George Grosz empleó el arte como una vía para mostrar su repudio al orden social que gestó el nazismo durante la década de los años treinta en Alemania, fue así que sus obras reflejaron una punzante crítica a las instituciones y al régimen político de aquellos años.
Grosz, nacido en Berlín en 1893, manifestó desde muy joven su talento y gusto por la creación artística en especial por el dibujo por lo que en 1912 ingresó a la Academia de Artes y Oficios de Berlín, donde fue alumno del famoso pintor Emil Orlík.
SIRVIÓ EN EL EJÉRCITO
En 1914, el entonces estudiante de arte se alistó en el Ejército Imperial Alemán durante la Primera Guerra Mundial, hecho que tendría posteriormente un peso importante en su obra al significarle un gran impacto mental y emocional.
Para el siguiente año Grosz regresaría a la pintura ya con las bases profesionales de la Academia de Artes y Oficios de Berlín así como la experiencia adquirida durante su paso por París -previo a su participación en la guerra- donde compartió con artistas de corrientes como el cubismo y el futurismo que luego él mismo adaptaría a su estilo.
A pesar de que su participación en la Primera Guerra Mundial fue de escasos seis meses luego de argumentar problemas de salud, la huella psicológica en el artista alemán fue profunda y fue el catalizador para generar obras de fuerte expresividad de los estados de ánimo presentes en un periodo de conflicto bélico, así que sus piezas se caracterizan por su aire grotesco.
Entre sus obras más representativas sobre esta temática destacan “Carnaval Sangriento” y “Atentado” que muestran en el horror de las muertes en batalla, así como la pieza de 1915 llamada “La calle” que muestra una escena en algún lugar de Berlín donde se percibe una clara atmósfera lúgubre por la tensión de la guerra.
Grosz dejó Alemania en 1932, poco antes de que Hitler llegara al poder para mudarse a Estados Unidos donde se desempeñó como profesor en Nueva York.
Sería hasta 1958 regresaría a Alemania donde un año más tarde moriría a causa de una caída por una escalera.
- Actualmente parte de la obra de Grosz se encuentra expuesta en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
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