Fernanda Melchor y David Trueba tienen una particular coincidencia: ambos crecieron en una familia de clase media donde la lectura no era algo común. Pero la necesidad de descubrir un mundo más allá de sus paredes los llevó a reconocer en la lectura -y posteriormente en la escritura- una herramienta para vincularse con la realidad.
“Mi padre compraba enciclopedias, para las que le alcanzaba. Y teníamos mitades de ellas en el librero familiar”, recuerda Melchor. “Me parecía que los libros tenían no sólo universos, sino el mundo. Aprendí mucho leyendo libros y por supuesto viendo televisión y cine”.
Curiosamente, el papá de David Trueba vendía enciclopedias de puerta en puerta. “Hay muchos escritores que son hijos de vendedores. ¿Habrá algo en el ADN que lo relacione? ¿Ese deseo de convencer al otro?”, se cuestiona el autor español, también director de películas como Vivir es fácil con los ojos cerrados.
Pero para convertirse en escritores, ambos autores estudiaron periodismo como una oportunidad de profesionalizarse. “Porque vengo de una familia con muchos hermanos. Y la idea de vivir de escribir era imposible, no entraba en el cálculo mental”, añade el escritor.
Lo cierto es que ambos encontraron en Jorge Luis Borges a uno de los autores de mayor influencia en su forma de percibir el mundo. Pues cuando un autor comienza a escribir, suele tomar aspectos “imitando lo que más admira, el gesto de pretender arreglarle la plana al otro”, dijo Melchor en una charla como parte de la edición 2021 del Hay Festival Querétaro.
“Y Borges es tan él que es inimitable. Quienes mejor lo han hecho son quienes toman elementos suyos, no la totalidad borgiana. Leerlo de joven es muy seductor y yo me vinculé con él desde muy joven. Cuando lo leía no sabía hasta dónde era la ficción y qué tanto era realidad, por mi propio desconocimiento del mundo”.
Estas herramientas le dieron oportunidad de formarse para escribir posteriormente para televisión, como fue el reciente caso de la serie Somos. de Netflix, junto a Monika Revilla y James Schamus.
“Somos. narra una masacre terrible en México en 2011, de un pueblo que fue arrasado completamente por un cartel. El hecho cayó en total impunidad. Y los productores querían que fuera una historia que se contara coralmente”, refirió.
Con este proyecto, Fernanda Melchor no sintió que traicionara su trabajo como escritora, sino todo lo contrario logró ampliar su visión como autora. “Fue una combinación muy apropiada. Lo que más disfruté fue la experiencia del cuarto de escritores, el toma y daca de ideas. A muchos colegas les parecería espantoso, pero a mí me quitó el 45 por ciento de mis neurosis”, bromeó.