Con motivo del Día de San Valentín que ya se encuentra a la vuelta de la esquina, hoy te traemos algunas ‘miradas’ que explican desde la mitología, pasando por la química hasta llegar a la psicología, qué es el amor.
Platón y la otra mitad
Platón decía que el amor era el esfuerzo por restaurar la unidad originaria de la naturaleza humana.
En la mitología, el filósofo decía que el andrógino originario había sido divido dos por decreto divino, así que las dos mitades vagaban por el mundo hasta que se encontraban y podían reunirse de nuevo. Esto hacía que el amor recíproco fuera innato en el ser humano y que éste intentara retornar a la antigua naturaleza para hacerse de dos, uno.
Así que desde aquellos tiempos, la necesidad del ser humano de completarse o de encontrar a su ‘media naranja’ se ha visto reflejada indudablemente. De aquí el termino de “amor platónico”.
La química del amor
El enamoramiento se da cuando nuestro cerebro comienza a segregar altos niveles de dopamina y norepinefrina. Causando una gran sensación de energía y euforia; la dopamina facilita el incremento de testosterona (hormona relacionada con el deseo sexual), y la norepinefrina genera un estado de alerta que nos lleva a focalizarnos en la persona amada.
Los niveles de serotonina bajan, lo cual deriva una mayor cantidad de pensamientos obsesivos entorno al ser amado.
Por otro lado, la oxitocina y la vasopresina también se liberan, lo cual contribuye a que surja un sentimiento de amor intenso hacia la persona. Las mujeres son más sensibles a la primera hormona y los hombres, a la segunda.
De acuerdo con la antropóloga Helen Fisher, cuando uno se enamora se activa la misma parte del cerebro que cuando se consume cocaína, sintiéndose el conocido ‘rush’ o ‘subidón’. Por eso se dice que el amor es como una droga.
Los cuentos de Disney y la fantasía de Hollywood
Desde la infancia se nos llena de un cúmulo de ideas poco realistas sobre lo que es el amor.
Los cuentos de Walt Disney nos dicen que el amor es ese sentimiento irracional e incomprensible hacia una persona y que debe de ser para siempre.
La historia interminable sobre el príncipe y la princesa que vivieron felices eternamente.
Y luego Hollywood, con sus películas en las que se sufre un largo camino por encontrar al amor pero para que al final, el amor se encuentre mágicamente surgiendo victorioso, asegurando que ‘ese sentimiento lo puede todo’.
El amor y la psicología
Para Sigmund Freud el verdadero amor no es empobrecimiento del que ama sino su enriquecimiento interior pero siempre y cuando, éste no dependa exclusivamente del otro para que se lleve a cabo.
El psicoanalista ya mencionaba la sobreestima exagerada y sin medida del objeto de amor (la persona amada), atribuyendo erróneamente al amante una pérdida de “amor en sí” por lo mismo que invierte en el amado todo su amor, provocando la ya conocida: “entrega de amor total”.
Creer que no podemos estar completos o ser felices sin una relación es lo que no es sano.
Finalmente, la capacidad de amarnos a nosotros mismos es lo que determinará nuestra capacidad para amar a alguien más, siendo el amor un sentimiento que nos permita compartir con otra persona nuestro camino y enriquecer así nuestra vida sin dejar de lado nuestra esencia.
Ya lo dijo Erich Fromm: “La paradoja del amor es que dos se hagan uno y no obstante sigan siendo dos.”