MORELIA, Michoacán.- Tiene formación como actriz y directora de teatro y la gran sorpresa es que Lila Avilés con su ópera prima La camarista destaca por su contundencia narrativa y visual, donde la soledad acompaña en el trabajo cotidiano a Eve, una mujer que hace el aseo de un hotel lujoso de la Ciudad de México.
La directora comenta que para llegar a esta película hubo un camino de más de siete años, ya que primero escribió una obra de teatro que se llamaba La recamarera, la cual presentó en el hotel Presidente Intercontinental.
La anécdota está basada en el libro de una fotógrafa que se metió de contrabando en un hotel en Venecia para hacer fotos con las cosas que dejaban los huéspedes, recuerda Lila Avilés.
Para llegar a la película, la realizadora pasó mucho tiempo en un hotel donde convivió con muchas camaristas y conoció sus historias, de la cual pretende hacer otro trabajo.
El resultado de su investigación la llevó, comenta, a retomar la esencia de mucha gente y crear el personaje de Eve, protagonizada por la actriz Gabriela Cartol. “No buscaba hacer una película de buenas ni malos, sino que fluyeran los personajes en su entorno”.
Así La camarista sigue a Eve en sus recorridos por las habitaciones, limpiando, cambiando de sábanas, además de su anhelo por superarse y querer otra vida, ya que es una mamá de un hijo al que poco ve.
“Desde el principio me interesaba hacer un acercamiento voyerista y seguir al personaje de Eve y que fuéramos capaces de observar en las cosas más cotidianas y más banales, para encontrar cierta belleza y humanidad”.
La cinta que tuvo su estreno en el Festival de Toronto y se presentó en San Sebastián, ahora se presentará en AFI Fest y encertámenes comoMarrakech, Singapur, además y tendrá su estreno el próximo 2019 con la distribución de Caníbal.
Lila Avilés destaca que para ella los pasillos de un hotel hay un universo que le conmueve mucho “es un lugar que contiene nacionalidades de todo el mundo, de gente que está dejando sus familias. Me impresiona la metáfora de que la camarista en su cotidiano siempre toca a la puerta de un cuarto esperando que haya alguien, porque en realidad su trabajo es muy solitario”.