“Cualquier manifestación artística en el plano de lo real tiene más fuerza que una pantalla”, afirmó Rodolfo de León, director de la compañía de títeres La Charada Teatro, originaria de Guatemala, que regresa a esta edición del Festival Internacional de Títeres “Rosete Aranda”, después de nueve años de su primera participación en Tlaxcala.
Al término de su espectáculo “El Charlatán”, Rodolfo de León charló con El Sol de Tlaxcala para compartir su alegría luego de una presentación en el teatro Xicohtécantl con lleno total.
La supervivencia de los títeres se debe en gran medida al amor que los titiriteros tenemos por nuestra actividad, pero también por la decidida participación del público, y esto se logra gracias a la interacción de ambos, situación que no sucede en los medios tecnológicos, resaltó el artista.
MENSAJE SOCIAL
Con un sencillo espectáculo de títeres de guante, pero con un gran carisma y conexión con el público, conformando principalmente por infantes, La Charada Teatro logró su objetivo que es generar una hermandad entre los espectadores a través de un mensaje social que en esta ocasión resonó por todo el recinto: Que no haya más niños en trenes de la muerte luchando por un sueño americano, a lo que los adultos correspondieron con un gran aplauso.
Luego de 36 años de guerra en mi país, muchos de los artistas tuvieron que encontrar refugio fuera; pero, afortunadamente, a partir de la década de los noventa resurgieron varias compañías de títeres, y actualmente existen unas ocho o diez, un número importante considerando que Guatemala tiene una extensión similar a la del Estado de México, señaló el titiritero.
“La supervivencia de los títeres se debe en gran medida al amor que los titiriteros tenemos por nuestra actividad”
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