La llegada de los españoles a territorio tlaxcalteca resultó en un mestizaje en todos los ámbitos incluido el artístico, señaló la investigadora Mariana Herrera Molina durante la conferencia “Arte Novohispano en Tlaxcala”, que recientemente se llevó a cabo en el Museo de Arte de Tlaxcala.
“Todos los pueblos a lo largo de la historia no han podido estar exentos del mito, la religión, la creencia, el arte; tampoco de la evolución de las construcciones o la literatura, y Tlaxcala no es la excepción. Con la llegada de los españoles se generaron forzosamente nuevos conocimientos y prácticas, mientras que otros desaparecieron”, enfatizó.
Herrera Molina explicó que la conquista espiritual derivó también en una nueva forma de crear arte, manifestado en la arquitectura y decorado de las iglesias que aún perduran, como es el caso de los ángles y flores, elementos recurrentes.
“La construcción de las capillas abiertas surgió ante la urgente necesidad de evangelización. En ellas se pueden observar murales en los que se plasmaron imágenes, pues estas capillas tuvieron el papel de centros de aprendizaje doctrinal”, señaló.
Durante la charla, Mariana Herrera compartió con los asistentes imágenes de la arquitectura religiosa en Tlaxcala, a fin de analizar los detalles de ornamentación, los cuales manifiestan la fusión cultural.
En Tizatlán se cuenta con una de las capillas abiertas con más pintura mural. Esta capilla solo fue de visita, al no contar con personal suficiente para estar todos los días impartiendo los sacramentos. La otra capilla importante es la que se encuentra en el área baja de lo que actualmente es el ex convento de San Francisco, hoy Catedral del estado, las dos construcciones del siglo XVI. En el atrio de este convento, también en el siglo XVI, se llevaron a cabo representaciones escénicas en náhuatl de pasajes religioso,explicó.
Lo realmente importante de la unión de estas dos razas es lo que surgió, pues actualmente estamos muy orgullosos de nuestro ex convento de San Francisco, de las capillas abiertas de Tlaxcala y Tizatlán, de la de Basílica de Ocotlán, que son resultado de la mezcla cultural
Mariana Herrera Molina / Investigadora
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