En la comunidad de Ixtenco se encuentra Casa Xúa, sitio donde sus pobladores preservan la variedad de maíces de colores que distinguen a la cultura de este municipio.
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Ubicada a unos metros de la plaza principal de la comunidad, Casa Xúa es un punto de encuentro de productores, artesanos, cocineras tradicionales y defensores del maíz nativo, como es el caso de Cornelio Hernández Rojas y Teresa Solís López, quienes son los precursores del proyecto.
El inmueble de una antigüedad de más de un siglo que conserva su aire campirano con muros de tepetate, pisos de piedra y rodeada de plantas de la región, es visitado por personajes como Gerardo Huerta Angoa quien es un destacado artesano que usa como elemento principal de sus obras las semillas y granos de maíz.
Las piezas de Huerta Angoa han resaltado a nivel nacional, pues actualmente uno de sus cuadros con la imagen de la Virgen de Guadalupe, de una dimensión de dos metros de altura y elaborado con ocho variedades de maíces en 23 tonalidades, se encuentra expuesta en el Centro Cultural Los Pinos.
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Casa Xúa surgió como un objetivo de la familia Hernández Solís por defender la identidad de Ixtenco a través de sus maíces, su comida y su artesanía; pues de acuerdo con Cornelio Hernández este alimento se encuentra en riesgo ante la presencia de diversas amenazas que van desde el cambio climático hasta la introducción del maíz transgénico al territorio nacional.
Desde hace varias décadas, Cornelio Hernández ha dedicado su vida a la investigación del maíz, pues Ixtenco destaca por ser una región donde sus campos dan la mayor variedad de maíces. De acuerdo con Hernández Rojas en esta localidad se cosechan hasta 35 variedades como el maíz azul, rosa, morado, negro, amarillo, rojo carmín, cacahuazintle, sangre de Cristo, triguero, gatito y el peculiar maíz ajo.
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Don Cornelio Hernández preserva semillas de variedades de maíz, así como de otras especies, en un típico cuexcomate que las mantiene en las condiciones ideales de temperatura y luz, por lo que se pueden conservar incluso hasta por años para su consumo.
El cuexcomate es una técnica prehispánica para mantener la frescura de estos alimentos, la cual se encuentra en vías de desaparición y que aún forma parte de Casa Xúa.
La gastronomía tradicional no falta en Casa Xúa y es, de hecho, su elemento central. Teresa Solís López, heredera de la cultura culinaria de Ixtenco, es quien elabora exquisitos platillos como el mole de matuma -característico del municipio- el arroz con huitlacoche o unos tejocotes en almíbar.
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La cocinera tradicional fue incluso ganadora del concurso nacional ¿A qué sabe la Patria?, organizado por la Secretaría de Cultura federal, con la receta del atole agrio.
Casa Xúa abrirá próximamente sus puertas al público en general con un concepto de comida típica preparada por doña Teresa Solís que permitirá a los comensales vivir la experiencia gastronómica de este poblado que mantiene vivas sus raíces otomíes.
Para realizar un recorrido guiado por Casa Xúa, las personas interesadas pueden comunicarse al número telefónico 247 119 0417.