Como parte de la “Noche de museos”, del Museo de Arte de Tlaxcala, se llevó a cabo “Contertulios en conflicto”, en donde el escritor Miguel Hernández, desenvolvió las razones que lo llevaron a incursionar como escritor y como un ávido lector.
Dijo que inicialmente, al cuestionarse los motivos que lo llevaron a adentrarse en este mundo, más que respuestas, llegaron a su cabeza un sinfín de interrogantes como ¿Cómo escribes? ¿Cómo es el acto de escribir para ti? ¿De verdad escribes? ¿Te gusta escribir? ¿Para qué escribes? ¿Lo que haces es escritura? ¿Qué planeas hacer con lo que escribes? , y la más importante, ¿En verdad eres escritor?
Aseguró que después de reflexionarlo por varios días, encontró ciertos puntos relevantes que bien podrían acercarse a responder todas sus preguntas, “comenzaré hablando sobre algo que está dentro de nosotros, pero que una vez que crecemos nos gusta soslayarlo y casi olvidarnos de ello, esto se encuentra en lo más profundo de la mente y la mayoría de las veces sabe cómo ocultarse muy bien, es sumamente valioso ya que conforma la materia prima de toda escritura creativa… estoy hablando: la imaginación”.
Explicó que si bien esta palabra podría parecer algo sin importancia o con muy poca relevancia, en realidad es “la materia prima de toda escritura creativa”, pues además de brindar toda una serie de personajes o escenarios que se pueden plasmar en un texto, también es la encargada de construir las historias más fascinantes y de poder conectarlas con sucesos extraordinarios.
“He aquí el poder y la gracia que tiene el imaginar, demostrando que podemos ocuparla durante toda nuestra vida, sólo recuerda no olvidar ejercitarla cada día, aunque sea un poco”, incitó.
Asimismo, comentó que otro de los puntos que logró reflexionar fue la lectura que las personas realizan día a día, “¿En verdad sirven de algo? ¿Nos ayuda realmente leer tantos libros?, la respuesta sé que es inmediata, positiva y hasta le daríamos importancia, pero ahora yo pregunto: ¿Qué compromiso tienes con cada una de las lecturas? ¿De verdad intentas comprender lo escrito en cada una de las oraciones y páginas?”
Por ello, invitó a todos los presentes a leer todos los textos que tengan a su alcance, sin importar el género o la dimensión que estos tenga, así como a intentar descifrar palabra por palabra, oración por oración, a entender cada uno de los párrafos y sobre todo a escuchar la plática que el escritor quiso tener con el lector.
“Tal vez ese escritor llene tus expectativas o puede que te defraude un poco, pero recuerda que no es el único, hay miles de libros con los cuales puedes tener una buena charla y gracia a ello obtener algún conocimiento”, aseguró.
Finalmente, solicitó a los presentes a poseer un diario, pues dijo que al anotar en él todas las perspectivas y opiniones que construyan, podrán con el paso del tiempo retomar ciertos aspectos para crear ficciones o versos a partir de eso.
“Escribiendo y leyendo somos libres, pues nadie puede limitar nuestro pensamiento aunque así lo quisiese, ten por seguro que ninguno puede evitar que nuestros conocimientos y mente crezcan, que formemos opiniones y que seamos libres de pensar lo que queramos, pero sobretodo compartirlo”, puntualizó.
Miguel Hernández, escritor:
“Escribiendo y leyendo somos libres, pues nadie puede limitar nuestro pensamiento"
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