge, el Ranchero Aguilar”, el Exconvento de San Francisco, las escalinatas, desde donde se puede apreciar una bella vista de la cuidad, el palacio de gobierno, entre otros.
Los paseantes van descubriendo en su trayecto, la gran cultura del estado más pequeño del país, pero además, la hospitalidad y amabilidad que tiene su gente.
“Es la primera vez que visitamos Tlaxcala, el lugar es muy bonito, muy colonial, la gente es muy amable, es muy diferente a la de otros lugares”, comentó Cristina Ramos, de Monterrey, Nuevo León, y agregó “otra de las razones que nos hizo a mi esposo y a mí venir a Tlaxcala, fue su gastronomía, nos llama la atención comer insectos”.
Por su parte la familia Aguilar Morales de Mérida, Yucatán, mencionaron que la cuidad les había encantado, impactándolos por su belleza, la Basílica de Ocotlán, al igual que la hospitalidad y buena atención de la gente de Tlaxcala, respecto a la comida, estaban ansiosos por probar los famosos tacos de canasta.
En cambio Leticia Salcedo, de Atlixco, Puebla, expresó que los mulares que pintó Desiderio Hernández Xochitiotzin le parecen extraordinarios, “Me parece fabuloso que se haya enmarcado de esta manera la historia de Tlaxcala, encontré plasmada en el mural una deidad tlaxcalteca, que es la deidad de los artistas y eso para mí, que soy artista, me hizo abrir los ojos y ver desde otro punto de vista el mural tan vistoso”, externó
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