Klaus Sperber fue, como casi todos los genios, un artista adelantado a su tiempo: fusionó la ópera con sintetizadores para generar un sonido muy peculiar que, por su extravagancia, hizo que la sociedad conservadora de los años sesenta prestara atención a su mensaje de libertad y respeto a la diversidad sexual.
El músico alemán creó el personaje Klaus Nomi, que es un juego de letras basado en la revista de parapsicología “Omni”, quien parecía llegado de alguna galaxia lejana.
En sus espectáculos, donde fusionaba el canto con elementos teatrales, utilizaba vestuarios creados con plástico para formar figuras geométricas que daban a su cuerpo una imagen extraña; pintaba su rostro de blanco, sus labios de negro y exageraba sus cejas y, como aderezo, un peinado que acentuaba sus grandes entradas.
En su natal Alemania Klaus Nomi no encontró la apertura que él buscaba para sus propuestas por lo que, en un movimiento natural de quien decide no acallar sus ideas, en 1970 se mudó al barrio de East Village en Nueva York, donde generó un público que simpatizó con sus ideas transgresoras.
Para 1978 Nomi se consolidaba como un artista alternativo cuyo mayor momento de fama llegó con la pieza “Total Eclipse” letra que entonaba con su característico falsete “los grandes ejecutores discuten sobre lo que tienen haciendo el planeta tan caliente, caliente como un holocausto... eclipse total, es un eclipse total”.
En su espectáculo el contratenor incluyó efectos de luces, actuación y vistosos bailes, en los que participaron jóvenes bailarines de gran talento que con el paso del tiempo se convirtieron en grandes figuras, como en el caso de la cantante Madonna quien formó parte de estas presentaciones en los inicios de su carrera.
Este es un claro ejemplo de cómo sus letras significaron protestas sociales sobre diversos temas, lo que le valió el reconocimiento de otros artistas de su época; el más recordado fue la colaboración con David Bowie, quien en 1979 invitó a Klaus para participar en un dueto para la canción “The man who sold the world”, que fue transmitido por el afamado programa Saturday Night Live.
Desafortunadamente, el periodo de mayor esplendor en la carrera de Nomi fue muy breve ya que en 1983 la salud del artista decayó de manera abrupta debido al Sida. Nomi fue de las primeras figuras públicas en ser víctima de esta enfermedad que para aquellos años todavía significaba un fuerte estigma social. Nomi falleció el 6 de agosto de 1983 a los 39 años.
Klaus Nomi es de aquellos genios que a pesar de no haber alcanzado un éxito mediático de grandes escalas ha sido una importante influencia en las esferas, no solo de la música, incluso de la moda pues inspiró a importantes casas de alta costura como Paco Rabanne y Givenchy. Músicos como Morrisey han retomado temas del cantante alemán como un homenaje y signo de respeto y admiración a su breve pero talentosa trayectoria.
VOZ PRIVILEGIADA
- Klaus Nomi ha sido reconocido por los especialistas en música por su privilegiada voz de contratenor que tenía la habilidad de alcanzar altas notas.
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