Colorida y alegre es la fiesta de Todos los Santos en Tlaxcala. Al arribar el otoño, el campo tlaxcalteca se tiñe de amarillo gracias a la florecilla que guía y rinde culto a los muertos: la flor de cempasúchil, infaltable como popular ofrenda en las tumbas.
CEMPASÚCHIL
Este icono de la cultura mexicana, junto a las calaveritas de azúcar y el pan de muerto, forma parte de una tradición milenaria basada en el sincretismo entre los rituales católicos y prehispánicos.
La “flor de veinte pétalos”, de color intenso y aroma incomparable, evoca al Sol, en cuya tradición azteca, se dice guiaba las almas de los difuntos. Actualmente, sus pétalos siguen usándose para formar un camino que guía a las almas de la puerta a la ofrenda.
NUBE
A esta decoración se suma la flor llamada “nube”, la cual representa la pureza debido a su color, sin embargo, también es utilizada en diversos arreglos florales para decorar el altar o un ataúd, sino para darle un toque delicado a la decoración de una boda, o celebración en particular.
MANO DE LEÓN
En tanto, la flor “mano de león” o terciopelo de color morado forma parte visual de las ofrendas, la cual también se usa con fines astringentes, antibacteriales y depurativos.
Se dice que tiene su origen en Asia, pero sus tonos blancos y rojizos se han adaptado en el país desde hace tiempo.
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