“El arte urbano me ha permitido hacer frente al machismo, al demostrar que las mujeres tenemos el talento y la habilidad para dedicarnos a una actividad que tradicionalmente ha sido para hombres”, afirmó la artista, originaria de Tenancingo, Lizeth García Islas.
Myrra Yaocihuatl, como es conocida en el ambiente del grafiti, inició su carrera en esta disciplina con tan solo 12 años, y a pesar de la desaprobación de su padre y a la discriminación en el ámbito por ser mujer, la artista ha construido una exitosa carrera que la ha llevado a ganar certámenes de arte urbano y a plasmar sus murales en diversos estados como Oaxaca, San Luis Potosí, Veracruz, Ciudad de México, Chiapas, Morelos y Tabasco.
“Por fortuna, cuando inicié en esta carrera me encontré con dos colegas que me apoyaron mucho, pero lo más complicado fue que mi padre aceptara que esta es mi vocación; me decía que no estaba bien que como mujer estuviera en las calles pintando y, por otro lado, me enfrenté a otros artistas hombres que no confiaban en mi trabajo”, señaló.
A pesar de los obstáculos, Lizeth García continuó con su preparación y decidió ingresar al Instituto de Artes Visuales del Estado de Puebla, donde actualmente fortalece sus habilidades artísticas, al explorar otras disciplinas como la pintura y el grabado.
“En otras mujeres encontré el respaldo para seguir con mi deseo por ser artista; varias mujeres de mi comunidad confiaron en mí para que realizara rótulos de sus negocios, y así fue como empecé a obtener mis primeros ingresos para pagarme la universidad; al ver la calidad de mi trabajo, otros artistas del grafiti empezaron a valorar mi trabajo, e incluso mi padre terminó por convencerse de que este es mi camino”, enfatizó la artista.
Romper estigmas sobre Tenancingo
“Dedicarse al grafiti siendo mujer en una comunidad como Tenancingo, donde persiste el machismo, es un total desafío”, señala García Islas quien, a través del arte también busca contribuir a erradicar las desigualdades de género.
Para lograr este objetivo, la artista se ha enfocado en la elaboración de murales de identidad, en los que enfatiza el papel de la mujer.
“Me gusta mucho dibujar a mujeres elaborando tortillas, cocinando, recogiendo el tequexquite o realizando actividades de campo, porque de esta forma hago visible su importante contribución a la sociedad; por otra parte, también quiero contribuir a eliminar ese estigma de Tenancingo, que es un lugar donde solo prolifera la trata y la prostitución, pues hay personas muy valiosas enfocadas al arte, al campo o a otras actividades positivas”, aseguró Lizeth García.
Hay más apertura para las mujeres en el grafiti
“Inicié a los 12 años y hoy tengo 21, en estos ocho años si he percibido que las mujeres hemos ido ganando terreno en el grafiti; hay colectivos solo de mujeres e incluso festivales a los que llegan artistas mujeres de otros países y eso, en gran medida, es resultado de la solidaridad y apoyo entre el género”, sostuvo.
Entre los próximos proyectos de Lizeth García Islas se encuentra una exposición de gráfica en el Museo de la Evolución, en Puebla, así como brindar talleres artísticos a las personas de su comunidad.
“El muralismo urbano es un compromiso social, porque implica transmitir un mensaje, que en mi caso está orientado a resaltar el valor de la mujer”
NO DEJES DE LEER