Conchita Gómez Rábago, también conocida como “La Maestra Conchita”, nombre que se ganó gracias a las numerosas generaciones de artistas que formó en la escena local y nacional, falleció en días pasados, lo que causó conmoción en el medio cultural del estado, pues también se desempeñó como tallerista en creatividad artística, titiritera, promotora cultural y educadora ambiental.
Nacida en 1940 y originaria de Orizaba, Veracruz, desde 1987 se sumergió en la cultura al impartir el taller de “Creatividad artística y títeres”, en el Instituto Tlaxcalteca de Cultura (ITC), el cual estaba orientado a niños y jóvenes con incipientes inquietudes artísticas; ahí mismo colaboró como enlace y guía de exposiciones para acercar a los infantes a manifestaciones culturales de vanguardia.
De acuerdo con los datos que compartió su familia, la maestra Conchita también fue una artista preocupada por el deterioro ecológico y la salud pública, por lo que entre 1991 y 2013 impartió numerosos talleres de educación ambiental y vial, en colaboración con instituciones y asociaciones como el ISSSTE, el Jardín Botánico de Tizatlán, el SNTE, la Secretaría de Seguridad Pública, Servicios Educativos y de Investigación Social A.C, Coarco Ac., y el Papalote Museo del Niño.
En su carrera también destaca su faceta como productora y directora en obras como “La comadre muerte”, “Una visita importante”, “Educación vial con valores”, “Los dueños del bosque” y la “Tierra en peligro”, por la que fue reconocida en el Primer Concurso Nacional de Obras de Teatro para la Educación Ambiental otorgado por la Semarnat y la Universidad Pedagógica Nacional en el año 2000.
Durante su carrera compiló y editó tres los libros, como “Adiós al miedo. Cuentos de espantitos”, resultado del taller de creatividad artística en el ITC, y el cual fue presentado por los niños autores en la Feria Internacional del Libro de Xalapa “Pequeños Creadores”.
Los ejemplares fueron publicados a través de Conaculta y del programa Alas Raíces; finalmente publicó “¡Oye abuela!”, una recopilación de sus experiencias y relación con su nieto y pupilo Jorge, por Ediciones Quinto Sol.
En 2007 recibió el Reconocimiento a la Aportación a la Comunidad y al Desarrollo del Estado por parte del Congreso del Estado, el Tribunal Superior de Justicia del Estado y el Gobierno del Estado de Tlaxcala en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Desde 1988 colaboró con funciones de títeres y talleres, pero también como curadora y museógrafa de exposiciones para el Festival Internacional de Títeres Rosete Aranda, labor por la que en 2012 recibió el Reconocimiento al Mérito Titiritero por su amplia trayectoria y arduo trabajo en la preservación y difusión de este arte, medalla y gesto que atesoró por el resto de su vida, aseguró su nieto, Jorge Bordello.
Fue fundadora de las compañías títeres Xochikueponi y Pocholo Títeres, en donde formó generaciones de artistas y profesionales; con ellas representó a Tlaxcala en el XII Festival Cervantino en Guanajuato con piezas originales de los hermanos Rosete Aranda, al lado de la compañía Títeres de Tlaxcala.
“Trató en numerosas ocasiones de promover una pensión después de décadas a servicio del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, sin recibir respuesta positiva, uniéndose a la lista de artistas retirados en estado de abandono económico durante su vejez”, mencionó Bordello.
Sin embargo, destacaron que después de una vida dedicada a la enseñanza y al arte, en febrero su salud comenzó a decaer notablemente, y quedó al cariñoso cuidado de sus amigos, vecinos y familia, principalmente de su hija Concepción y sus hijos José Antonio y Salvador.
El pasado tres de julio falleció acompañada de sus nietos Marisol y Jorge, quienes aseguraron que estaba emocionada de ver el cambio de rumbo en la vida pública del país, y ansiosa por reunirse con su difunta hija María Soledad.
La maestra Conchita deja un legado imborrable que vive a través de los innumerables niños que encontraron a su lado una vocación en el arte, y un propósito al servicio de la ecología, la libertad de expresión y la individualidad
Jorge Bordello / Artista visual y nieto de la titiritera