Heredero de un apellido y una sensibilidad que han marcado el rumbo del arte mexicano, Guillermo Kahlo se abre paso en la fotografía con una propuesta única personal e íntima, que se sustenta en el retrato para indagar en lo profundo del ser.
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En su visita por Tlaxcala, este Diario platicó con quien es el bisnieto de Guillermo Kahlo Kaufmann y sobrino de Frida, sobre lo que significa para él la producción artística y el gran peso de un apellido que retumba en el mundo del arte a nivel mundial.
TRAYECTORIA
Con una trayectoria de más de tres décadas, Guillermo Kahlo ha presentado su trabajo fotográfico en una diversidad de países como Sudáfrica, Colombia y Estados Unidos y ha sido parte de importantes exposiciones como “México a través de la fotografía 1839-2010”, que se presentó en el Museo Nacional de Arte en el 2014; así como “Constitución mexicana, imágenes y voces”, que se presentó en el 2017 en Palacio Nacional.
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Su más reciente serie “Deidad, el sentido de la belleza en el mundo prehispánico” se presentó con éxito en la Ar+Art Galerie, en París, Francia, y continuará itinerando por Europa.
Sobre su estilo, Guillermo Kahlo afirma que más que los aspectos técnicos, es una pasión: La aproximación en la fotografía para mí no fue la técnica, realmente yo descubro la fotografía a través de las historias, de los libros, de las películas, de la gente cercana a mí. Se cree mucho que a través de mi familia yo aprendí la fotografía como oficio, pero la fotografía me llevó.
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En tiempos en los que la tecnología permite la inmediatez y el fácil alcance de la fotografía, el heredero del talento Kahlo afirma que el arte va más allá y que, contrario a lo que pudiera pensarse, el fácil acceso a tomar una fotografía eleva el valor del oficio.
A mí me decían, la selfie va a acabar con un retrato y para nada, más bien va a dignificar lo que es un retrato, pues el retrato tiene una complejidad que no tiene una selfie. Una selfie te cuenta la realidad de la gente idealizada, vista desde el ángulo de lo ‘perfecto’. Un retrato tiene que ver con el tiempo, con la psicología, con el mundo de lo simbólico, con el cómo nos entendemos, con la condición humana, señaló.
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Para Kahlo, la fotografía atiende la necesidad del ser humano de trascender, de heredar un legado que recuerde su existencia. “La fotografía se inventó para fragmentar el mundo, para entender el mundo, el tiempo. Yo creo que todos los seres humanos buscamos trascender de alguna forma: a través del arte, de la familia, de un pensamiento, de la literatura; para mí este es el tema crucial con la fotografía como invención, como fenómeno, y en mi caso yo creo que empiezo a aprender fotografía cuando bajo la cámara”.
Sobre el legado Kahlo y su relación con la dinastía, el artista afirma que la influencia de un apellido, más que herencia, se convierte en una consecuencia.
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Un nombre nunca está ganado, te lo vas ganando, asegura.
Guillermo Kahlo proviene de una familia donde la fotografía y la pintura se convirtieron en símbolos del arte a nivel mundial, por lo que el peso de un apellido es innegable. "Nunca fuimos fotógrafos por oficio; yo pensaba que nunca iba a ser fotógrafo, yo realmente pensaba que iba a ser diseñador de modas, pero las grandes inquietudes artísticas no se resuelven en una generación, se resuelven en muchas”, aseveró.
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En próximas fechas Kahlo presentará su obra en el Palacio de Cultura, con una muestra que contendrá su obra de retratos.
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