Ha viajado por el mundo, vivió en Inglaterra y en el epicentro del capitalismo mundial: Nueva York. Incluso trabajó con David Bowie. Pero XospaTronik se presenta en náhuatl, se aferra a mantenerla como su una lengua madre a pesar de no haberla aprendido de pequeña. Escribe e ilustra libros infantiles con personajes de Milpa Alta, ya que desea recuperar una identidad que siente arrebatada.
Si hablas en lengua indígena te segregarán, le advertían sus familiares, quienes prefirieron que su generación no la aprendiera a pesar de que sus abuelos sí se comunicaban en ese idioma entre ellos y con sus amigos cercanos.
XospaTronik, alter ego creado por Isela Xospa en Milpa Alta, que creció entre arañas, perros, conejos y víboras.
“No me espantaban, porque estábamos acostumbrados a esos animales, incluso muchas moscas, porque teníamos las tierras con nopales, maíz, frijoles, calabaza y otros productos alimenticios”.
Isela vivió una infancia feliz en ese mundo rural a las orillas de la modernidad de la Ciudad de México, pero su familia quería que saliera de ahí.
“Tuvimos tecnología por primera vez en mi pueblo. Recuerdo a mis padres trayendo televisiones, radios, incluso películas en videocassete, solíamos tener esas cosas y teníamos teléfono en nuestra casa. Mis abuelos y padres estaban muy preocupados. Ellos querían que fuéramos profesionales, lo que para ellos era ir a la ciudad, estudiar una carrera, ser doctor o maestro o cualquier otra carrera”, comenta.
Sin embargo, esto ocasionó que Isela se sintiera parte de una “generación fallida”, una extranjera en su tierra sin tampoco poder encajar en la ciudad.
“Nos pedían ser los mejores estudiantes y ser competitivos en ese mundo que significaba la ciudad, pero hizo que mi pueblo natal cambiara. Todas las tierras que mis abuelos tenían y que dieron a mis padres, ahora no producen nada para comer. ¿Por qué? Porque aprendimos a ser profesionales”.
CRUZANDO EL OCÉANO
Al terminar la carrera de Diseño de la Comunicación Gráfica en la UAM Xochimilco, trabajó en el Fondo de Cultura Económica, donde tuvo acceso a libros de ilustración y cuentos para niños. Supo que deseaba desarrollar personajes, pero también sintió la necesidad de viajar por el mundo.
Salió del país mediante un programa social en Wells, Reino Unido. Trabajó con delincuentes juveniles. Su labor era pasear con ellos, platicar y mantenerlos distraídos para que no reincidieran.
“En ese país, si eres un niño, vuelas el balón al estar jugando y rompes el vidrio de alguien, vas a la corte. A los ocho años fumaban, lo que me parecía extraño. Para mí fue increíble aprender diferentes caminos de vivir la vida, que las personas tienen necesidades y diferencias”, recuerda.
Fue en ese país tan ajeno aparentemente donde Isela Xospa vio y escuchó algo que sería fundamental para su futuro.
“Algo que me llamó la atención en Wells, es que la gente tiene un lenguaje que se llama TheWelsh y lo usan para todo. Suele tener 3, 4 o 5 consonantes juntas. ¡No se puede pronunciar! Pero no les importa, lo usan en nombres de calles, en textos, si trabajas para el gobierno ganas mejor si lo hablas. Me hizo pensar en la lengua de mi lugar natal que ya no usamos, que era la lengua del imperio Azteca, poner esa lengua en todas partes, como la gente de Wells lo hace”.
En su estancia, la amistad con una chica llamada Emily Cantrell cambiaría el rumbo de su vida. La había conocido en Milpa Alta y para ese momento, se había mudado a Nueva York. Invitó a Isela a pasar el fin de año en la Gran Manzana y al saber que no tenía dinero para el boleto de avión, Emily lo pagó.
Isela quedó fascinada por la ciudad llena de luces y que abraza a las culturas que llegan. Se propuso vivir en la Ciudad Imperio. Emily le dio valor y la apoyó para lograrlo. Comenzó desde abajo, en el servicio de restaurantes. Fue mesera, host y barista en varias cafeterías.
Convivió con mexicanos que habían dejado su lugar de origen para establecerse en Estados Unidos. Muchos eran indocumentados y hablaban en lenguas indígenas. Quedó sorprendida porque con orgullo le compartían que sus hijos solo hablaban inglés y le daban el mismo argumento que sus abuelos, no ser discriminados en un mundo nuevo.
En uno de esos negocios, se hizo amiga de un cliente inglés que iba diario por capuchino. Su primer punto de encuentro fue el tiempo que ella vivió en la Gran Bretaña.
“¿En qué trabajas, Jimmy?. Su nombre es Jimmy, Jimmy King. Me contestó muy casual: ‘Trabajo en Soho para David Bowie’. Y yo sólo dije: ¿Qué?, ¿para quién? Y él siguió: ‘sí, él es stalish…bla, bla, bla. Soy de Londres y tenemos aquí la oficina’ Y no sé por qué, le pregunté si buscaba a algún practicante. Y me dijo que sí y si sabía usar computadoras. Le conté que estudié diseño gráfico y que sí sabía usarlas”.
Jimmy King fue un colaborador cercano a David Bowie, se le atribuyen las últimas fotografías realizadas al cantante entre otras muchas colaboraciones juntos, así como una amistad que se mantuvo por décadas. King la contactó para que tuviera una entrevista con el mánager de David Bowie y otra con su curador de arte. Isela obtuvo el trabajo.
DAVID BOWIE IS
“Emily me dijo, bienvenida a Nueva York, eso es lo que pasa en esta ciudad, tú puedes conocer a alguien en un bar, en el metro y a nadie le importa quién eres, de dónde eres, cómo te ves, ellos realmente se fijan en tus habilidades, para lo que eres bueno. Eso era nuevo para mí, estaba acostumbrada que en México el estatus social, el código postal o el color de piel es muy importante para conseguir un trabajo como el que estaba consiguiendo.”
“El primer día David Bowie se presentó. Entró a la oficina y fue a mi lugar y me dijo: ‘Tú debes ser Isela’. Yo respondí: Sí. ‘Bienvenida a la oficina, me alegra que estés aquí’. Él era el más dulce, amable y la persona más cool que he conocido”.
Su trabajo fue catalogar, escanear y organizar el acervo fotográfico y otros artículos del artista durante 11 años. Esa labor se convirtió en la exposición itinerante David Bowie is… que en su sitio web describe que incluye más de 400 capturas de alta resolución de disfraces de David Bowie, bocetos, letras escritas a mano, notas, videos musicales y obras de arte originales que se presentan en arreglos sorprendentes y entornos envolventes, así como docenas de artículos nunca antes vistos, incluidos videos de archivo, dibujos, fotografías y notas”.
“Este gran artista, súper famoso, súper rico, que no tenía problemas con razas, nacionalidades, con fama o nada. Me ayudaron a tener una visa de trabajo, que se llama O2, que es una visa para gente con habilidades extraordinarias, o algo por el estilo, lo que es chistoso. Así que él era tan extraordinario, que podía pedir visas por otras personas extraordinarias. Estuve en Nueva York por casi 11 años, hasta que Bowie murió y tuvieron que cerrar la oficina. Todo el tiempo que estuve trabajando con él, me llené de confianza, mi economía mejoró, así que pude encontrar lo que era mi verdadera naturaleza y sueño. Quería hacer dibujos y quería hacer historias”.
Además de enaltecer su trabajo gráfico le comentaron que parecían pixeles y arte moderno. Ella debió explicar que se basó en iconografías de su pueblo, presentes en fajas y blusas. En ese nicho artístico, descubrió a potenciar su origen y todos los personajes que creó estaban basados en Milpa Alta, publicando 40 títulos de forma independiente.
De esos trabajos, resaltamos Baby Tamal, que fue un libro de edición limitada impreso en Risografía. “El libro más exitoso y con mayores ventas en NY fue Baby tamal en su versión en inglés y Bebé tamal en su versión al español”.
“Este pequeño libro llamaba mucho la atención entre los niños migrantes mexicanos que radican en NY, todos lo identificaban y les gustaba encontrar un libro cuyo personaje se centrara en un plato mexicano. Las mujeres mexicanas migrantes que trabajan como niñeras lo adquirían para poder leer algo a los niños que cuidaban en español y para introducirlos en la cultura culinaria mexicana”.
CÓMO ERA MILPA ALTA
Cuando David Bowie falleció, cerraron la oficina de Nueva York y tuvo que volver a la Ciudad de México. Lo vio como oportunidad para seguir estudiando. Fue aceptada en la Maestría de Diseño y Producción Editorial de la UAM Xochimilco.
“Luego de 5 generaciones, yo era la primera persona que presentaba un proyecto en lengua indígena, con temas y problemáticas indígenas. Recién terminé la maestría y estoy trabajando en una línea de libros y colecciones directamente con los niños de Milpa Alta, porque quiero crear un impacto en ellos, de que nuestra propia cultura es importante y que eso les dará una ventaja y que es importante leer y traer de vuelta”.
Para su tema de estudio, trabajó con proyectos que llevan más de 15 años regalando las obras a la comunidad. Pensó que su labor era lograr que comercializaran las publicaciones, pero la convencieron de que la misión es difundir más que las ganancias económicas.
Hace poco recibió la invitación para una mesa de discusión de ilustradores de libros para niños que son indígenas, viven en la ciudad y se mueven en la industria de publicaciones. Se sorprendió al saber que es la única indígena de la Ciudad de México y la única mujer que ilustra, escribe y edita libros bilingües para niños.
“Este 2019 hemos publicado el primer número de una colección titulada Cuéntame cómo era Milpa Alta. La voz y la memoria de nuestros abuelos”.
“Para mí era importante poder publicar un libro con un tiraje más largo y poder destinar parte de la producción en donaciones de libros para niños de mi comunidad que difícilmente tienen acceso a librerías, bibliotecas o presentaciones de libro infantil”.
“Desde marzo de 2019 hemos presentado y donado el libro en distintos espacios comunitarios de nuestra demarcación y ferias de libro, tales como La fiesta del libro y la rosa en el Centro Cultural Tlatelolco y La feria del libro náhuatl en Milpa Alta, Libro Club Fernando Benítez en San Pedro Atocpan, FARO Tecómitl, Casa de la Cultura en Tecómitl y la Academia de Lengua Náhuatl en Santa Ana Tlacotenco entre otros”.
Isela sigue trabajando en la editorial XospaTronik para crear más contenido bilingüe y poco a poco abriendo el camino para este tipo de publicaciones en las que se involucran más creadores y editoriales, va a ferias de libros, conferencias, programas de fomento a la lectura y clases de creación para niños para rescatar su origen y que no se olvide.
TÍTULOS
Baby tamal - Bebé tamal
New York, USA, 2015
Edición limitada de 100 ejemplares
Impreso en RisoLab del School of Visual Arts, NY
Inglés -español.
Conetamalli - Bebé tamal
Traducción al náhuatl de Artemio Solís Guzmán
CdMx, 2019
Disponible bajo demanda
In miquiyoli. El muerto vivo
Colección: Cuéntame cómo era Milpa Alta. la voz y la memoria de nuestros abuelos, 2019
Traducción al náhuatl de Rudolf van Zantwijk
Idiomas: náhuatl – español
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ixospa@gmail.com
https://xospatronik.com/in-miqui-yoli/
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