La fotógrafa Diane Arbus cambió los retratos de supermodelos para las revistas de moda por fotografías de personas relegadas de la sociedad por su aspecto físico, para lo cual recorrió los barrios marginales de Nueva York para encontrar la belleza en lo grotesco.
Arbus, nacida en Estados Unidos en 1923, desde los 14 años de edad inició una relación amorosa con el fotógrafo Allan Arbus, quien sería su mentor y quien le enseñaría todo lo relacionado con el arte de la fotografía, y gracias a su habilidad Diane desarrolló su propio estilo hasta convertirse en una reconocida fotógrafa.
En sus años veintes, Diane Arbus al lado de su esposo comenzó a trabajar para las principales revistas de moda en la época, como Vogue y Harper's Bazaar, lo que le dio gran notoriedad a la fotógrafa y comenzó a hacerse de un importante nombre en la industria.
Sería en la década de los años sesenta cuando Arbus decide cambiar totalmente de rumbo en su carrera, para enfocarse en lo que llamó otro tipo de belleza para generar enigmáticos retratos.
Arbus solía caminar por peligrosos barrios de Nueva York para encontrarse con cierto tipo de físicos, pues prefería personas con problemas de enanismo o de gigantismo, personas tatuadas al extremo, prostitutas, retrasados mentales, transexuales y toda clase de personas dispuestas a mostrar su peculiar atractivo.
Su trabajo fotográfico en torno a la figura de freaks fue bien recibido por la crítica y sus fotografías llegaron a importantes recintos como el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Pese a su genialidad artística y a su éxito, Diane Arbus padecía de fuertes problemas emocionales y mentales que se sumaron a la dura separación de Allan Arbus en 1959, hecho que fue menguando su estabilidad.
Con tan solo 48 años de edad, la fotógrafa terminó con su vida al ingerir una fuerte dosis de barbitúricos y cortarse las venas; sin embargo, su legado artístico se mantiene vivo y ha inspirado a otros creadores, e incluso existe una película sobre su vida y obra llamada “Retrato de una Obsesión”, protagonizada por la actriz australiana Nicole Kidman.
- El trabajo de Diane Arbus se inspiró en la película de culto “Freaks”, de 1932, la cual se centra en la vida de personas con severos daños motrices que forman parte de un circo.
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