Reestructurará INAH Museo Casa de Carranza

Manuel Cosme

  · sábado 18 de marzo de 2017

En 11 salas se presentan muebles y objetos personales que rodearon al Varón de Cuatro Ciénegas.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) invertirá ocho millones de pesos para seguir la reestructuración del Museo Casa de Carranza y la realización de obras que faciliten la accesibilidad a personas con capacidades diferentes.

Por lo pronto, en el centenario de la promulgación de la Constitución de 1917 fueron reabiertas tres salas totalmente renovadas de esa mansión, en la que vivió el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, ubicada en la colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México.

La remodelación prevé, en primer lugar, la puesta en valor de esa significativa construcción histórica, y también la reformulación de los contenidos del museo que se verán adicionados con el uso de nuevas tecnologías y propuestas de socialización del conocimiento y de la información.

Las nuevas salas incorporan la producción académica más reciente sobre la biografía de Venustiano Carranza: su vida civil, su participación en la Revolución Mexicana, su sagacidad política e incluso algunos aspectos poco conocidos de su vida privada.

De esta manera, el Museo Casa Carranza inició una nueva etapa como un sitio de punta, del siglo XXI, reto que se llevará a cabo durante 2017,

Durante el presente año, dijo, se recuperarán las salas del museo de sitio, se le dotará de múltiples lecturas y se trabajará para que tenga una accesibilidad total.

La reestructuración inició hace varios años, en la primera etapa se restauraron techos, pisos, el auditorio y se renovó la pintura. Ahora, en el marco del centenario de la promulgación de la Carta Magna se renovaron tres espacios.

En 11 salas se presentan muebles y objetos personales que rodearon al Varón de Cuatro Ciénegas. Sin embargo, hacía falta abordar una faceta más íntima que permitiera valorar al personaje y el legado que dejó.

Resultado de un trabajo curatorial conjunto entre la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH y el Museo Casa de Carranza, las nuevas salas profundizan en la intimidad del prócer revolucionario.

La primera, titulada Carranza, el hombre, está dividida en dos secciones: presenta los orígenes familiares en Cuatro Ciénegas, Coahuila, y su participación como funcionario público durante el porfiriato.

Carranza fue presidente municipal de su tierra natal, diputado local, senador y durante la presidencia de Francisco I. Madero, gobernador de Coahuila. La sección exhibe fotografías alusivas a la vida cotidiana del revolucionario, objetos personales, indumentaria que usaba en ocasiones especiales como presidente de la República y en su vida diaria como funcionario.

La segunda sala, Carranza revolucionario, también se presenta en dos partes: la primera aborda de su papel como aliado de Madero durante la Revolución de 1910, y cómo más adelante, con el asesinato de éste en 1913, se ve precisado a levantarse en armas contra Victoriano Huerta, dando inicio al movimiento constitucionalista.

La siguiente sección tiene como eje el conflicto posterior a su triunfo frente a Huerta, ahora con Emiliano Zapata y Francisco Villa en la Convención de Aguascalientes y cómo se ve forzado a ir a Veracruz a establecer su Gobierno. En este apartado se exhiben uniformes de Carranza, condecoraciones y el papel moneda usado por las distintas facciones revolucionarias.

La tercera sala es Carranza, el reformador, donde se exhibe un facsimilar de la Constitución de 1917, se habla de los diputados constituyentes que participaron en la elaboración de la Carta Magna, los decretos de Carranza anteriores a la Constitución y que sirvieron como base para elaborar la del 17, el recorrido concluye con su muerte y la explicación de por qué se desata la rebelión de Agua Prieta y cómo, tratando Carranza de llegar a Veracruz por segunda ocasión para nuevamente establecer ahí su Gobierno, es asesinado.

Entre las reliquias históricas que se resguardan en las vitrinas de estos espacios, está la camiseta que llevaba puesta Carranza la noche que murió, dos bandas presidenciales: una de ellas portada el día de su toma de posesión, sus sombreros de copa, bombín y una boina, el bastón de carey que usaba para eventos de gala, sus gafas, la pluma con que se firmó la Constitución de 1917 y las balas con las que fueron asesinados José María Pino Suárez y Francisco I. Madero.

Son alrededor de 50 piezas históricas con las que se da cuenta de este periodo de la Revolución Mexicana que culminó con la promulgación de la Constitución que aún rige al país.

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