Edvard Munch fue de aquellos genios que en vida supieron canalizar la tragedia y trastornos emocionales en icónicas obras de arte como la famosa pieza “El grito”, que aborda el tema universal de la angustia y la soledad.
El artista, nacido en Noruega en 1944, tuvo una existencia atormentada por la depresión, que a su vez lo llevó al alcoholismo. Irónicamente, sus estados mentales le llevaron a crear piezas que transmiten una profunda sensibilidad a la desgracia humana, no en vano es considerado como precursor del expresionismo.
Siendo aún un niño, Edvard Munch perdió a su madre y a su hermana mayor a causa de la tuberculosis, quedando al cuidado de su padre quien era un fanático religioso; estos hechos marcaron la vida del artista, quien siempre tuvo un carácter melancólico.
Luego de un breve periodo en otras disciplinas muy alejadas al arte, alrededor del año 1880 Munch encontró en la pintura una forma de canalizar los recuerdos que le atormentaban, y con ello creó un estilo muy personal y oscuro.
El uso simbólico del color y los trazos simples, pero cargados de fuerza, le permitieron abrirse paso en el competido ámbito de la pintura, pues a pesar de la polémica que generó (por abordar en sus piezas temas como la muerte, el sexo y el sufrimiento existencial) sin duda el noruego se encontraba abriendo brecha en nuevas temáticas más acordes a su tiempo.
De acuerdo con los especialistas de arte, “Melancolía”, otra de las piezas más representativas del artista que muestra a un hombre pensativo viendo hacia el horizonte, demuestra que si hay un artista que mejor exprese la tristeza y los momentos más bajos del ser humano, es Munch.
“Pubertad”, pieza que data de entre 1894-1895, muestra a una joven mujer desnuda, sentada al borde de una cama, con las piernas apretadas y detrás de ella una sombra alargada. Para críticos de arte, la obra habla sobre una depresión sexual que el pintor padeció durante años.
Tras una vida de alcoholismo, Edvard Munch falleció el 23 de enero de 1944 en una hacienda de su propiedad, completamente solo.
SU OBRA
El artista noruego dejó un legado de más de mil piezas de pintura, 15 mil grabados y 4 mil 500 dibujos.
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